Femicidio de Tamara: Hernán Solvas fue declarado culpable

La calificación fue por femicidio. De la acusación revelaron un dicho del acusado que fundamenta el contexto de violencia de género: "A estas putitas hay que cogérselas y dejarlas tiradas".

Hernán Solbes, culpable de femicidio.
20 MAR 2025 - 12:44 | Actualizado 20 MAR 2025 - 15:44

El jurado decidió la calificación legal para el crimen de Tamara Silva a manos de Hernán Solvas. La Fiscalía y la querella le imputaron femicidio y le cabría prisión perpetua; la defensa sostenía que fue un homicidio simple o preterintencional, con una condena mucho menor.

La mañana de este jueves se realizó la tercera audiencia en Puerto Madryn con los alegatos finales. Luego la jueza María Alejandra Hernández dio las instrucciones al jurado, que tras discutir el caso declaró culpable a Hernán Solvas. Este debate secreto de los 12 vecinos debe durar al menos dos horas pero no tiene un límite máximo.

La madrugada del 9 de mayo del 2023, Tamara se reunió con Hernán Solvas en la casa del criminal en la ciudad del Golfo. No se conocían mucho. Él se drogó y tomó alcohol. Se puso agresivo y la mató de un golpe en la cabeza. Luego llevó su cadáver en el asiento trasero de su Ford Escort para ocultarlo a la vera de un camino entre Playa Paraná y Cerro Avanzado. Fue hallada el 12 de mayo.

Paralelamente, Solvas fue detenido en Arroyo Verde cuando intentaba escapar de Chubut. En su cuerpo tenía arañazos de defensa que el ADN demostró que eran de Tamara.

La penalista Olavarría (derecha), una querellante.


En un contundente alegato, Gladys Olavarría, que representa a parte de la familia de Tamara, recordó una reveladora frase de Solvas sobre las mujeres que una testigo recordó en el juicio: “A estas putitas hay que cogérselas y dejarlas tiradas”.

Esta mujer, que conoció al hombre tiempo antes del crimen, le dijo al jurado que Solvas no aceptaba un “no” por respuesta, y que le escribía y se contestaba solo. A ella misma la hostigaba a través de los mensajes. La persecución llegó a tanto que fue a la casa de ella, saltó el paredón y golpeó la puerta. Hasta la invitó a su casa a la madrugada, mismo modus operandi que usó con Tamara. Esta testigo admitió en el debate que tuvo mucho miedo.

Otros testimonios que desfilaron en el juicio aportaron charlas de WhatsApp, confirmaron que Solvas tuvo prohibiciones de acercamiento y de exclusión del hogar, y protagonizó violencia verbal y con objetos. Una mujer que declaró no sólo le bloqueó el teléfono sino que debió mudarse a Trelew para sentirse protegida.

En su alegato, Olavarría describió que Solvas vistió mal el cuerpo de Tamara y lo tiró cerca de Playa Paraná. Sólo pudo ser hallado con un drone, la única forma en un lugar de difícil rastrillaje. Habían pasado la Policía, la Montada y los perros y no habían podido dar con el cadáver, que desde la ruta no se podía ver por los arbustos de 1,50 metros. El asesino sabía que en esa época del año la zona era poco concurrida. “Descartó a Tamara como si fuera un objeto”, alegó.

Por otro lado, la querellante consideró demostrado que Solvas no tuvo ninguna empatía con la víctima: tras matarla siguió trabajando normalmente en mecánica y con sus charlas habituales.

Y al camionero que lo llevó hasta Arroyo Verde le mintió sobre la razón de su viaje y hasta sobre su identidad.

Solvas llegó a declarar que nunca había hablado con su víctima. Y ante el jurado aseguró que como Tamara “le hacía cosquillas”, la empujó y murió del golpe con el piso. La insólita explicación fue descartada por los forenses.

En línea con la acusación de femicidio, este jueves también hubo un contundente alegato del fiscal Jorge Bugueño, que repasó la evidencia que se produjo en el juicio, y que fundamenta la existencia de violencia de género. Pidió al jurado que Solvas sea declarado responsable.

