“Lo mataron a él y también me mataron a mí”

Ivana Báez, la madre de Juan de la Cruz Aguilar, pidió justicia por su hijo y denunció problemas de convivencia con sus vecinos en el barrio Ciudadela. “Yo solamente quiero justicia, nomás por mi hijo, porque era rebueno y no se merecía lo que le hicieron”, resumió a la salida de Fiscalía donde se interiorizó con quienes investigan el hecho ocurrido el pasado primero de enero. “Estuve treinta y seis días en el hospital. Me lo entregaron hecho una cagada a mi hijo y él era gordito. Yo no sé si fue responsabilidad del hospital o si fue la puñalada que lo lastimó hasta matarlo. Solo quiero justicia porque me partió el alma la muerte de mi hijo. Y me duele la vida ahora y ni sé cómo voy a seguir”, indicó Báez.

Lamentó que no se hayan producido avances en la investigación y que no se disponga hasta ahora de elementos que determinen la autoría del hecho o la existencia de cámaras de seguridad en el lugar. “Vine a la Fiscalía a buscar respuestas porque no hay nada. No puede ser que no haya nada. A mí se han cansado de escracharme en Ciudadela y se han cansado de mostrar cámaras porque mi vecina es una oficial de policía.

Se ha cansado de molestarme a mí y a mi hijo. Ahora que lo mataron a mi hijo se burlan, se me ríe en la cara. Recién la crucé a esta vecina que se sigue riendo. Y si yo le pego me van a meter presa a mí ?. Con su ropa de policía se me burla en la cara”.

Y lamentó que este problema de convivencia barrial, se produzca en medio del duelo que significó el fallecimiento de su hijo en un hecho aún no esclarecido. “Todo ésto es injusto. La policía fue en parte como todos acá culpables, porque me lo mataron a mi hijo y esto no va a quedar así”.

A las 18 horas convocó a una marcha en pedido de Justicia para Juan de la Cruz Aguilar en la Plaza de la Escuela 83, en un reclamo que reuniría a familiares de otras víctimas de hechos de violencia ocurridos en la ciudad.

“Le pido a la gente y a quienes conocían a mi hijo, el que lo conocía de verdad sabe que él era un pibe respetuoso, bueno, y que vendía pan. Era renguito porque tuvo un accidente de chico y quedó así, tenía problemas para caminar. Nada más. Ahora va a ser papá y ya no está, queremos que se haga justicia y que la gente se acerque porque hoy puede ser mi hijo y mañana puede ser el de ustedes. No saben el dolor que eso produce”.

La madre del menor fallecido reconoció que “La Justicia nunca se acercó a nada. Yo tuve que venir acá a Fiscalía para ver la causa cuando mi hijo ya no estaba, nunca se acercó nadie para hablar conmigo, absolutamente nadie. Treinta y seis días estuve en el hospital, acampé en el hospital y no se acercó nadie”.

“No sé qué hace la brigada –cuestionó- porque no hay cámaras en el lugar. Cuando escracharon a mi familia presentaron veinte mil cámaras. Es más, todavía la policía sigue tirando datos de las cámaras de mi hijo. Acá pasó algo con mi hijo y yo quiero que se haga justicia nada más. Mi hijo era rebueno y muy compañero. Lo mataron a él y también me mataron a mí”.