Una voz comodorense brilla en el Teatro Colón

Virginia Guevara (27) es de Comodoro y rompió el molde. Se distinguió desde niña. Jugando pero no tanto. “Distinta” por la inspiración que le generaba una música que su generación no solía escuchar y por animarse a romper algunos moldes. Debutó profesionalmente haciendo “Aurora” en el Teatro Colón y ahora cantará la pieza clásica de Puccini.

17 FEB 2025 - 11:43 | Actualizado 17 FEB 2025 - 12:30

Por Ismael Tebes
REDACCIÓN JORNADA
itebes@grupojornada.com
En X: @IsmaTebes

“Lo que es para ti, te encuentra. No solamente llega y se queda para siempre, se mete en el corazón”. El vínculo con la música pareció unir todos los caminos, no sin esfuerzo, con altas dosis de pasión. De Disney a la ópera; del egreso a una audición y de Próspero Palazzo al Teatro Colón. Todo con la llave de una voz que sacude las paredes y hasta trasciende los géneros.


“Empecé a cantar a los tres años y medio por mímica. Me llamaba la atención la música clásica que veía en las películas de Disney. De “La Bella Durmienta” a “Blancanieves” cantaban con un estilo de ópera aunque yo no tenía idea. Después, a través de un disco de pasta de Ginamaría Hidalgo, sentí que la voz de esa mujer fue como una revelación para mí”, describe Virginia quien se sintió “maravillada” por ese género.

“A los doce años me regalaron un CD con los éxitos de María Callas y es ahí, donde yo me adentré en el mundo de lo clásico. Ahí empecé a entender ciertos factores; que ella era además una gran actriz. Escuchaba esa música y me revolucionaba el cuerpo”. De ahí irrumpió el Coro Juvenil Municipal y en el grupo lírico “Amistad Sur”, una puerta que terminó por abrir su propio universo.


“Todos conocemos el fragmento de alguna ópera, por películas o por publicidades. Uno no sabía hasta que lo escuchaba. A veces cuento momento de las arias, les cuento la secuencia de la historia y en qué va. La gente entiende más allá del idioma, por lo musical y por la actuación. Lo hago para que la gente entienda porque me gusta”, cuenta Guevara sobre el impacto que representa el manejo de la voz.


“Los cantantes líricos que están dentro del verdadero ambiente somos los “atletas” de los cantantes porque tenemos una rutina diaria y ejercicios que tenemos que hacer para trabajar los músculos del cuerpo y las cuerdas vocales. Entrenamos el cuerpo porque de eso vivimos”. El género implica una alta demanda de vocalidad ya que requiere de actuación, canto y en todos los casos, manejo de idiomas; coreografía y vestuario. Llegó a cantar en italiano, alemán, francés y hasta en inglés británico todo en una misma obra.


Para el sueño completo faltaba el mejor escenario. El año pasado debutó en el Teatro Colón en la obra “Aurora” de Héctor Panizza, la ópera en la que se creó la canción “Patria Nuestra”. Ahí en la sala principal, debutó oficialmente en el aria del intermezzo épico en el segundo acto interpretando a “Chiquita”, la criolla criada de Aurora, la hija del comandante español. “Pisarlo , estar ahí y poder sentir ese calorcito al alma y a los sueños cumplidos porque siempre quise ser abanderada y en la obra soy la que baja la bandera española y sube la argentina”.


“El teatro lo es todo, es el arte en su máxima expresión”. Virginia Guevara vive hace nueve años en Buenos Aires, el destino que llegó con tozudez y frescura, un cocktail difícil de explicar cuando no se tiene formación académica. “Con la insistencia de mi mamá, surgió la audición para el Instituto Superior del Teatro Colón. Coincidió justo con mi viaje de egreso y como tuve que optar, fui a audicionar sin saber cómo me iba a ir. Fuimos en colectivo y canté el “Casta Diva” de la ópera Norma de Bellini, que es una pieza que cantan quienes tienen experiencia. Ni sabía italiano pero canté. Aún hoy los profesores recuerdan esa audición porque en un momento de coros, les caí en gracia y terminaron todos cantando. Habitualmente no hacen esas cosas y no hay márgen, para que pase algo así”.

“Me dijeron que era un diamante en bruto que había que moldear”. Y ahí surgió la posibilidad de una beca extraordinaria para su formación, siendo el cuarto caso conocido desde la apertura del Instituto. “En un año tenía que estudiar lo que otros chicos hacían en tres años en un conservatorio. Ingresé a los 19 cuando la mayoría de las personas lo hacen alrededor de los 25 a los 30 ya con una formación”.

“En su momento pensé que el canto iba a ser un hobby. Hoy me estoy consagrando como una profesional en el canto lírico; porque el Colón me contrató cuando todavía me falta un año de Instituto. Yo canté mucho en el “Colón para chicos” durante dos años, me convocaban para esas cosas y ahí me hice visible. Primero me llamaron para ser covern o reemplazo en la obra “El Cónsul”. En un ensayo, justo el día de mi cumpleaños apareció Marcelo Ayub, quien elegía los cantantes y me dio el titular de “Chiquita”, la ópera siguiente”. Hacia adelante, lo que viene es el éxito. Participará de “El tríptico” de Puccini siendoSuor Genoveva en una de las tres óperas que componen la obra.


