La diputada Andrea Aguilera, impulsora de la iniciativa, sostuvo la necesidad de esta ley para las Fiestas Populares "con el fin de garantizar su reconocimiento y jerarquía, en virtud de su significancia social, permanencia e impacto en el ámbito de su desarrollo".
La propuesta "había sido presentada en 2023 y forma parte, conjuntamente, de otros dos proyectos para la preservación del patrimonio, la historia y las tradiciones de Chubut; son los proyectos de Protección del Patrimonio Cultural, y la ley de Protección y Fomento de los Museos Rurales de la provincia". La tríada de proyectos "fue trabajada en comisión, fueron mejorados y en este último hay que destacar que también ha intervenido la Secretaría de Cultura de la Provincia".
Las fiestas populares "marcan el pulso de nuestras comunidades, y esta ley es un reconocimiento a ellas, pero también es un compromiso con las tradiciones, con las raíces que nos unen, y además con las expresiones de nuestra gente, que año tras año se reúne en torno a distintas celebraciones, no siempre identitarias o de tradición, sino que muchas veces lo que se festeja son costumbres, logros e incluso actividades económicas y deportivas", señaló la legisladora.
La implementación de un marco normativo para las fiestas populares "es el objetivo del proyecto, garantizando su reconocimiento y su jerarquía, la significancia social, su permanencia en el tiempo y el impacto que generan, como todos sabemos, en las localidades", agregó.
Aguilera detalló que el proyecto "establece una clasificación para las fiestas: tradicionales, de importancia identitaria, aquellas con enfoque productivo, turístico, ceremonial o comercial" y aclaró que "asimismo, la ley prohíbe como requisito específico el incluir certámenes de belleza que refuercen estereotipos, y establece la garantía de que cada fiesta tenga una denominación única y diferenciada del resto".
También, "rescata el trabajo local, indicando que el 70% de la participación artística debe ser de artistas provinciales, garantizando el espacio para las artistas femeninas en consonancia con la ley nacional, y un espacio justo y equilibrado que es el que muchas veces genera diferencias en las organizaciones de las fiestas populares, entre artesanos y productores locales que ocupan un espacio fundamental en el desarrollo de las celebraciones".
La diputada Andrea Aguilera, impulsora de la iniciativa, sostuvo la necesidad de esta ley para las Fiestas Populares "con el fin de garantizar su reconocimiento y jerarquía, en virtud de su significancia social, permanencia e impacto en el ámbito de su desarrollo".
La propuesta "había sido presentada en 2023 y forma parte, conjuntamente, de otros dos proyectos para la preservación del patrimonio, la historia y las tradiciones de Chubut; son los proyectos de Protección del Patrimonio Cultural, y la ley de Protección y Fomento de los Museos Rurales de la provincia". La tríada de proyectos "fue trabajada en comisión, fueron mejorados y en este último hay que destacar que también ha intervenido la Secretaría de Cultura de la Provincia".
Las fiestas populares "marcan el pulso de nuestras comunidades, y esta ley es un reconocimiento a ellas, pero también es un compromiso con las tradiciones, con las raíces que nos unen, y además con las expresiones de nuestra gente, que año tras año se reúne en torno a distintas celebraciones, no siempre identitarias o de tradición, sino que muchas veces lo que se festeja son costumbres, logros e incluso actividades económicas y deportivas", señaló la legisladora.
La implementación de un marco normativo para las fiestas populares "es el objetivo del proyecto, garantizando su reconocimiento y su jerarquía, la significancia social, su permanencia en el tiempo y el impacto que generan, como todos sabemos, en las localidades", agregó.
Aguilera detalló que el proyecto "establece una clasificación para las fiestas: tradicionales, de importancia identitaria, aquellas con enfoque productivo, turístico, ceremonial o comercial" y aclaró que "asimismo, la ley prohíbe como requisito específico el incluir certámenes de belleza que refuercen estereotipos, y establece la garantía de que cada fiesta tenga una denominación única y diferenciada del resto".
También, "rescata el trabajo local, indicando que el 70% de la participación artística debe ser de artistas provinciales, garantizando el espacio para las artistas femeninas en consonancia con la ley nacional, y un espacio justo y equilibrado que es el que muchas veces genera diferencias en las organizaciones de las fiestas populares, entre artesanos y productores locales que ocupan un espacio fundamental en el desarrollo de las celebraciones".