Fotos: Daniel Feldman
El gobernador Nacho Torres y el presidente del Instituto de Seguridad Social y Seguros, Sergio Wisky, presentaron un balance de gestión del Instituto, con un informe de la situación actual de la obra social Seros, que según el parte de prensa “atraviesa un presente de déficit cero y equilibrio económico”.
Torres ponderó que "tiempo atrás no había previsibilidad en el Instituto, incluso muchos escondían los problemas debajo de la alfombra para no tener que dar discusiones incómodas, como por ejemplo la de algún gremio en particular que no aportaba, lo que fue una estafa para todos los afiliados".
"Cuando las cosas se hablan y cuando es evidente que hay una injusticia, se puede avanzar y resolver los inconvenientes. Seros tenía un problema de base muy importante y del orden institucional, donde tuvimos que tomar una decisión poco feliz pero acertada, que fue intervenir la obra social", apuntó.
"A diferencia de PAMI, cuya intervención fue eterna, en el Instituto no pasó porque la decisión fue un ordenamiento institucional para que se cumpliera lo que dice la ley".
La intervención y la reorganización del ISSyS "permitió darle al organismo esa previsibilidad que alguna vez tuvo, y que por malas administraciones que lo usaron como una 'caja política' durante mucho tiempo, se rompió la confianza en el organismo", señaló el Gobernador.
"Con las cuentas del Instituto saneadas, podemos garantizar al sector más vulnerable que habrá más inversión en calidad prestacional", explicó Torres. "Decidimos ir a fondo en un montón de estafas que cometían prestadores históricos; había muchos actos de injusticia donde prestadores o médicos hacían las cosas bien y con honestidad, sabiendo que era muy permeable poder hacer las cosas mal; y, por otro lado, hubo algunos de los que se creía que eran 'el médico del pueblo' y que resultaron ser unos chantas".
"No hay que tener miedo a dar esas discusiones, porque así logramos ordenar una obra social que era un desmadre", reflexionó.
Recordó algunos de los casos de corrupción e irregularidades detectados en prestadores, "como el de un 'vivo' que se compró un resonador, porque era amigo del gobierno de turno, y pasaban órdenes de diagnóstico por imágenes, mientras que cuando iba algún jubilado con una dolencia puntual, le hacían intervenciones que ni siquiera eran necesarias; pero eso no es un acto de bondad hacia un afiliado, sino una estafa, porque cada prestación de más que se hace es una pérdida en la capacidad de la obra social de brindar una mejor calidad de atención".
"Habrá más ahorro fiscal y menos derivaciones, por eso es tan importante la etapa actual del Instituto, que es la prestacional ", recalcó el gobernador.
Por su parte, el presidente del ISSyS, Sergio Wisky, explicó que "se consolidó el equilibrio fiscal, lo que nos llevó a hacer muchos esfuerzos internos".
El funcionario planteó que "nuestras decisiones tienen que estar en que cada paciente esté satisfecho y que, ante una necesidad que lo deje vulnerable, el sistema pueda dar una respuesta".
Fotos: Daniel Feldman
El gobernador Nacho Torres y el presidente del Instituto de Seguridad Social y Seguros, Sergio Wisky, presentaron un balance de gestión del Instituto, con un informe de la situación actual de la obra social Seros, que según el parte de prensa “atraviesa un presente de déficit cero y equilibrio económico”.
Torres ponderó que "tiempo atrás no había previsibilidad en el Instituto, incluso muchos escondían los problemas debajo de la alfombra para no tener que dar discusiones incómodas, como por ejemplo la de algún gremio en particular que no aportaba, lo que fue una estafa para todos los afiliados".
"Cuando las cosas se hablan y cuando es evidente que hay una injusticia, se puede avanzar y resolver los inconvenientes. Seros tenía un problema de base muy importante y del orden institucional, donde tuvimos que tomar una decisión poco feliz pero acertada, que fue intervenir la obra social", apuntó.
"A diferencia de PAMI, cuya intervención fue eterna, en el Instituto no pasó porque la decisión fue un ordenamiento institucional para que se cumpliera lo que dice la ley".
La intervención y la reorganización del ISSyS "permitió darle al organismo esa previsibilidad que alguna vez tuvo, y que por malas administraciones que lo usaron como una 'caja política' durante mucho tiempo, se rompió la confianza en el organismo", señaló el Gobernador.
"Con las cuentas del Instituto saneadas, podemos garantizar al sector más vulnerable que habrá más inversión en calidad prestacional", explicó Torres. "Decidimos ir a fondo en un montón de estafas que cometían prestadores históricos; había muchos actos de injusticia donde prestadores o médicos hacían las cosas bien y con honestidad, sabiendo que era muy permeable poder hacer las cosas mal; y, por otro lado, hubo algunos de los que se creía que eran 'el médico del pueblo' y que resultaron ser unos chantas".
"No hay que tener miedo a dar esas discusiones, porque así logramos ordenar una obra social que era un desmadre", reflexionó.
Recordó algunos de los casos de corrupción e irregularidades detectados en prestadores, "como el de un 'vivo' que se compró un resonador, porque era amigo del gobierno de turno, y pasaban órdenes de diagnóstico por imágenes, mientras que cuando iba algún jubilado con una dolencia puntual, le hacían intervenciones que ni siquiera eran necesarias; pero eso no es un acto de bondad hacia un afiliado, sino una estafa, porque cada prestación de más que se hace es una pérdida en la capacidad de la obra social de brindar una mejor calidad de atención".
"Habrá más ahorro fiscal y menos derivaciones, por eso es tan importante la etapa actual del Instituto, que es la prestacional ", recalcó el gobernador.
Por su parte, el presidente del ISSyS, Sergio Wisky, explicó que "se consolidó el equilibrio fiscal, lo que nos llevó a hacer muchos esfuerzos internos".
El funcionario planteó que "nuestras decisiones tienen que estar en que cada paciente esté satisfecho y que, ante una necesidad que lo deje vulnerable, el sistema pueda dar una respuesta".