En la Escuela N° 40 “Eluned Morgan” de Trelew un curso le encontró la solución al problema de la contaminación acústica y los ruidos molestos, y colocaron pelotas de tenis en las patas de las sillas para reducir el ruido.
El proyecto surgió a partir de la unidad didáctica de tecnología que la profesora Cibele Henriquez elaboró para el curso de 5to grado turno tarde. Se abordó el proceso tecnológico y la ergonomía, contextualizándolo en el aula. Al momento de pensar qué producto realizar para atender una necesidad o solucionar un problema dentro de ese espacio, los alumnos coincidieron en la problemática de la contaminación acústica y el ruido de las sillas al moverse.
Estos ruidos eran muy molestos para Fede, un estudiante con TEA. En el marco de la unidad didáctica y a la luz de la inclusión es que se comenzó a trabajar en este prometedor proyecto, los alumnos elaboraron modelos de proyectos con sus prototipos o diseños y luego le pusieron un nombre: “Chau ruido”.
Luego llegó el momento de realizar efectivamente la adecuación. El Trelew Tennis Club muy gentilmente donó pelotas a la escuela para este fin. La jornada les tomó dos días de trabajo, y sin pensarlo la materialización del proyecto coincidió con la semana de la educación especial.
En la Escuela N° 40 “Eluned Morgan” de Trelew un curso le encontró la solución al problema de la contaminación acústica y los ruidos molestos, y colocaron pelotas de tenis en las patas de las sillas para reducir el ruido.
El proyecto surgió a partir de la unidad didáctica de tecnología que la profesora Cibele Henriquez elaboró para el curso de 5to grado turno tarde. Se abordó el proceso tecnológico y la ergonomía, contextualizándolo en el aula. Al momento de pensar qué producto realizar para atender una necesidad o solucionar un problema dentro de ese espacio, los alumnos coincidieron en la problemática de la contaminación acústica y el ruido de las sillas al moverse.
Estos ruidos eran muy molestos para Fede, un estudiante con TEA. En el marco de la unidad didáctica y a la luz de la inclusión es que se comenzó a trabajar en este prometedor proyecto, los alumnos elaboraron modelos de proyectos con sus prototipos o diseños y luego le pusieron un nombre: “Chau ruido”.
Luego llegó el momento de realizar efectivamente la adecuación. El Trelew Tennis Club muy gentilmente donó pelotas a la escuela para este fin. La jornada les tomó dos días de trabajo, y sin pensarlo la materialización del proyecto coincidió con la semana de la educación especial.