Por Lorena Leeming / Redacción Jornada
Desbordadas. Es el sutil nombre para plasmar una cruda realidad: la violencia de género y los femicidios. Melina Duarte, licenciada en Artes Visuales lidera una original iniciativa que consiste en que las personas que deseen se acerquen este 22 de noviembre, al Centro Integral Comunitario (CIC) del barrio Menfa y con aguja e hilo borden en un “velo de novia” nombres de mujeres que hayan sufrido o sufran algún tipo de violencia, en especial femicidios. El objetivo es, en el marco del 25N (Día Mundial de la No Violencia contra la Mujer), visibilizar la temática. Será a las 14 horas. La inscripción es al 2804868476. Libre y gratuito. La actividad, es organizada por Políticas Inclusivas del municipio de Trelew.
“Es una obra que surgió a partir de mi trabajo final de grado de la licenciatura de Artes Visuales. Me interesaba explorar el arte como una herramienta de memoria colectiva. Y de lucha, de visibilización sobre todo, en el caso de la violencia contra las mujeres”, explicó a Jornada Melina Duarte en una entrevista exclusiva.
Explicó que su inspiración surgió en el medio de la pandemia y viendo obras que se venían realizando. “Muchas mujeres se encontraban en sus casas con sus agresores. Es importante generar un gesto desde el hogar. Surgió esta intervención de un velo de novia con el nombre de víctimas de femicidio q mucho tiempo después terminan incorporándose datos del año 2023” dijo, al graficar que sobre la tela escribió también las estadísticas existentes.
Puntualizó que se trata de “una obra textil con el nombre de las víctimas que tiene como idea ser colectiva. Me interesa que se sumen muchas manos para que se genere un espacio de reflexión y construcción más colectiva, más cercana, que se pueda mirar esos nombres más allá de las estadísticas. Desde un espacio más cercano, donde se puedan ver las personas al margen de números, llevarlo a la sensibilización”, resaltó.
Uno de los objetivos puntuales de Melina al exponer el velo de novia que va cambiando de tonos, así como pasa el tiempo; los años, desde un blanco que simboliza el dejo de romanticismo y el rojo que describe la sangre derramada por aquellas mujeres cuyas vidas fueron afectadas en manos de quienes “decían amarlas” como rezan los “bancos rojos” en visibilización a los femicidios, es el “tomar conciencia”. El propósito puntual es que no se naturalice la violencia, que los nombres queden plasmados, que la memoria sea indeleble.
Remarcó Duarte que se pretende que la comunidad “tome conciencia”. Aclaró que arrancó con una serie de estadísticas y datos sobre violencia de género que “hay muchos que se escapan. Queremos que lleguen personas que aporten nombres cuyas historias les haya llegado. Ya sea en lo familiar, en el entorno e incluso, su propio nombre. Es importante sumarse. No es necesario saber bordar, sino que toda la comunidad está invitada al participar del taller. Vamos a ir aprendiendo puntos y también, agregar detalles. Si saben tejer o aportar alguna otra manualidad, también será bienvenida”, subrayó.
Y agregó: “viendo las estadísticas de ese año, el 65% de los casos de víctimas de femicidio las cometió una pareja o expareja. Me pareció que el velo de una novia era muy simbólico. De este romanticismo que devela realidades muy violentas. Aparte de los nombres tiene el velo una degradación del color blanco y puro a un rojo más oscuro que representa el desborde de la violencia. Por eso el nombre “desbordadas”, fundamentó.
Resaltó la licenciada que es muy importante realizar esta intervención en un barrio como Menfa, descentralizar, que no sea siempre en el casco céntrico. “Desde ya, institucionalizar la obra tiene que ver con que hay personas que no llegan a un museo, por horarios o lo que sea, genera que muchas más personas lleguen. Si bien parece que no se puede tocar y está en un lugar exhibido, está pensada en que sea intervenida, usada, que circule en las calles, que sea parte de muchas manos y que sufra también la degradación del tiempo. Es la finalidad del velo”, resaltó.
En la entrevista dejó expresa la invitación: “Invitamos a la comunidad a la jornada del día 22 de noviembre a las 14 horas en el CIC de Menfa. Agradezco a las chicas de Políticas Inclusivas de la Municipalidad por la realización de las jornadas”, dijo.
Para finalizar hizo referencia a sus expectativas personales con ésta, su primera muestra. “Mi expectativa es aunque sea transformar la realidad de una persona con una simple reflexión. No es mucho más que eso. Que llegue a otras personas, que toque la sensibilidad de quien lo vea y que sea un espacio que las mujeres creen y sean participes. Es llevar el arte a un terreno de concientización”, concluyó.
