Flybondi: ¿Quién le pone el cascabel al gato?

14 MAY 2025 - 8:38 | Actualizado 14 MAY 2025 - 8:42

Por Esteban Gallo

Flybondi es noticia otra vez. Flybondi es noticia todos los días, Y nunca es noticia por algo bueno.

Los títulos que hacen mención a la empresa de aeronavegación en portales y páginas web de la Patagonia nunca se relacionan con nuevas inversiones, o con nuevas frecuencias, o con acciones que la vinculan con la comunidad.

Pero las malas nuevas no solo afectan a los chubutenses. Flybondi es un desastre acá, en Santa Cruz, en Buenos Aires, en Bariloche, en Córdoba y cualquiera de los 19 destinos a los que llega a lo largo y ancho del país.

Para citar un episodio reciente, de la noche a la mañana y sin previo aviso acaba de cancelar sus vuelos a Río Gallegos a partir del 16 de mayo y a los pasajeros que ya habían comprado los boletos todavía no les han informado cuando y como les van a devolver la plata.

Volviendo a Chubut, el vuelo que debía salir del aeropuerto de Madryn a Buenos Aires el domingo a las 18:30 salió a las 0:30. Los pasajeros nunca se enteraron del motivo del retraso porque el personal que debió dar las explicaciones correspondientes no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

De haber existido una comunicación apropiada, los pasajeros de Trelew no hubiesen deambulado por Madryn desde las 10 de la mañana. Ese es el comportamiento de las empresas serias cuando surge un imponderable, pero Flybondi de seria no tiene nada. Ni tampoco podemos hablar de imponderables cuando nos referimos a la infinidad de incumplimientos en los que incurre desde que llegó a la zona.

En comparación con otras situaciones, los pasajeros que el último domingo partieron hacia Buenos Aires con 6 horas de demora la sacaron barata. Ha habido vuelos reprogramados para dos días después. Hay vuelos que no se reprogramaron jamás.

Como consecuencia de estas irregularidades, hay turistas que perdieron dos o tres días de vacaciones, o lo que es peor, el turno con un médico en Buenos Aires.

Ayer, en este mismo programa radial, la titular de la Oficina de Defensa del Consumidor nos confirmó que en el primer lugar del ránking de denuncias que recibe el organismo se encuentran los vecinos damnificados por la caterva de incumplimientos de Flybondi.

Ante esta realidad que, lejos de mejorar, se agrava día a día, la pregunta que surge es ¿Quién se hace cargo de este asunto? ¿Quién defiende a los chubutenses de tanto atropello?

¿Dónde carajo está la célebre Administración Nacional de Aviación Civil, conocida como ANAC, que es la máxima autoridad aeronáutica del país y que tiene a su cargo la fiscalización y control de la actividad aérea?

¿Cómo deja que una empresa incumplidora e insolente como Flybondi exponga su falta de eficiencia y compromiso con los ciudadanos?

En su página web, la ANAC sostiene que “realiza un trabajo activo para garantizar el crecimiento de la actividad, acompañado por estándares internacionales y nacionales”.

¿De qué modelo de servicio hablan cuando no son capaces de ponerle los puntos a una empresa impresentable que se caga en los estándares, en las obligaciones y en los ciudadanos?

Los funcionarios municipales y provinciales también podrían plantarse con más energía y hacer los reclamos que sean necesarios ante las autoridades que correspondan.

No es lo mismo que la denuncia la haga un vecino común a que la haga un intendente o un gobernador.

Mientras todos miran para el otro lado, seguiremos siendo rehenes de empresas irresponsables que hacen lo que se les da la gana riéndose en la cara de todos los chubutenses.

Y con el tupé de hacerse los enojados cuando alguien les dice algo.

Hace unos meses Flybondi difundió un comunicado diciendo que si no cesaban las críticas contra la empresa iba a tomar la decisión de irse de Madryn.

Más caraduras no se puede ser.

Flybondi es como el marido infiel que le mete los cuernos a la mujer y que cuando le reprochan su conducta se hace el ofendido y amenaza con irse de la casa.

