¿Quién no probó las pastas del Fideo Feliz en Rawson? Su solo nombre evoca domingos de ravioles en familia, de fideos al huevo. De juntadas con amigos para comer los ñoquis del 29, y por qué no, darles un descanso a los asados del fin de semana.
Sus propietarios anunciaron en una breve pero conmovedora carta, su decisión de apagar las amasadoras, las sobadoras, y no bajar más bolsas de harina.
Luego de casi tres décadas sintieron la necesidad de agradecer a una comunidad por tanto apoyo y lealtad.
La carta
“Queridos amigos y clientes: con un nudo en el corazón les comunicamos que después de 26 años de compartir sabores y momentos inolvidables, hemos decidido cerrar nuestro querido local comercial. Han sido casi tres décadas llenas de aprendizaje, alegrías y, sobre todo, de agradecimiento por su confianza y cariño.
A nuestros empleados, queremos decirles que su dedicación y esfuerzo han sido el alma de este negocio. Gracias por su compromiso y por ser parte de esta familia.
A nuestros proveedores, les agradecemos su apoyo constante y la calidad de los productos que nos permitieron ofrecer siempre lo mejor a nuestros clientes.
Gracias por acompañarnos en este viaje, por cada sonrisa, por cada visita y por hacer de nuestro lugar un hogar para todos. Este no es un adiós, sino un hasta luego. Nos llevamos con nosotros todos los buenos recuerdos y el apoyo incondicional que nos brindaron.
Con mucho cariño, La familia”.
¿Quién no probó las pastas del Fideo Feliz en Rawson? Su solo nombre evoca domingos de ravioles en familia, de fideos al huevo. De juntadas con amigos para comer los ñoquis del 29, y por qué no, darles un descanso a los asados del fin de semana.
Sus propietarios anunciaron en una breve pero conmovedora carta, su decisión de apagar las amasadoras, las sobadoras, y no bajar más bolsas de harina.
Luego de casi tres décadas sintieron la necesidad de agradecer a una comunidad por tanto apoyo y lealtad.
La carta
“Queridos amigos y clientes: con un nudo en el corazón les comunicamos que después de 26 años de compartir sabores y momentos inolvidables, hemos decidido cerrar nuestro querido local comercial. Han sido casi tres décadas llenas de aprendizaje, alegrías y, sobre todo, de agradecimiento por su confianza y cariño.
A nuestros empleados, queremos decirles que su dedicación y esfuerzo han sido el alma de este negocio. Gracias por su compromiso y por ser parte de esta familia.
A nuestros proveedores, les agradecemos su apoyo constante y la calidad de los productos que nos permitieron ofrecer siempre lo mejor a nuestros clientes.
Gracias por acompañarnos en este viaje, por cada sonrisa, por cada visita y por hacer de nuestro lugar un hogar para todos. Este no es un adiós, sino un hasta luego. Nos llevamos con nosotros todos los buenos recuerdos y el apoyo incondicional que nos brindaron.
Con mucho cariño, La familia”.