En el marco de la controversia por el proyecto presentado por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) para que les cedan terrenos ubicados en la zona baja del cementerio para construir un predio ferial, Estefany Palma y María Antubil, integrantes del MTE, explicaron la importancia que radica en la construcción de ese lugar para todos los feriantes.
“Hemos recibido muchas críticas”, lamentaron, remarcando que muchas de ellas, a su consideración, fueron el resultado del desconocimiento general que hay sobre el proyecto en sí.
Detallaron en ese sentido que lo que buscan es poder construir un galpón con un espacio asegurado para aproximadamente noventa feriantes, con puestos cerrados adentro, un zoom, baños, un bufete y un playón afuera.
Avanzar en esto implicaría una mejora en la situación de quienes actualmente asisten a las ferias con sus productos y que deben enfrentar temperaturas extremas en invierno y verano, además de los días de viento. “Ayer miércoles llovió mucho acá y hoy jueves no vamos a poder hacer feria”. Pero, además, agregaron, mucha gente se beneficiaría de trabajar en la construcción del predio.
“Hay mucha gente trabajando en esto y se bajó de la Secretaría de Socio-Integración Urbana. Estamos desde que se vetó la Ordenanza el año pasado y él (por el intendente, Gerardo Merino) nos dio su apoyo de que lo iba a salir a bancar, porque no tiene nada de malo este proyecto, es una solución para la ciudad y es el sueño de mucha gente”.
Pese al apoyo de parte del mandatario local, Estefany y María remarcaron que también hubo mucho rechazo de parte de otros sectores. “La Cámara de Comercio nos pega bastante duro, pero no se han sentado a hablar con nosotros. Ellos hablan de la especulación, pero no se han contactado”, criticaron.
Sin embargo, aseguraron que tratan de no enfocarse en “la imagen que se tiene como que somos violentos. Somos una organización que trabaja muy duro y si nos tuviera que molestar cada cosa que dicen de nosotros, tendríamos que salir todos los días a aclarar cosas”. Por el contrario, apuntan a concretar con el objetivo de hacer realidad este proyecto, que compararon con el de conseguir la casa propia.
Jubilados feriantes y vecinos desesperados
Profundizando en las personas que se beneficiaran con este predio, detallaron que hoy en día acuden a las ferias no solo los feriantes de hace muchos años, sino también jubilados que necesitan un ingreso extra para poder vivir. “Cuando estábamos en la laguna, en una parte de 50 metros teníamos 15 jubilados”, recordaron.
También se acercan a pedir un lugar “muchas mujeres con nenes con discapacidad que no los pueden dejar, pero necesitan gente con sus nenes pequeños. Y es triste la realidad. Hay vecinos que son de todas partes de la ciudad, no es que es exclusivamente para nosotros. Igual que el predio se va a manejar con toda la gente que necesita, no con nosotros nada más”.
Cada vez que una situación climática impide que se realice la feria, es un día en que sus participantes no pueden llevar un plato de comida a su casa, enfatizaron. “Hay que ponerle fuerza y ganas, porque la panza no espera. Todos tenemos una familia, tenemos hijos, escolarizados todos. Hoy por hoy la educación la única herramienta que va a poder superar todos los obstáculos. Entonces lo único que le podemos brindar como mujeres de la economía popular a nuestros hijos es la herramienta de la educación”.
Por ello, aunque el predio está proyecto para tener 90 puestos, explicaron que en caso de necesitar más espacio “haremos lugar, porque la situación económica está difícil y todos los días llega gente nueva desesperada que necesita organizarse para llevar algo a la casa”.
En caso de aprobarse, la construcción del predio ferial tomaría aproximadamente unos siete meses. La idea, aclararon, es poder trabajar en conjunto con el municipio para que todo se haga como se debe hacer considerando las normas establecidas. Si lo consiguen, significaría tener un “techo bajo el cual trabajar en condiciones dignas”.
