Por Pedro Méndez
pedromendez@grupojornada.com
Una de las gemas que dejó la Feria del Libro y las Artes 2024, de la ciudad de Trelew, fue la posibilidad de conocer a un escritor en un punto alto de su desarrollo, y en ascenso.
Imanol Subiela Salvo es un exponente destacado de la generación Z, nacido en Trelew en 1994, que compartió una cálida y amplia charla, en la que brindó muchos detalles de lo que fue la producción general del libro “Golpe al Museo”, sobre la historia del robo de obras de arte más grande de la Argentina, durante la última dictadura militar.
Imanol contó mucho. Desde el primer contacto con la historia, el proceso de investigación, Las entrevistas, los entrevistados, la tarea de escritura y estructura. Y nos dejó la imagen de un verdadero y comprometido trabajador de la escritura y el lenguaje.
Al encuentro asistieron miembros de la comunidad literaria local y entre los presentes estaban: su mamá, una profesional de las ciencias, su profesora de secundaria y familiares cercanos.
“Fue muy emotivo llegar a Trelew, porque me mandaron un auto con chofer al aeropuerto y para mí, que nací acá, es extraño y divertido. Mi mamá vive acá, mi papá también, así que fue como hacer de ´ciudadano ilustre´ por un momento. (NdelR: Imanol se refiere a la película de ese nombre que cuenta la historia de un escritor consagrado Premio Nobel, que regresa a su pueblo natal).
“Toda la gente con la que me crie está acá, en la sala, y eso es emocionante. Y más que otras veces, porque he hecho otras presentaciones, pero en otros lugares y ante gente que no me conoce. Me comentaron que la Feria no se hacía hace bastante tiempo, así que es muy emocionante que yo pueda estar presentando mi libro, acá”, comentó Imanol, antes de ingresar a los temas propuestos para la charla.
El Golpe al Museo
La historia del libro le llegó en 2019 y quedó allí, como información sobre una linda historia. Un año después, buscando en qué trabajar, y a través de Leila Guerriero, preparó un artículo para Gatopardo, una muy popular revista mexicana, con la historia del robo al Museo de Bellas Artes.
En el transcurso de la edición y de publicación de la nota en la revista, la posibilidad de que el robo al Museo de Bellas Artes se convierta en libro, cobró vida. El gusto de Imanol por la lectura de literatura sobre casos policiales tuvo una incidencia en la elección.
La presentación de su libro en Trelew, fue muy iluminadora desde lo literario y sobre el trabajo para conseguir todo lo necesario para contar una gran historia.
Una historia oculta
“En general, lo que hizo la dictadura está más asociado a los desaparecidos, a los robos de bebés, y otras cosas, pero el plan de la dictadura era más macabro y más amplio. Muchos de los Museos que estaban en la órbita del Estado, fueron saqueados y robados”.
“Era una práctica que la dictadura también hacía con las propiedades de los desaparecidos. Las casas de los desaparecidos eran ingresadas al mercado inmobiliario y los militares se quedaban con el dinero de las ventas. Aún hay algunas causas abiertas por las ventas de esas casas”.
“Con el robo a los museos, lo que hizo la dictadura fue vender las obras y con ese dinero compró armas, para después ir a la Guerra de Malvinas. Esa fue la conclusión a la que llegó la investigación Judicial del caso”.
Los personajes del caso
La historia del robo al Museo de Bellas Artes, pertenece a ese oscuro período de finales de los ´70 y principios de los ´80 en la Argentina.
“La historia es muy interesante porque sus protagonistas son personajes muy excéntricos como Nelly Arrieta de Blaquier, el Juez Norberto Oyarbide, Guillermo Patricio Kelly. Ellos llamaban mucho la atención. Cuando pensé en contar la vida de esos personajes pensé en algo ambiguo. Y no decir si eran malos o buenos”.
“Por ejemplo, Nelly Blaquier es mala, porque es aristócrata. Su marido está asociado a la noche del apagón en el Ingenio Ledesma, la noche en que secuestraron a los empleados de la planta.
Y en este caso, Nelly Blaquier, es la que consigue que dejen de torturar a los empleados del Museo después del robo”.
“Por otra parte, el Juez Oyarbide, tenía muchas causas por corrupción y denuncias en el Colegio de la Magistratura, y al mismo tiempo es el juez que recuperó las obras.
Patricio Kelly un periodista, peronista de derecha, de lo más rancio, que se batió a duelo con las Fuerzas Armadas durante el Golpe de Estado a Perón en el ´55, es el que encuentra a los ladrones del museo de Bellas Artes. Todo es muy ambiguo”.
“Y en la actualidad, vivimos una época donde todos tratan de ser muy asertivos al decir ´Son ellos o nosotros´, o ´sos todo lo que está bien´.
Y a mí, no me gusta mucho esa idea. Uno es bueno o malo en algunos momentos y según las circunstancias. Así que trato, antes de emitir juicios de valor, evaluar la situación a partir de la evidencia disponible”.
