Según Miller, la volatilidad en los precios del gas está alcanzando niveles alarmantes, y podría desencadenar nuevas crisis de suministro y de precios. Esto ocurre en un contexto en el que Europa, desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, ha disminuido drásticamente su dependencia del gas ruso, reemplazando gran parte de ese suministro con importaciones de otras regiones como Estados Unidos, Noruega y Qatar.
Un factor clave que contribuye a esta volatilidad, según Miller, es la desindustrialización que está experimentando Europa, con sectores como el acero, el cemento y los productos químicos registrando caídas significativas en la producción, del orden del 10% en el último año y medio.
Esta tendencia, vinculada a los altos costos energéticos, ha obligado a muchas empresas europeas a trasladar sus operaciones fuera de la región, en especial desde Alemania, que históricamente ha sido una potencia industrial en Europa.
Además, Gazprom ha reportado una caída de la demanda de gas en la Unión Europea y el Reino Unido de aproximadamente 11 mil millones de metros cúbicos en los primeros nueve meses de 2024.
Esto se suma a la creciente brecha de costos energéticos entre Europa y otras economías globales, como la de EE.UU., donde los costos de energía son de 2 a 3 veces más bajos, y los precios del gas hasta 5 veces menores que en Europa.
A nivel global, Gazprom proyecta que la demanda de gas natural alcanzará los 5,7 billones de metros cúbicos para 2050, impulsada principalmente por el crecimiento en economías emergentes como China e India.
Sin embargo, Miller también señaló que Estados Unidos está viendo una desaceleración en la producción de gas de esquisto y está incrementando sus importaciones de Canadá, un indicador de las limitaciones que enfrenta incluso uno de los mayores productores de gas del mundo.
A pesar de la disminución en el suministro ruso hacia Europa, Gazprom sigue explorando nuevas oportunidades en mercados emergentes, destacando su participación en asociaciones internacionales como los BRICS.
Estos cambios sugieren una reorientación estratégica de la empresa rusa hacia mercados fuera de Europa, mientras el bloque europeo busca estabilizar su sector energético frente a la reducción de su dependencia del gas ruso.
(Artículo realizado por el Servicio de Noticias de Canal 7 Neuquén con información de worldenergytrade.com).
Según Miller, la volatilidad en los precios del gas está alcanzando niveles alarmantes, y podría desencadenar nuevas crisis de suministro y de precios. Esto ocurre en un contexto en el que Europa, desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, ha disminuido drásticamente su dependencia del gas ruso, reemplazando gran parte de ese suministro con importaciones de otras regiones como Estados Unidos, Noruega y Qatar.
Un factor clave que contribuye a esta volatilidad, según Miller, es la desindustrialización que está experimentando Europa, con sectores como el acero, el cemento y los productos químicos registrando caídas significativas en la producción, del orden del 10% en el último año y medio.
Esta tendencia, vinculada a los altos costos energéticos, ha obligado a muchas empresas europeas a trasladar sus operaciones fuera de la región, en especial desde Alemania, que históricamente ha sido una potencia industrial en Europa.
Además, Gazprom ha reportado una caída de la demanda de gas en la Unión Europea y el Reino Unido de aproximadamente 11 mil millones de metros cúbicos en los primeros nueve meses de 2024.
Esto se suma a la creciente brecha de costos energéticos entre Europa y otras economías globales, como la de EE.UU., donde los costos de energía son de 2 a 3 veces más bajos, y los precios del gas hasta 5 veces menores que en Europa.
A nivel global, Gazprom proyecta que la demanda de gas natural alcanzará los 5,7 billones de metros cúbicos para 2050, impulsada principalmente por el crecimiento en economías emergentes como China e India.
Sin embargo, Miller también señaló que Estados Unidos está viendo una desaceleración en la producción de gas de esquisto y está incrementando sus importaciones de Canadá, un indicador de las limitaciones que enfrenta incluso uno de los mayores productores de gas del mundo.
A pesar de la disminución en el suministro ruso hacia Europa, Gazprom sigue explorando nuevas oportunidades en mercados emergentes, destacando su participación en asociaciones internacionales como los BRICS.
Estos cambios sugieren una reorientación estratégica de la empresa rusa hacia mercados fuera de Europa, mientras el bloque europeo busca estabilizar su sector energético frente a la reducción de su dependencia del gas ruso.
(Artículo realizado por el Servicio de Noticias de Canal 7 Neuquén con información de worldenergytrade.com).