“En la ópera se utilizan subtítulos. No es que cantemos en un idioma que la gente no entenderá y hoy en día sale más barato ir a ver una ópera que al cine”. Y al final, Europa. “Es uno de los escalones a subir. Tengo que mandar videos y ahora tengo conque. Soy una cantante lírica profesional y eso me sirve. La ópera nació en Europa y quiero poder crecer ahí”.

17 FEB 2025 - 11:43

Por Ismael Tebes
REDACCIÓN JORNADA
itebes@grupojornada.com
En X: @IsmaTebes

“Lo que es para ti, te encuentra. No solamente llega y se queda para siempre, se mete en el corazón”. El vínculo con la música pareció unir todos los caminos, no sin esfuerzo, con altas dosis de pasión. De Disney a la ópera; del egreso a una audición y de Próspero Palazzo al Teatro Colón. Todo con la llave de una voz que sacude las paredes y hasta trasciende los géneros.


“Empecé a cantar a los tres años y medio por mímica. Me llamaba la atención la música clásica que veía en las películas de Disney. De “La Bella Durmienta” a “Blancanieves” cantaban con un estilo de ópera aunque yo no tenía idea. Después, a través de un disco de pasta de Ginamaría Hidalgo, sentí que la voz de esa mujer fue como una revelación para mí”, describe Virginia quien se sintió “maravillada” por ese género.

“A los doce años me regalaron un CD con los éxitos de María Callas y es ahí, donde yo me adentré en el mundo de lo clásico. Ahí empecé a entender ciertos factores; que ella era además una gran actriz. Escuchaba esa música y me revolucionaba el cuerpo”. De ahí irrumpió el Coro Juvenil Municipal y en el grupo lírico “Amistad Sur”, una puerta que terminó por abrir su propio universo.


“Todos conocemos el fragmento de alguna ópera, por películas o por publicidades. Uno no sabía hasta que lo escuchaba. A veces cuento momento de las arias, les cuento la secuencia de la historia y en qué va. La gente entiende más allá del idioma, por lo musical y por la actuación. Lo hago para que la gente entienda porque me gusta”, cuenta Guevara sobre el impacto que representa el manejo de la voz.


“Los cantantes líricos que están dentro del verdadero ambiente somos los “atletas” de los cantantes porque tenemos una rutina diaria y ejercicios que tenemos que hacer para trabajar los músculos del cuerpo y las cuerdas vocales. Entrenamos el cuerpo porque de eso vivimos”. El género implica una alta demanda de vocalidad ya que requiere de actuación, canto y en todos los casos, manejo de idiomas; coreografía y vestuario. Llegó a cantar en italiano, alemán, francés y hasta en inglés británico todo en una misma obra.


Para el sueño completo faltaba el mejor escenario. El año pasado debutó en el Teatro Colón en la obra “Aurora” de Héctor Panizza, la ópera en la que se creó la canción “Patria Nuestra”. Ahí en la sala principal, debutó oficialmente en el aria del intermezzo épico en el segundo acto interpretando a “Chiquita”, la criolla criada de Aurora, la hija del comandante español. “Pisarlo , estar ahí y poder sentir ese calorcito al alma y a los sueños cumplidos porque siempre quise ser abanderada y en la obra soy la que baja la bandera española y sube la argentina”.


“El teatro lo es todo, es el arte en su máxima expresión”. Virginia Guevara vive hace nueve años en Buenos Aires, el destino que llegó con tozudez y frescura, un cocktail difícil de explicar cuando no se tiene formación académica. “Con la insistencia de mi mamá, surgió la audición para el Instituto Superior del Teatro Colón. Coincidió justo con mi viaje de egreso y como tuve que optar, fui a audicionar sin saber cómo me iba a ir. Fuimos en colectivo y canté el “Casta Diva” de la ópera Norma de Bellini, que es una pieza que cantan quienes tienen experiencia. Ni sabía italiano pero canté. Aún hoy los profesores recuerdan esa audición porque en un momento de coros, les caí en gracia y terminaron todos cantando. Habitualmente no hacen esas cosas y no hay márgen, para que pase algo así”.

“Me dijeron que era un diamante en bruto que había que moldear”. Y ahí surgió la posibilidad de una beca extraordinaria para su formación, siendo el cuarto caso conocido desde la apertura del Instituto. “En un año tenía que estudiar lo que otros chicos hacían en tres años en un conservatorio. Ingresé a los 19 cuando la mayoría de las personas lo hacen alrededor de los 25 a los 30 ya con una formación”.

“En su momento pensé que el canto iba a ser un hobby. Hoy me estoy consagrando como una profesional en el canto lírico; porque el Colón me contrató cuando todavía me falta un año de Instituto. Yo canté mucho en el “Colón para chicos” durante dos años, me convocaban para esas cosas y ahí me hice visible. Primero me llamaron para ser covern o reemplazo en la obra “El Cónsul”. En un ensayo, justo el día de mi cumpleaños apareció Marcelo Ayub, quien elegía los cantantes y me dio el titular de “Chiquita”, la ópera siguiente”. Hacia adelante, lo que viene es el éxito. Participará de “El tríptico” de Puccini siendoSuor Genoveva en una de las tres óperas que componen la obra.


“En la ópera se utilizan subtítulos. No es que cantemos en un idioma que la gente no entenderá y hoy en día sale más barato ir a ver una ópera que al cine”. Y al final, Europa. “Es uno de los escalones a subir. Tengo que mandar videos y ahora tengo conque. Soy una cantante lírica profesional y eso me sirve. La ópera nació en Europa y quiero poder crecer ahí”.