Atribuyen el primer milagro del Papa Francisco sobre un niño

Romina Ventureira, de Los Telares, una ciudad del interior santiagueño, acaba de vivir una experiencia milagrosa por haber pedido con profunda fe que siguiera vivo su hijo, luego de que se le representara el rostro de Francisco, el papa argentino que acaba de ser sepultado.

27 ABR 2025 - 17:04 | Actualizado 27 ABR 2025 - 17:09

Esta historia comenzó el viernes cerca del mediodía, cuando su pequeño hijo, Lionel Coronel Ventureira, de dos años, se cayera en una cisterna repleta de agua, y ya flotando cuando lo sacaron.

En la ambulancia, camino al hospital de Añatuya, Romina rezaba por su hijo con los ojos cerrados cuando se le representó la imagen del papa Francisco. "Si es verdad que estás junto a Dios, hacé que Lio no se muera", le pidió. Le llamó la atención que haya visibilizado el rostro del Santo Padre, porque nunca se interesó "ni por sus misas ni por leer algo de su vida", y que incluso le reclamaba en sus adentros "por qué si es argentino no quiso venir a su país".

Y hoy asegura que Francisco estará en el altar de su vida, junto a la Virgen y los santos en los cree y confía. La familia la integran el matrimonio de Walter Coronel y Romina Ventureira, y dos hijos, Lio de dos años y su hermanito de 9 años.



"Cuando veníamos en ambulancia de Los Telares a Añatuya, mi hijo venía muy mal, tenía un quejido raro y pensé que le iba a dar un infarto, que se me iba a morir. El médico le hablaba y no le respondía. Yo comencé a pedirles a Dios, a la Virgen al Divino Niño, porque somos muy creyente en mi familia, y en un momento se me presentó la cara de él (Francisco), y yo le dije ’si vos sos un hombre de fe, si estás con Dios, yo no soy tu mejor oveja, pero pedile a Dios si estás con él que me deje a mi Leo", recordó Romina de ese viernes que se hizo interminable.

En ese diálogo que mantuvo con el papa Argentino, le confesó: "Nunca he visto una misa tuya; nunca he escuchado tu palabra; nunca me llamó la atención, y dije que si eras argentino porque nunca viniste a nuestro país". En ese momento todo era muy dramático en la ambulancia, Romina escuchaba al médico Dr. Villaverde quien estaba de guardia en el hospital de Los Telares, decir "llorá hijo, llorá", para que pudiera expulsar el agua que tenía en los pulmones.

"Luego el médico comenzó a aplaudir en la ambulancia, de alegría porque mi hijo había abierto los ojos; me miró, me levantó su pulgar y me dijo ’quedate tranquila porque ah abierto los ojos’", rememoró la mamá de Lio, sin saber a qué adjudicar esa cambio. Contó que cuando llegaron al hospital de Añatuya, el Dr. Villaverde, entró con su hijo en brazos y les preguntó a los familiares y amigos que habían seguido la ambulancia si eran creyentes y le respondieron que sí.

"Entonces sigan creyendo porque yo no sé cómo está vivo (Lionel), es un milagro", les dijo porque no se explicaba cómo el pequeño estaba con vida. Aún muy conmovida, Romina recuerda que su mamá le preguntó cuando relató su experiencia, cómo fue que se le presentó el rostro de Francisco. Le respondió que no sabía, "que venía cerrando los ojos y le pedía a Dios por mi hijo, y en mi desesperación de madre pidiendo por la vida de mi hijo se me presentó la cara de él y le pedí que si era hombre de Dios, que deje a mi hijo conmigo".

"Él había ido con oxígeno en la ambulancia y llegó al hospital de Añatuya sin el bigotín, y lo único que llevaba era un suero. Allá lo recibió el médico de guardia, que también trabaja en Telares; hablaron entre ellos y después me dio la mano y me dijo ’tu hijo está vivo de milagro’", recordó Romina, muy emocionada.

En Añatuya le realizaron placas al pequeño y aunque comprobaron que estaba fuera de peligro, recomendaron su traslado a un centro de mayor complejidad para estudios específicos. En el CIS Banda y lo recibió la doctora de guardia y les dijo que no hacía falta que siga con el suero, que estaba bien. "Le hicieron una placa, solo tiene unos hilitos de flema, propios del agua que había tragado y ya estaba resfriado antes de que le suceda esto. Si sigue así, este domingo le darán el alta", relató Romina.