“Esto es algo que aprendí de mi mamá, porque ella es bioquímica y su mundo es el de la ciencia. Y cuando yo era chico, pasaba muchas horas en su laboratorio, así que aprendí de ella esa manera de pensar. Eso me quedó marcado a fuego y lo tuve muy en cuenta, a la hora de pensar los personajes del libro, que son muy llamativos y complejos”.
Interpol y Taiwán
Como parte de la tarea de recopilación de datos el escritor se entrevistó con el jefe de interpol en Argentina que se ocupaba de la parte de Bienes Culturales. “Es la parte de Interpol que se ocupa de bienes culturales robados denunciados, etc. Cuando fui a Interpol me sentí en una película de espías. Era un edificio muy venido abajo de la Policía Federal, pero la parte de Interpol era muy lujosa”.
“Hablemos un poco de historia. Argentina no reconoce a Taiwán como país independiente sino como una provincia de China. Por lo tanto, Taiwán no tiene embajada en Argentina, sino que tiene una oficina que oficia de consulado. Y cuando el juez (Norberto) Oyarbide solicita que se investigue a los tenedores de las obras en Taiwán, por este tema del no reconocimiento, Taiwán dice que No. Que no va a investigar nada”.
“Entonces, cuando entrevisté al jefe de interpol, me dice que en 2021 la oficina de Taiwán le había mandado un informe diciendo que en Taiwán no había nadie que se llamara como supuestamente se llamaban los tenedores de las obras, según la Justicia. No había pasaportes, ni nada. Le decían que directamente no existían. Ese dato era nuevo y lo único que aporta el libro a la causa”.
“En el libro cuento la historia, ordeno la información y la doy a conocer. Yo no resuelvo nada. No es la función del periodista resolver casos”.
El Golpe y después
“El libro que salió impreso es la versión N° 5 de la primera versión. Siempre trabajé sobre lo escrito. Yo escribo mucho y escribo rápido. Una amiga que trabaja conmigo en Radar me dio una mano porque, en principio, sentía que tenía problemas de estructura. Es decir, como uno organiza la idea. Mi intención era que sea un libro fácil de leer”.
“Después de todo lo que significó escribir el Golpe al Museo me gustaría escribir algo más ligero. Para el Golpe al Museo tuve mucho tiempo porque fue durante la pandemia. Toda la investigación para el libro la hice durante el período de la pandemia”.
“Por ahora tengo dos ideas para un próximo libro. Una es escribir sobre sobre Frank O´Hara, un poeta norteamericano de los ´50. Y la otra es sobre Alejandro Kuropatwa, un fotógrafo argentino. Pero por ahora, no tengo tiempo”.
Por Pedro Méndez
pedromendez@grupojornada.com
Una de las gemas que dejó la Feria del Libro y las Artes 2024, de la ciudad de Trelew, fue la posibilidad de conocer a un escritor en un punto alto de su desarrollo, y en ascenso.
Imanol Subiela Salvo es un exponente destacado de la generación Z, nacido en Trelew en 1994, que compartió una cálida y amplia charla, en la que brindó muchos detalles de lo que fue la producción general del libro “Golpe al Museo”, sobre la historia del robo de obras de arte más grande de la Argentina, durante la última dictadura militar.
Imanol contó mucho. Desde el primer contacto con la historia, el proceso de investigación, Las entrevistas, los entrevistados, la tarea de escritura y estructura. Y nos dejó la imagen de un verdadero y comprometido trabajador de la escritura y el lenguaje.
Al encuentro asistieron miembros de la comunidad literaria local y entre los presentes estaban: su mamá, una profesional de las ciencias, su profesora de secundaria y familiares cercanos.
“Fue muy emotivo llegar a Trelew, porque me mandaron un auto con chofer al aeropuerto y para mí, que nací acá, es extraño y divertido. Mi mamá vive acá, mi papá también, así que fue como hacer de ´ciudadano ilustre´ por un momento. (NdelR: Imanol se refiere a la película de ese nombre que cuenta la historia de un escritor consagrado Premio Nobel, que regresa a su pueblo natal).
“Toda la gente con la que me crie está acá, en la sala, y eso es emocionante. Y más que otras veces, porque he hecho otras presentaciones, pero en otros lugares y ante gente que no me conoce. Me comentaron que la Feria no se hacía hace bastante tiempo, así que es muy emocionante que yo pueda estar presentando mi libro, acá”, comentó Imanol, antes de ingresar a los temas propuestos para la charla.
El Golpe al Museo
La historia del libro le llegó en 2019 y quedó allí, como información sobre una linda historia. Un año después, buscando en qué trabajar, y a través de Leila Guerriero, preparó un artículo para Gatopardo, una muy popular revista mexicana, con la historia del robo al Museo de Bellas Artes.
En el transcurso de la edición y de publicación de la nota en la revista, la posibilidad de que el robo al Museo de Bellas Artes se convierta en libro, cobró vida. El gusto de Imanol por la lectura de literatura sobre casos policiales tuvo una incidencia en la elección.
La presentación de su libro en Trelew, fue muy iluminadora desde lo literario y sobre el trabajo para conseguir todo lo necesario para contar una gran historia.
