La especialista Lucía Fainboin advierte las consecuencias que tienen las apuestas online, los posibles casos de ludopatía digital y el efecto en general del uso excesivo de pantallas en niños, niñas y adolescentes. Reconoció que el tema puesto en agenda ha representado un avance significativo en las estrategias de respuesta.
“Hay proyectos de ley, campañas, pero todavía no tenemos una regulación que esté a la altura del problema. Hay niños de edades muy tempranas apostando en un casino virtual y estamos generando una generación de chicos que están desarrollando muchos consumos problemáticos a los que no deberían tener acceso”.
Fainboin consideró necesaria la implementación de legislación específica como se ha planteado en otros países. “Uno de los puntos en la legislación es, por ejemplo, que haya controles biométricos que corroboren la edad de quien ingresan a estos sitios como también de regulación de la publicidad, que suelen ser un fuerte atractivo para los jóvenes mediante la irrupción de influencers”.
Planteó que en Provincia de Buenos Aires, CABA y Santa Fe ya se han aplicado medidas y que una ley nacional implicaría un “paragua” todavía más amplio. “Se deberían restringir la publicidad en las camisetas de fútbol”, resaltó la licenciada en Ciencias de la Comunicación y diplomada en Educación, Imágenes y Medios de la Cultura Digital en Educación que realiza una capacitación sobre prevención de apuestas on line y dependencia digital con cinco clases virtuales y un cierre presencial.
“Las apuestas online terminan siendo en realidad un síntoma, un efecto de esta conexión precoz. Cuando los chicos están conectándose a edades tan tempranas, se vinculan con un montón de estímulos intensos, a un uso muy solitario, no regulado, que después se transforma en el uso de apuestas online”.
Y advirtió que el uso de plataformas que no están diseñadas para determinadas edades, suelen generar un uso dependiente. “Se han conocido casos a nivel nacional graves de menores de edad que han hecho apuestas. Todo el mundo quiere ser una especie de “Lobo de Wall Street”; ser trader, tener criptos y entrar en un mundo que parece fantástico, de dinero fácil.
“La tecnología está en la mano, con apretar un botón ya estás entrando a un mundo realmente fascinante desde lo que ofrece pero también, lo que te puede quitar”.
Indicó que a los menores se los seduce con “dinero fácil” que luego implica una estafa y desilusión. “Hay una obsesión de los chicos de multiplicar el dinero a partir de inversiones, movimientos e inversiones. Esto responde a un clima de época que también deberíamos intentar abordar porque hay una disociación entre la plata y el trabajo, entre la plata y el esfuerzo”.
Reconoció que el acceso a la pornografía continúa siendo más adictivo que el juego de azar. “Hay muchas alarmas encendidas respecto del acceso muy prematuro a pornografía por parte de los chicos desde los 8 o 9 años. Todavía no se habla mucho del tema, pero que ojalá también se piense hablar porque es muy preocupante”.
Las edades críticas
La especialista reconoció que el ingreso a los sitios de apuestas online suele comenzar con el uso de billeteras virtuales, alrededor de los doce años. El consumo problemático obviamente depende de cada persona, no todos los chicos que apuestan lo desarrollan”.
Y explicó que el consumo compulsivo se manifiesta en deudas posteriores, robos o mentiras y recomendó que los padres ante la duda sobre un impacto en la salud mental, deben consultar con profesionales del área. “No hay que tener vergüenza, ni miedo. Así como tenemos un médico si nos duele ante cualquier duda respecto a un posible caso de consumo problemático hay que acercarse a algún centro de salud mental, para que un profesional determine si se trata de un caso de ludopatía o no”.
“El principal signo de alerta es la irritabilidad, la ansiedad por conectarse o que cuando se les saca el celular, manifiestan ansiedad. También si manifiestan interés por algún tipo de deportes que hasta el momento no les interesaban; clubes, campeonatos y ligas. Hay que controlar muy de cerca las chequeras virtuales, porque en general no hay mucho control de las familias. Se debe entender que los chicos en esas edades todavía no tienen noción a veces del gasto, el dinero virtual es intangible les resulta un desafío para ellos. Siempre un adulto debe estar atento a éstos movimientos”.