Ahora Lio juega, se alimenta bien, recuerda a todos y "se entusiasma mirando las palomas desde la ventana de su habitación". Sobre lo que ocurrió el viernes en su casa de Los Telares, Romina contó: "Estaba trabajando en casa; tengo un negocio de productos de limpieza, todo suelto, y él andaba ahí conmigo, estaba jugando. Vino mi mamá que ven de productos de cartilla a dejarme las cosas para que venda y como él (Lionel) la seguía, y ella andaba en moto, le dije que lo llevara para que lo viera mi hermana, y que yo lo buscaría cuando recoja a mi otro hijo de 9 años de la escuela".

"Mi mamá lo llevó y a los 10 minutos me llama y me dice que había tenido una desgracia con Lionel. En ese momento pensé en un accidente en la moto, y me dice: ’se me ha caído en la cisterna’. En la desesperación salí de casa en moto, pasé por la casa de ella, había mucha gente y policías, y pensé que se había muerto. Me dije ron que lo habían llevado al hospital y cuando llegué había mucha gente ahí también", amplió.

En el hospital de Los Telares le realizaron maniobras de reanimación y trataban de que expulsara toda el agua, y todos los médicos y residentes se habían dedicado a atenderlo dada la gravedad del caso. "Me acuerdo haberlo visto color violeta y despidiendo agua; el médico pidió que me sacaran, y me dije ron que lo tenían que trasladar a Añatuya. El Dr. Villaverde, dejó la guardia y llevó a mi hijo en sus brazos porque estaba muy mal".

Luego de varias horas de aquel suceso, Romina Ventureira vive momentos de profunda emoción, por un lado, al ver a su hijo vivo, cuando pensaba que no lo tendría más con ella, y por la sensación de que una gracia superior y muy especial, ayudó a que eso sucediera. "Para mí ha sido un milagro de Francisco", dice y se quiebra en un llanto conmovedor y liberador. "De él y de todos a los que les pedí en ese momento, porque ninguno me ha abandonado. Porque él se me ha hecho presente de la nada, porque yo nunca lo he nombrado; nunca me ha nacido ver una misa suya; nunca me ha nacido ver su historia. Se me ha representado y le he pedido en mi desesperación de madre… y en ese momento el médico se ha puesto a aplaudir. Solo yo sé lo que he vivido ahí adentro de esa ambulancia", cuenta.

Una y otra vez dice que toda su familia es muy creyente y que seguramente desde ahora, ese altar imaginario de su casa tendrá un nuevo habitante. "Ahora Francisco va a estar en el altar de la casa. Sí, seguro que va a estar, y daré siempre las gracias por su intercesión, por la del Divino Niños, por la de la Virgen. Todos estuvieron ahí intercediendo para que mi hijo siguiera con vida", aseguró. /El Liberal

27 ABR 2025 - 17:04

Esta historia comenzó el viernes cerca del mediodía, cuando su pequeño hijo, Lionel Coronel Ventureira, de dos años, se cayera en una cisterna repleta de agua, y ya flotando cuando lo sacaron.

En la ambulancia, camino al hospital de Añatuya, Romina rezaba por su hijo con los ojos cerrados cuando se le representó la imagen del papa Francisco. "Si es verdad que estás junto a Dios, hacé que Lio no se muera", le pidió. Le llamó la atención que haya visibilizado el rostro del Santo Padre, porque nunca se interesó "ni por sus misas ni por leer algo de su vida", y que incluso le reclamaba en sus adentros "por qué si es argentino no quiso venir a su país".

Y hoy asegura que Francisco estará en el altar de su vida, junto a la Virgen y los santos en los cree y confía. La familia la integran el matrimonio de Walter Coronel y Romina Ventureira, y dos hijos, Lio de dos años y su hermanito de 9 años.



"Cuando veníamos en ambulancia de Los Telares a Añatuya, mi hijo venía muy mal, tenía un quejido raro y pensé que le iba a dar un infarto, que se me iba a morir. El médico le hablaba y no le respondía. Yo comencé a pedirles a Dios, a la Virgen al Divino Niño, porque somos muy creyente en mi familia, y en un momento se me presentó la cara de él (Francisco), y yo le dije ’si vos sos un hombre de fe, si estás con Dios, yo no soy tu mejor oveja, pero pedile a Dios si estás con él que me deje a mi Leo", recordó Romina de ese viernes que se hizo interminable.

En ese diálogo que mantuvo con el papa Argentino, le confesó: "Nunca he visto una misa tuya; nunca he escuchado tu palabra; nunca me llamó la atención, y dije que si eras argentino porque nunca viniste a nuestro país". En ese momento todo era muy dramático en la ambulancia, Romina escuchaba al médico Dr. Villaverde quien estaba de guardia en el hospital de Los Telares, decir "llorá hijo, llorá", para que pudiera expulsar el agua que tenía en los pulmones.

