“Yo no trabajé, yo disfruté”

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Por Edgardo Lillo. Realización Audivisual: Gustavo Zuñiga (Jornada Medios).

Primera dos aclaraciones a su interlocutor en el diálogo en vivo con Tiempo Deportivo: “González Bonet son mis hijitos, que hoy ya peinancanas (Carlos y Leandro), pero yo soy Bonet solo. Me decís 30 años, pero pasaron para vos, para mí no”.

“Hoy organizar un Campeonato Argentino sería algo mágico, digamos, tener esas figuras. Vinieron todos los de elite”, memoró.

“Me acuerdo que en ese momento la puja era entre el Turco (Raúl) Lemir y Daniel Fontana. Daniel se lo quería comer, pero hacía mucho calor, Pirámides era una belleza de día y le cobró factura, se quedó a un costado del camino, lo ayudaron con agua y fruta. Era mucho más joven que el Turco, que le ganó, no pudo evitarse las cargadas. Pero después se hicieron muy amigos”, recordó sobre el Medio Iron Man de Puerto Pirámides ’94.

“Daniel Fontana también es Patagónico, oriundo de General Roca (Río Negro). En esa temporada ganó otra fecha del Campeonato Argentino de distancia olímpica en Playa Unión, en un duelo inolvidable con el trelewense Pablo Rodríguez.

“Mi casa era la secretaría de Evento Sport, la gente pasaba por acá antes de ir al lugar donde se inscribía”, celebró Susana.
“Yo no trabajé, yo disfruté, porque acompañé a mis hijos, Lea era chico todavía, tenía 14 años, pero Loncho ya estaba haciendo sus primeras armas”, destacó.

“Pedro (Battaglini) se inició con la Escuela de Triatlón, con grandes y chicos, los más grandes eran “Loncho” (González Bonet), Sebastián Sarries y Alejo Ferraría que corrían a nivel nacional en Mar del Plata, que era la sede por excelencia de aquel entonces, La Paz todavía no brillaba tanto”, señaló Susy.

“Quique Pérez Luces fue el primero que dijo vamos a hacer una subcomisión de triatlón, quiero traer a toda la elite que se pueda. Y fueron Néstor Wener y Silvia Iralde quienes formaron la primera comisión directiva de Evento Sport, yo muy tranquila vine después, aunque los libros los tiene mamá, a los libros los tengo yo (risas)”, remarcó.

“Son dos libros, ahí figuran toda la creación, todas las fechas que hicimos, llegamos a hacer diez fechas nacionales en el año, entre el Campeonato Patagónico que tenía incluido un Argentino y el Duatlón, era todo el año dale y dale. Al principio eran poquitos, no corrían demasiados, pero la competencia tenía otra calidad”, dijo con nostalgia.

“Hoy en día el triatlón es un deporte caro, muy caro. Son tres disciplinas, tres tiempos para tomar. Los corredores necesitan para entrenar una buena bicicleta, las zapatillas más o menos, el neoprene y una pileta donde entrenar”, admitió.

Un domingo de tributo

“Aun así el domingo estuvo muy lindo porque vi tantas caras conocidas, tantas caras queridas, desde los chicos como Vanshi (Thomas) y Sebastián Arrative que ese momento estaban en la escuelita, y me vinieron a saludar otros más que no se animaron a largar. Y el Facu Parra me llenó el alma, le pregunté a Lea si todavía estaba corriendo y me dijo, no vieja, está corriendo por vos, me quería morir. También Anita (Montero), el Portu (Pereyra), Osvaldo (De la Haye), (Horacio) Ulik, estaban todos… Fue un domingo hermosísimo”, sostuvo reconfortada.

Cronometrista de excelencia

“Primero arranqué con un cronómetro común, que marcaba los tiempos y se los tenía que cantar a alguien mientras otro tomaba los números. Después nos modernizamos, Raúl Marín trajo como novedad desde Buenos Aires un cronómetro con impresora. Ya nos ahorraba un escrito, entonces necesitaba solamente alguien que anotara los números de los corredores. Pero como tomábamos parciales, tenían que haber dos en la salida de la natación, dos en la entrada del ciclismo, dos en la salida del ciclismo, otro para el pedestrismo y otro para la llegada, así que agarraba a todo el que se me cruzaba para que me ayudara”, reconoció.

“El domingo me enteré que el programa que utilizábamos para sacar todos los parciales lo había hecho Alejo Ferraría y después lo modernizó Sebastián Sarries. Era un programa que hasta querían copiar los que venían de Buenos Aires, pero la traba era muy grande, me pedían la computadora para ver si podían copiarlo, viste como soy yo, pero igual no entendían cómo se había diseñado. Fue muy bueno”, expuso.

Mamá del básquet

“Empezamos a trabajar en el básquet de Independiente también con Pedro (Battaglini), que me metió en todas, pero éramos un grupo de padres, no sabés, con Pre Mini, Mini, Escuelita. Tal vez porque soy maestra siempre quise que hubiera un semillero, que los chicos amen su deporte. Y un referente del básquet como Marcelo Capaccioni que es como mi ahijado, siempre me decía, estoy celoso, porque a vos te robaron del básquet. Y con los chicos salimos campeones en todas las categorías”, evocó.

El maratón, otro gran suceso

“La idea del Tres Ciudades Patagónicos fue de Nico Torné, después de que vinieron de un maratón de afuera, además de Jaquy Salaberri, Raúl Marín, Rubén Rentería Beltrán, Alfredo Bones y Horacio Ulik que era el tesorero de aquel entonces. El maratón sí que nos sacó canas verdes, pero yo sólo ayudé con los tiempos y en otras cosas, pero fue mérito de ese grupo”, ponderó.

“Siempre fui secretaria, aunque la primera secretaría de Evento Sport fue mi hija Fabiana González Bonet, hasta que se fue a estudiar.
Después empecé yo. Tuve como presidentes a Néstor Wener, Quique Pérez Luces, al Reo Sarries, Juani Peralta, Roberto Bertón, la “Negrita” Sandra De Marzo y alguno más, la mayoría eran triatletas y lo hacían porque les gustaba el triatlón”, precisó sobre los diferentes ciclos de Evento Sport.

“La artritis es mi compañera de vida, no me queda otra que soportarla”, rió al final.

“Me han hecho a sentir el triatlón otra vez en la piel”, sentenció la referente absoluta y total de las pruebas combinadas.