La venta de combustibles volvió a retroceder en diciembre del año pasado y suma un año de caídas consecutivas, informó el portal especializado Surtidores, que divulgó datos sobre el sector en cada una de las provincias argentinas.
El dato es que la caída de ventas a afectó los 24 distritos del país. Chubut, por ejemplo, pasó un una venta de casi 410 millones de metros cúbicos en 2023 a algo más de 376 millones de metros cúbicos el año pasado, marcando una caída de 8,08% de un año a otro.
Según el informe, el consumo de nafta y gasoil en las estaciones de servicio sigue sin recuperarse y la demanda del último mes del año pasado, inclusive fue menor que la de noviembre, revirtiendo una tendencia intermensual en alza que había comenzado a consolidarse.
A pesar de que los precios de los combustibles vienen aumentando por debajo de la inflación, el consumo no logra revertir la tendencia decreciente que comenzó hace exactamente un año. De acuerdo a un reciente informe de la Secretaría de Energía de la Nación, en base a datos provistos por las compañías que actúan en el mercado, las ventas de nafta y gasoil al público retrocedieron en diciembre pasado un 5,67% respecto al mismo mes del año anterior y 1,66% si se contrapone con noviembre.
En lo que respecta a la demanda anual, las cifras oficiales confirman la recesión: -8.89% si se confronta 2024 con 2023. En este comparativo, el producto de mayor retracción fue la nafta Premium, con una caída interanual del 18,76%; seguido por el gasoil tradicional, con una retracción de 13,13%; el consumo de diésel de menor cantidad de azufre cayó 6,45%; y la nafta súper retrocedió un 2,89%.
Asimismo, y debido a que por la paridad de precios, a los extranjeros ya no les resulta conveniente cruzar la frontera para abastecerse, las provincias que lideraron el retroceso interanual de ventas fueron, precisamente, aquellas que están cerca de fronteras: Formosa cayó un 27,17%; seguida por Misiones, con 25,29%; Corrientes, con 19,85%; y Entre Ríos, con 15,85%.
El relevamiento también resalta caídas significativas en otras regiones. Por ejemplo, la Provincia de Buenos Aires registró un retroceso del 7,17%, mientras que Catamarca y Chaco mostraron descensos de 7,38% y 12,11%, respectivamente. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la caída fue más moderada, con 1,49%.
Los actores del sector apuntan a varios factores que contribuyeron a esta situación: la pérdida de poder adquisitivo, los costos crecientes para los consumidores y una economía que aún no logra recuperarse del todo. A pesar de las esperanzas puestas en una estabilización de los indicadores macro, el mercado de combustibles sigue siendo uno de los más afectados por la incertidumbre y las fluctuaciones de la demanda.
La venta de combustibles volvió a retroceder en diciembre del año pasado y suma un año de caídas consecutivas, informó el portal especializado Surtidores, que divulgó datos sobre el sector en cada una de las provincias argentinas.
El dato es que la caída de ventas a afectó los 24 distritos del país. Chubut, por ejemplo, pasó un una venta de casi 410 millones de metros cúbicos en 2023 a algo más de 376 millones de metros cúbicos el año pasado, marcando una caída de 8,08% de un año a otro.
Según el informe, el consumo de nafta y gasoil en las estaciones de servicio sigue sin recuperarse y la demanda del último mes del año pasado, inclusive fue menor que la de noviembre, revirtiendo una tendencia intermensual en alza que había comenzado a consolidarse.
A pesar de que los precios de los combustibles vienen aumentando por debajo de la inflación, el consumo no logra revertir la tendencia decreciente que comenzó hace exactamente un año. De acuerdo a un reciente informe de la Secretaría de Energía de la Nación, en base a datos provistos por las compañías que actúan en el mercado, las ventas de nafta y gasoil al público retrocedieron en diciembre pasado un 5,67% respecto al mismo mes del año anterior y 1,66% si se contrapone con noviembre.
En lo que respecta a la demanda anual, las cifras oficiales confirman la recesión: -8.89% si se confronta 2024 con 2023. En este comparativo, el producto de mayor retracción fue la nafta Premium, con una caída interanual del 18,76%; seguido por el gasoil tradicional, con una retracción de 13,13%; el consumo de diésel de menor cantidad de azufre cayó 6,45%; y la nafta súper retrocedió un 2,89%.
Asimismo, y debido a que por la paridad de precios, a los extranjeros ya no les resulta conveniente cruzar la frontera para abastecerse, las provincias que lideraron el retroceso interanual de ventas fueron, precisamente, aquellas que están cerca de fronteras: Formosa cayó un 27,17%; seguida por Misiones, con 25,29%; Corrientes, con 19,85%; y Entre Ríos, con 15,85%.
El relevamiento también resalta caídas significativas en otras regiones. Por ejemplo, la Provincia de Buenos Aires registró un retroceso del 7,17%, mientras que Catamarca y Chaco mostraron descensos de 7,38% y 12,11%, respectivamente. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la caída fue más moderada, con 1,49%.
Los actores del sector apuntan a varios factores que contribuyeron a esta situación: la pérdida de poder adquisitivo, los costos crecientes para los consumidores y una economía que aún no logra recuperarse del todo. A pesar de las esperanzas puestas en una estabilización de los indicadores macro, el mercado de combustibles sigue siendo uno de los más afectados por la incertidumbre y las fluctuaciones de la demanda.