Han llegado hasta este punto de la desvergüenza. Y nadie le pone el cascabel al gato.

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14 MAY 2025 - 8:38

Por Esteban Gallo

Flybondi es noticia otra vez. Flybondi es noticia todos los días, Y nunca es noticia por algo bueno.

Los títulos que hacen mención a la empresa de aeronavegación en portales y páginas web de la Patagonia nunca se relacionan con nuevas inversiones, o con nuevas frecuencias, o con acciones que la vinculan con la comunidad.

Pero las malas nuevas no solo afectan a los chubutenses. Flybondi es un desastre acá, en Santa Cruz, en Buenos Aires, en Bariloche, en Córdoba y cualquiera de los 19 destinos a los que llega a lo largo y ancho del país.

Para citar un episodio reciente, de la noche a la mañana y sin previo aviso acaba de cancelar sus vuelos a Río Gallegos a partir del 16 de mayo y a los pasajeros que ya habían comprado los boletos todavía no les han informado cuando y como les van a devolver la plata.

Volviendo a Chubut, el vuelo que debía salir del aeropuerto de Madryn a Buenos Aires el domingo a las 18:30 salió a las 0:30. Los pasajeros nunca se enteraron del motivo del retraso porque el personal que debió dar las explicaciones correspondientes no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

De haber existido una comunicación apropiada, los pasajeros de Trelew no hubiesen deambulado por Madryn desde las 10 de la mañana. Ese es el comportamiento de las empresas serias cuando surge un imponderable, pero Flybondi de seria no tiene nada. Ni tampoco podemos hablar de imponderables cuando nos referimos a la infinidad de incumplimientos en los que incurre desde que llegó a la zona.

En comparación con otras situaciones, los pasajeros que el último domingo partieron hacia Buenos Aires con 6 horas de demora la sacaron barata. Ha habido vuelos reprogramados para dos días después. Hay vuelos que no se reprogramaron jamás.

Como consecuencia de estas irregularidades, hay turistas que perdieron dos o tres días de vacaciones, o lo que es peor, el turno con un médico en Buenos Aires.

Ayer, en este mismo programa radial, la titular de la Oficina de Defensa del Consumidor nos confirmó que en el primer lugar del ránking de denuncias que recibe el organismo se encuentran los vecinos damnificados por la caterva de incumplimientos de Flybondi.

Ante esta realidad que, lejos de mejorar, se agrava día a día, la pregunta que surge es ¿Quién se hace cargo de este asunto? ¿Quién defiende a los chubutenses de tanto atropello?

¿Dónde carajo está la célebre Administración Nacional de Aviación Civil, conocida como ANAC, que es la máxima autoridad aeronáutica del país y que tiene a su cargo la fiscalización y control de la actividad aérea?

¿Cómo deja que una empresa incumplidora e insolente como Flybondi exponga su falta de eficiencia y compromiso con los ciudadanos?

En su página web, la ANAC sostiene que “realiza un trabajo activo para garantizar el crecimiento de la actividad, acompañado por estándares internacionales y nacionales”.

¿De qué modelo de servicio hablan cuando no son capaces de ponerle los puntos a una empresa impresentable que se caga en los estándares, en las obligaciones y en los ciudadanos?

Los funcionarios municipales y provinciales también podrían plantarse con más energía y hacer los reclamos que sean necesarios ante las autoridades que correspondan.

No es lo mismo que la denuncia la haga un vecino común a que la haga un intendente o un gobernador.

Mientras todos miran para el otro lado, seguiremos siendo rehenes de empresas irresponsables que hacen lo que se les da la gana riéndose en la cara de todos los chubutenses.

Y con el tupé de hacerse los enojados cuando alguien les dice algo.

Hace unos meses Flybondi difundió un comunicado diciendo que si no cesaban las críticas contra la empresa iba a tomar la decisión de irse de Madryn.

Más caraduras no se puede ser.

Flybondi es como el marido infiel que le mete los cuernos a la mujer y que cuando le reprochan su conducta se hace el ofendido y amenaza con irse de la casa.

Han llegado hasta este punto de la desvergüenza. Y nadie le pone el cascabel al gato.