Una historia oculta
“En general, lo que hizo la dictadura está más asociado a los desaparecidos, a los robos de bebés, y otras cosas, pero el plan de la dictadura era más macabro y más amplio. Muchos de los Museos que estaban en la órbita del Estado, fueron saqueados y robados”.
“Era una práctica que la dictadura también hacía con las propiedades de los desaparecidos. Las casas de los desaparecidos eran ingresadas al mercado inmobiliario y los militares se quedaban con el dinero de las ventas. Aún hay algunas causas abiertas por las ventas de esas casas”.
“Con el robo a los museos, lo que hizo la dictadura fue vender las obras y con ese dinero compró armas, para después ir a la Guerra de Malvinas. Esa fue la conclusión a la que llegó la investigación Judicial del caso”.
Los personajes del caso
La historia del robo al Museo de Bellas Artes, pertenece a ese oscuro período de finales de los ´70 y principios de los ´80 en la Argentina.
“La historia es muy interesante porque sus protagonistas son personajes muy excéntricos como Nelly Arrieta de Blaquier, el Juez Norberto Oyarbide, Guillermo Patricio Kelly. Ellos llamaban mucho la atención. Cuando pensé en contar la vida de esos personajes pensé en algo ambiguo. Y no decir si eran malos o buenos”.
“Por ejemplo, Nelly Blaquier es mala, porque es aristócrata. Su marido está asociado a la noche del apagón en el Ingenio Ledesma, la noche en que secuestraron a los empleados de la planta.
Y en este caso, Nelly Blaquier, es la que consigue que dejen de torturar a los empleados del Museo después del robo”.
“Por otra parte, el Juez Oyarbide, tenía muchas causas por corrupción y denuncias en el Colegio de la Magistratura, y al mismo tiempo es el juez que recuperó las obras.
Patricio Kelly un periodista, peronista de derecha, de lo más rancio, que se batió a duelo con las Fuerzas Armadas durante el Golpe de Estado a Perón en el ´55, es el que encuentra a los ladrones del museo de Bellas Artes. Todo es muy ambiguo”.
“Y en la actualidad, vivimos una época donde todos tratan de ser muy asertivos al decir ´Son ellos o nosotros´, o ´sos todo lo que está bien´.
Y a mí, no me gusta mucho esa idea. Uno es bueno o malo en algunos momentos y según las circunstancias. Así que trato, antes de emitir juicios de valor, evaluar la situación a partir de la evidencia disponible”.
“Esto es algo que aprendí de mi mamá, porque ella es bioquímica y su mundo es el de la ciencia. Y cuando yo era chico, pasaba muchas horas en su laboratorio, así que aprendí de ella esa manera de pensar. Eso me quedó marcado a fuego y lo tuve muy en cuenta, a la hora de pensar los personajes del libro, que son muy llamativos y complejos”.
Interpol y Taiwán
Como parte de la tarea de recopilación de datos el escritor se entrevistó con el jefe de interpol en Argentina que se ocupaba de la parte de Bienes Culturales. “Es la parte de Interpol que se ocupa de bienes culturales robados denunciados, etc. Cuando fui a Interpol me sentí en una película de espías. Era un edificio muy venido abajo de la Policía Federal, pero la parte de Interpol era muy lujosa”.
“Hablemos un poco de historia. Argentina no reconoce a Taiwán como país independiente sino como una provincia de China. Por lo tanto, Taiwán no tiene embajada en Argentina, sino que tiene una oficina que oficia de consulado. Y cuando el juez (Norberto) Oyarbide solicita que se investigue a los tenedores de las obras en Taiwán, por este tema del no reconocimiento, Taiwán dice que No. Que no va a investigar nada”.
“Entonces, cuando entrevisté al jefe de interpol, me dice que en 2021 la oficina de Taiwán le había mandado un informe diciendo que en Taiwán no había nadie que se llamara como supuestamente se llamaban los tenedores de las obras, según la Justicia. No había pasaportes, ni nada. Le decían que directamente no existían. Ese dato era nuevo y lo único que aporta el libro a la causa”.
“En el libro cuento la historia, ordeno la información y la doy a conocer. Yo no resuelvo nada. No es la función del periodista resolver casos”.
El Golpe y después
“El libro que salió impreso es la versión N° 5 de la primera versión. Siempre trabajé sobre lo escrito. Yo escribo mucho y escribo rápido. Una amiga que trabaja conmigo en Radar me dio una mano porque, en principio, sentía que tenía problemas de estructura. Es decir, como uno organiza la idea. Mi intención era que sea un libro fácil de leer”.
“Después de todo lo que significó escribir el Golpe al Museo me gustaría escribir algo más ligero. Para el Golpe al Museo tuve mucho tiempo porque fue durante la pandemia. Toda la investigación para el libro la hice durante el período de la pandemia”.
“Por ahora tengo dos ideas para un próximo libro. Una es escribir sobre sobre Frank O´Hara, un poeta norteamericano de los ´50. Y la otra es sobre Alejandro Kuropatwa, un fotógrafo argentino. Pero por ahora, no tengo tiempo”.