La especialista Lucía Fainboin advierte las consecuencias que tienen las apuestas online, los posibles casos de ludopatía digital y el efecto en general del uso excesivo de pantallas en niños, niñas y adolescentes. Reconoció que el tema puesto en agenda ha representado un avance significativo en las estrategias de respuesta.
“Hay proyectos de ley, campañas, pero todavía no tenemos una regulación que esté a la altura del problema. Hay niños de edades muy tempranas apostando en un casino virtual y estamos generando una generación de chicos que están desarrollando muchos consumos problemáticos a los que no deberían tener acceso”.
Fainboin consideró necesaria la implementación de legislación específica como se ha planteado en otros países. “Uno de los puntos en la legislación es, por ejemplo, que haya controles biométricos que corroboren la edad de quien ingresan a estos sitios como también de regulación de la publicidad, que suelen ser un fuerte atractivo para los jóvenes mediante la irrupción de influencers”.
Planteó que en Provincia de Buenos Aires, CABA y Santa Fe ya se han aplicado medidas y que una ley nacional implicaría un “paragua” todavía más amplio. “Se deberían restringir la publicidad en las camisetas de fútbol”, resaltó la licenciada en Ciencias de la Comunicación y diplomada en Educación, Imágenes y Medios de la Cultura Digital en Educación que realiza una capacitación sobre prevención de apuestas on line y dependencia digital con cinco clases virtuales y un cierre presencial.
“Las apuestas online terminan siendo en realidad un síntoma, un efecto de esta conexión precoz. Cuando los chicos están conectándose a edades tan tempranas, se vinculan con un montón de estímulos intensos, a un uso muy solitario, no regulado, que después se transforma en el uso de apuestas online”.
Y advirtió que el uso de plataformas que no están diseñadas para determinadas edades, suelen generar un uso dependiente. “Se han conocido casos a nivel nacional graves de menores de edad que han hecho apuestas. Todo el mundo quiere ser una especie de “Lobo de Wall Street”; ser trader, tener criptos y entrar en un mundo que parece fantástico, de dinero fácil.
“La tecnología está en la mano, con apretar un botón ya estás entrando a un mundo realmente fascinante desde lo que ofrece pero también, lo que te puede quitar”.
Indicó que a los menores se los seduce con “dinero fácil” que luego implica una estafa y desilusión. “Hay una obsesión de los chicos de multiplicar el dinero a partir de inversiones, movimientos e inversiones. Esto responde a un clima de época que también deberíamos intentar abordar porque hay una disociación entre la plata y el trabajo, entre la plata y el esfuerzo”.
Reconoció que el acceso a la pornografía continúa siendo más adictivo que el juego de azar. “Hay muchas alarmas encendidas respecto del acceso muy prematuro a pornografía por parte de los chicos desde los 8 o 9 años. Todavía no se habla mucho del tema, pero que ojalá también se piense hablar porque es muy preocupante”.
Las edades críticas
La especialista reconoció que el ingreso a los sitios de apuestas online suele comenzar con el uso de billeteras virtuales, alrededor de los doce años. El consumo problemático obviamente depende de cada persona, no todos los chicos que apuestan lo desarrollan”.
Y explicó que el consumo compulsivo se manifiesta en deudas posteriores, robos o mentiras y recomendó que los padres ante la duda sobre un impacto en la salud mental, deben consultar con profesionales del área. “No hay que tener vergüenza, ni miedo. Así como tenemos un médico si nos duele ante cualquier duda respecto a un posible caso de consumo problemático hay que acercarse a algún centro de salud mental, para que un profesional determine si se trata de un caso de ludopatía o no”.
“El principal signo de alerta es la irritabilidad, la ansiedad por conectarse o que cuando se les saca el celular, manifiestan ansiedad. También si manifiestan interés por algún tipo de deportes que hasta el momento no les interesaban; clubes, campeonatos y ligas. Hay que controlar muy de cerca las chequeras virtuales, porque en general no hay mucho control de las familias. Se debe entender que los chicos en esas edades todavía no tienen noción a veces del gasto, el dinero virtual es intangible les resulta un desafío para ellos. Siempre un adulto debe estar atento a éstos movimientos”.