En el marco de la controversia por el proyecto presentado por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) para que les cedan terrenos ubicados en la zona baja del cementerio para construir un predio ferial, Estefany Palma y María Antubil, integrantes del MTE, explicaron la importancia que radica en la construcción de ese lugar para todos los feriantes.
“Hemos recibido muchas críticas”, lamentaron, remarcando que muchas de ellas, a su consideración, fueron el resultado del desconocimiento general que hay sobre el proyecto en sí.
Detallaron en ese sentido que lo que buscan es poder construir un galpón con un espacio asegurado para aproximadamente noventa feriantes, con puestos cerrados adentro, un zoom, baños, un bufete y un playón afuera.
Avanzar en esto implicaría una mejora en la situación de quienes actualmente asisten a las ferias con sus productos y que deben enfrentar temperaturas extremas en invierno y verano, además de los días de viento. “Ayer miércoles llovió mucho acá y hoy jueves no vamos a poder hacer feria”. Pero, además, agregaron, mucha gente se beneficiaría de trabajar en la construcción del predio.
“Hay mucha gente trabajando en esto y se bajó de la Secretaría de Socio-Integración Urbana. Estamos desde que se vetó la Ordenanza el año pasado y él (por el intendente, Gerardo Merino) nos dio su apoyo de que lo iba a salir a bancar, porque no tiene nada de malo este proyecto, es una solución para la ciudad y es el sueño de mucha gente”.
Pese al apoyo de parte del mandatario local, Estefany y María remarcaron que también hubo mucho rechazo de parte de otros sectores. “La Cámara de Comercio nos pega bastante duro, pero no se han sentado a hablar con nosotros. Ellos hablan de la especulación, pero no se han contactado”, criticaron.
Sin embargo, aseguraron que tratan de no enfocarse en “la imagen que se tiene como que somos violentos. Somos una organización que trabaja muy duro y si nos tuviera que molestar cada cosa que dicen de nosotros, tendríamos que salir todos los días a aclarar cosas”. Por el contrario, apuntan a concretar con el objetivo de hacer realidad este proyecto, que compararon con el de conseguir la casa propia.
Jubilados feriantes y vecinos desesperados
Profundizando en las personas que se beneficiaran con este predio, detallaron que hoy en día acuden a las ferias no solo los feriantes de hace muchos años, sino también jubilados que necesitan un ingreso extra para poder vivir. “Cuando estábamos en la laguna, en una parte de 50 metros teníamos 15 jubilados”, recordaron.
También se acercan a pedir un lugar “muchas mujeres con nenes con discapacidad que no los pueden dejar, pero necesitan gente con sus nenes pequeños. Y es triste la realidad. Hay vecinos que son de todas partes de la ciudad, no es que es exclusivamente para nosotros. Igual que el predio se va a manejar con toda la gente que necesita, no con nosotros nada más”.
Cada vez que una situación climática impide que se realice la feria, es un día en que sus participantes no pueden llevar un plato de comida a su casa, enfatizaron. “Hay que ponerle fuerza y ganas, porque la panza no espera. Todos tenemos una familia, tenemos hijos, escolarizados todos. Hoy por hoy la educación la única herramienta que va a poder superar todos los obstáculos. Entonces lo único que le podemos brindar como mujeres de la economía popular a nuestros hijos es la herramienta de la educación”.
Por ello, aunque el predio está proyecto para tener 90 puestos, explicaron que en caso de necesitar más espacio “haremos lugar, porque la situación económica está difícil y todos los días llega gente nueva desesperada que necesita organizarse para llevar algo a la casa”.
En caso de aprobarse, la construcción del predio ferial tomaría aproximadamente unos siete meses. La idea, aclararon, es poder trabajar en conjunto con el municipio para que todo se haga como se debe hacer considerando las normas establecidas. Si lo consiguen, significaría tener un “techo bajo el cual trabajar en condiciones dignas”.