También alegaron la querella de Lorena Elisaincin y Belén Luján, y la defensa del acusado.

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Hernán Solbes, culpable de femicidio.
20 MAR 2025 - 12:44

El jurado decidió la calificación legal para el crimen de Tamara Silva a manos de Hernán Solvas. La Fiscalía y la querella le imputaron femicidio y le cabría prisión perpetua; la defensa sostenía que fue un homicidio simple o preterintencional, con una condena mucho menor.

La mañana de este jueves se realizó la tercera audiencia en Puerto Madryn con los alegatos finales. Luego la jueza María Alejandra Hernández dio las instrucciones al jurado, que tras discutir el caso declaró culpable a Hernán Solvas. Este debate secreto de los 12 vecinos debe durar al menos dos horas pero no tiene un límite máximo.

La madrugada del 9 de mayo del 2023, Tamara se reunió con Hernán Solvas en la casa del criminal en la ciudad del Golfo. No se conocían mucho. Él se drogó y tomó alcohol. Se puso agresivo y la mató de un golpe en la cabeza. Luego llevó su cadáver en el asiento trasero de su Ford Escort para ocultarlo a la vera de un camino entre Playa Paraná y Cerro Avanzado. Fue hallada el 12 de mayo.

Paralelamente, Solvas fue detenido en Arroyo Verde cuando intentaba escapar de Chubut. En su cuerpo tenía arañazos de defensa que el ADN demostró que eran de Tamara.

La penalista Olavarría (derecha), una querellante.


En un contundente alegato, Gladys Olavarría, que representa a parte de la familia de Tamara, recordó una reveladora frase de Solvas sobre las mujeres que una testigo recordó en el juicio: “A estas putitas hay que cogérselas y dejarlas tiradas”.

Esta mujer, que conoció al hombre tiempo antes del crimen, le dijo al jurado que Solvas no aceptaba un “no” por respuesta, y que le escribía y se contestaba solo. A ella misma la hostigaba a través de los mensajes. La persecución llegó a tanto que fue a la casa de ella, saltó el paredón y golpeó la puerta. Hasta la invitó a su casa a la madrugada, mismo modus operandi que usó con Tamara. Esta testigo admitió en el debate que tuvo mucho miedo.

Otros testimonios que desfilaron en el juicio aportaron charlas de WhatsApp, confirmaron que Solvas tuvo prohibiciones de acercamiento y de exclusión del hogar, y protagonizó violencia verbal y con objetos. Una mujer que declaró no sólo le bloqueó el teléfono sino que debió mudarse a Trelew para sentirse protegida.

En su alegato, Olavarría describió que Solvas vistió mal el cuerpo de Tamara y lo tiró cerca de Playa Paraná. Sólo pudo ser hallado con un drone, la única forma en un lugar de difícil rastrillaje. Habían pasado la Policía, la Montada y los perros y no habían podido dar con el cadáver, que desde la ruta no se podía ver por los arbustos de 1,50 metros. El asesino sabía que en esa época del año la zona era poco concurrida. “Descartó a Tamara como si fuera un objeto”, alegó.

Por otro lado, la querellante consideró demostrado que Solvas no tuvo ninguna empatía con la víctima: tras matarla siguió trabajando normalmente en mecánica y con sus charlas habituales.

Y al camionero que lo llevó hasta Arroyo Verde le mintió sobre la razón de su viaje y hasta sobre su identidad.

Solvas llegó a declarar que nunca había hablado con su víctima. Y ante el jurado aseguró que como Tamara “le hacía cosquillas”, la empujó y murió del golpe con el piso. La insólita explicación fue descartada por los forenses.

En línea con la acusación de femicidio, este jueves también hubo un contundente alegato del fiscal Jorge Bugueño, que repasó la evidencia que se produjo en el juicio, y que fundamenta la existencia de violencia de género. Pidió al jurado que Solvas sea declarado responsable.

También alegaron la querella de Lorena Elisaincin y Belén Luján, y la defensa del acusado.