El Dakar 2009 trasladó la aventura a Sudamérica. Con 9.000 kilómetros entre Argentina y Chile, la competencia reunió a 436 participantes en autos, motos, camiones y cuatriciclos.
Puerto Madryn fue el escenario de la segunda etapa. Los vehículos arribaron tras surcar las planicies pampeanas, ofreciendo un espectáculo único que congregó a más de 100 mil personas en las calles de la ciudad.
La emoción invadió cada rincón de la ciudad. Los motores rugieron con fuerza mientras los competidores desfilaban por avenidas principales y el parque cerrado en El Golfito, recibiendo aplausos y ovaciones.
Carlos Sainz y Marc Coma destacaron en la jornada. El piloto español lideró en autos, mientras Coma brilló en motos, conquistando al público con su destreza y velocidad.El impacto del Dakar se sintió más allá del deporte. La ciudad vivió un movimiento turístico único, con hoteles y restaurantes colmados, y visitantes de distintos puntos del país y el mundo.
El operativo de seguridad fue prolijo. La logística y la organización permitieron una jornada sin sobresaltos. El día siguiente marcó el inicio de la tercera etapa y los competidores partieron rumbo a Ingeniero Jacobacci, enfrentando un enlace de 694 kilómetros por la meseta patagónica.
Madryn se consolidó como un hito en el Dakar. Más de 15 años después, el recuerdo de aquella jornada sigue vivo en la memoria colectiva de la ciudad. Puerto Madryn quedó en la historia del automovilismo mundial. Por un día, fue el epicentro de la pasión motor, dejando una huella inolvidable en los espectadores y la región.
El Dakar 2009 trasladó la aventura a Sudamérica. Con 9.000 kilómetros entre Argentina y Chile, la competencia reunió a 436 participantes en autos, motos, camiones y cuatriciclos.
Puerto Madryn fue el escenario de la segunda etapa. Los vehículos arribaron tras surcar las planicies pampeanas, ofreciendo un espectáculo único que congregó a más de 100 mil personas en las calles de la ciudad.
La emoción invadió cada rincón de la ciudad. Los motores rugieron con fuerza mientras los competidores desfilaban por avenidas principales y el parque cerrado en El Golfito, recibiendo aplausos y ovaciones.
Carlos Sainz y Marc Coma destacaron en la jornada. El piloto español lideró en autos, mientras Coma brilló en motos, conquistando al público con su destreza y velocidad.El impacto del Dakar se sintió más allá del deporte. La ciudad vivió un movimiento turístico único, con hoteles y restaurantes colmados, y visitantes de distintos puntos del país y el mundo.
El operativo de seguridad fue prolijo. La logística y la organización permitieron una jornada sin sobresaltos. El día siguiente marcó el inicio de la tercera etapa y los competidores partieron rumbo a Ingeniero Jacobacci, enfrentando un enlace de 694 kilómetros por la meseta patagónica.
Madryn se consolidó como un hito en el Dakar. Más de 15 años después, el recuerdo de aquella jornada sigue vivo en la memoria colectiva de la ciudad. Puerto Madryn quedó en la historia del automovilismo mundial. Por un día, fue el epicentro de la pasión motor, dejando una huella inolvidable en los espectadores y la región.