"Luego el médico comenzó a aplaudir en la ambulancia, de alegría porque mi hijo había abierto los ojos; me miró, me levantó su pulgar y me dijo ’quedate tranquila porque ah abierto los ojos’", rememoró la mamá de Lio, sin saber a qué adjudicar esa cambio. Contó que cuando llegaron al hospital de Añatuya, el Dr. Villaverde, entró con su hijo en brazos y les preguntó a los familiares y amigos que habían seguido la ambulancia si eran creyentes y le respondieron que sí.

"Entonces sigan creyendo porque yo no sé cómo está vivo (Lionel), es un milagro", les dijo porque no se explicaba cómo el pequeño estaba con vida. Aún muy conmovida, Romina recuerda que su mamá le preguntó cuando relató su experiencia, cómo fue que se le presentó el rostro de Francisco. Le respondió que no sabía, "que venía cerrando los ojos y le pedía a Dios por mi hijo, y en mi desesperación de madre pidiendo por la vida de mi hijo se me presentó la cara de él y le pedí que si era hombre de Dios, que deje a mi hijo conmigo".

"Él había ido con oxígeno en la ambulancia y llegó al hospital de Añatuya sin el bigotín, y lo único que llevaba era un suero. Allá lo recibió el médico de guardia, que también trabaja en Telares; hablaron entre ellos y después me dio la mano y me dijo ’tu hijo está vivo de milagro’", recordó Romina, muy emocionada.

En Añatuya le realizaron placas al pequeño y aunque comprobaron que estaba fuera de peligro, recomendaron su traslado a un centro de mayor complejidad para estudios específicos. En el CIS Banda y lo recibió la doctora de guardia y les dijo que no hacía falta que siga con el suero, que estaba bien. "Le hicieron una placa, solo tiene unos hilitos de flema, propios del agua que había tragado y ya estaba resfriado antes de que le suceda esto. Si sigue así, este domingo le darán el alta", relató Romina.

Ahora Lio juega, se alimenta bien, recuerda a todos y "se entusiasma mirando las palomas desde la ventana de su habitación". Sobre lo que ocurrió el viernes en su casa de Los Telares, Romina contó: "Estaba trabajando en casa; tengo un negocio de productos de limpieza, todo suelto, y él andaba ahí conmigo, estaba jugando. Vino mi mamá que ven de productos de cartilla a dejarme las cosas para que venda y como él (Lionel) la seguía, y ella andaba en moto, le dije que lo llevara para que lo viera mi hermana, y que yo lo buscaría cuando recoja a mi otro hijo de 9 años de la escuela".

"Mi mamá lo llevó y a los 10 minutos me llama y me dice que había tenido una desgracia con Lionel. En ese momento pensé en un accidente en la moto, y me dice: ’se me ha caído en la cisterna’. En la desesperación salí de casa en moto, pasé por la casa de ella, había mucha gente y policías, y pensé que se había muerto. Me dije ron que lo habían llevado al hospital y cuando llegué había mucha gente ahí también", amplió.

En el hospital de Los Telares le realizaron maniobras de reanimación y trataban de que expulsara toda el agua, y todos los médicos y residentes se habían dedicado a atenderlo dada la gravedad del caso. "Me acuerdo haberlo visto color violeta y despidiendo agua; el médico pidió que me sacaran, y me dije ron que lo tenían que trasladar a Añatuya. El Dr. Villaverde, dejó la guardia y llevó a mi hijo en sus brazos porque estaba muy mal".

Luego de varias horas de aquel suceso, Romina Ventureira vive momentos de profunda emoción, por un lado, al ver a su hijo vivo, cuando pensaba que no lo tendría más con ella, y por la sensación de que una gracia superior y muy especial, ayudó a que eso sucediera. "Para mí ha sido un milagro de Francisco", dice y se quiebra en un llanto conmovedor y liberador. "De él y de todos a los que les pedí en ese momento, porque ninguno me ha abandonado. Porque él se me ha hecho presente de la nada, porque yo nunca lo he nombrado; nunca me ha nacido ver una misa suya; nunca me ha nacido ver su historia. Se me ha representado y le he pedido en mi desesperación de madre… y en ese momento el médico se ha puesto a aplaudir. Solo yo sé lo que he vivido ahí adentro de esa ambulancia", cuenta.

Una y otra vez dice que toda su familia es muy creyente y que seguramente desde ahora, ese altar imaginario de su casa tendrá un nuevo habitante. "Ahora Francisco va a estar en el altar de la casa. Sí, seguro que va a estar, y daré siempre las gracias por su intercesión, por la del Divino Niños, por la de la Virgen. Todos estuvieron ahí intercediendo para que mi hijo siguiera con vida", aseguró. /El Liberal