Por Lorena Leeming / Redacción Jornada
Desbordadas. Es el sutil nombre para plasmar una cruda realidad: la violencia de género y los femicidios. Melina Duarte, licenciada en Artes Visuales lidera una original iniciativa que consiste en que las personas que deseen se acerquen este 22 de noviembre, al Centro Integral Comunitario (CIC) del barrio Menfa y con aguja e hilo borden en un “velo de novia” nombres de mujeres que hayan sufrido o sufran algún tipo de violencia, en especial femicidios. El objetivo es, en el marco del 25N (Día Mundial de la No Violencia contra la Mujer), visibilizar la temática. Será a las 14 horas. La inscripción es al 2804868476. Libre y gratuito. La actividad, es organizada por Políticas Inclusivas del municipio de Trelew.
“Es una obra que surgió a partir de mi trabajo final de grado de la licenciatura de Artes Visuales. Me interesaba explorar el arte como una herramienta de memoria colectiva. Y de lucha, de visibilización sobre todo, en el caso de la violencia contra las mujeres”, explicó a Jornada Melina Duarte en una entrevista exclusiva.
Explicó que su inspiración surgió en el medio de la pandemia y viendo obras que se venían realizando. “Muchas mujeres se encontraban en sus casas con sus agresores. Es importante generar un gesto desde el hogar. Surgió esta intervención de un velo de novia con el nombre de víctimas de femicidio q mucho tiempo después terminan incorporándose datos del año 2023” dijo, al graficar que sobre la tela escribió también las estadísticas existentes.
Puntualizó que se trata de “una obra textil con el nombre de las víctimas que tiene como idea ser colectiva. Me interesa que se sumen muchas manos para que se genere un espacio de reflexión y construcción más colectiva, más cercana, que se pueda mirar esos nombres más allá de las estadísticas. Desde un espacio más cercano, donde se puedan ver las personas al margen de números, llevarlo a la sensibilización”, resaltó.
Uno de los objetivos puntuales de Melina al exponer el velo de novia que va cambiando de tonos, así como pasa el tiempo; los años, desde un blanco que simboliza el dejo de romanticismo y el rojo que describe la sangre derramada por aquellas mujeres cuyas vidas fueron afectadas en manos de quienes “decían amarlas” como rezan los “bancos rojos” en visibilización a los femicidios, es el “tomar conciencia”. El propósito puntual es que no se naturalice la violencia, que los nombres queden plasmados, que la memoria sea indeleble.
Remarcó Duarte que se pretende que la comunidad “tome conciencia”. Aclaró que arrancó con una serie de estadísticas y datos sobre violencia de género que “hay muchos que se escapan. Queremos que lleguen personas que aporten nombres cuyas historias les haya llegado. Ya sea en lo familiar, en el entorno e incluso, su propio nombre. Es importante sumarse. No es necesario saber bordar, sino que toda la comunidad está invitada al participar del taller. Vamos a ir aprendiendo puntos y también, agregar detalles. Si saben tejer o aportar alguna otra manualidad, también será bienvenida”, subrayó.
Y agregó: “viendo las estadísticas de ese año, el 65% de los casos de víctimas de femicidio las cometió una pareja o expareja. Me pareció que el velo de una novia era muy simbólico. De este romanticismo que devela realidades muy violentas. Aparte de los nombres tiene el velo una degradación del color blanco y puro a un rojo más oscuro que representa el desborde de la violencia. Por eso el nombre “desbordadas”, fundamentó.
Resaltó la licenciada que es muy importante realizar esta intervención en un barrio como Menfa, descentralizar, que no sea siempre en el casco céntrico. “Desde ya, institucionalizar la obra tiene que ver con que hay personas que no llegan a un museo, por horarios o lo que sea, genera que muchas más personas lleguen. Si bien parece que no se puede tocar y está en un lugar exhibido, está pensada en que sea intervenida, usada, que circule en las calles, que sea parte de muchas manos y que sufra también la degradación del tiempo. Es la finalidad del velo”, resaltó.
En la entrevista dejó expresa la invitación: “Invitamos a la comunidad a la jornada del día 22 de noviembre a las 14 horas en el CIC de Menfa. Agradezco a las chicas de Políticas Inclusivas de la Municipalidad por la realización de las jornadas”, dijo.
Para finalizar hizo referencia a sus expectativas personales con ésta, su primera muestra. “Mi expectativa es aunque sea transformar la realidad de una persona con una simple reflexión. No es mucho más que eso. Que llegue a otras personas, que toque la sensibilidad de quien lo vea y que sea un espacio que las mujeres creen y sean participes. Es llevar el arte a un terreno de concientización”, concluyó.