Bruno Stretti: "Pude cumplir el sueño de llegar a Roland Garros"
El joven surgido en las escuelas de tenis de Trelew ahora disfutra de su doble rol de jugador y principalmente de entrenador en Miami, donde trabaja con la santafesina Paula Ormaechea, a quien acompañó en el último Abierto parisino. También integró la selección argentina de lacrosse que jugó el Mundial de Israel.
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"Me conocen como tenista, pero como buen deportista, tuve un recorrido por otros deportes, jugué un Mundial de lacrosse, fui parte de la organización en aquel entonces y también había jugado al fútbol cuando era chico. Pero una vez que entré al tenis, queriendo o no queriendo y habiéndome tomado un recreo en el medio, nunca pude salir, nunca dejé de ser tenista", se caratuló Stretti en el inicio de la charla exclusiva con Jornada Medios en el Flamingo Park, en el corazón de Miami Beach.
"Llevo unos 25 años de los 32 que tengo, dentro y fuera de la cancha. Hice un camino distinto a la mayoría de los chicos de Trelew porque yo empecé en una cancha de cemento de la Asociación Médica con Dany Gahona, después de que el grupo estaba un poco grande, mi papá me llevó al San Benito con Hilmar (Verdún), y ahí tuve un poco la misma experiencia. Trabajé un poco con Hilmar y él nos recomendó a pasar al Trelew Tennis Club porque había un caudal de chicos un poco más grande y ahí empecé con Claudio Gastaldi cuando todavía estaba en la ciudad, y después pasé con Richard (Pellegatta). Obviamente también trabajé con Martín (Cora) y Aldo (Babino), pero lamentablemente no tuve la parte formativa de Martín a quien he admirado mucho con su tarea", valoró sobre su proceso formativo.
A otro Nivel
"A esa edad pasa todo rápido, no me acuerdo bien como fue, aunque siempre fue una recomendación de los entrenadores porque la competencia en la zona siempre es dura para nosotros, entonces nos dijeron a mí a mi familia que si teníamos intención de buscar algo más, lo mejor iba a ser base en Buenos Aires, que teníamos buenas opciones de lugares para entrenar y la cercanía de los torneos era mucho más amena", recordó sobre la decisión, junto a sus padres, de proyectarse a otro ámbito en busca de un mayor nivel.
"Estuve en GEBA unos años, había una academia muy importante en ese momento con muy buenos jugadores y el último año trabajé con un entrenador particular, Ramiro Caris, muy bueno", remarcó.
La llegada a Europa
"La primera vez que fui a Europa lo hice por dos grandes amigos que me dio el deporte, Gastón García Alonso y Agustín Garizzio, dos glorias del Trelew Tennis Club. Por intermedio de Esteban Cerutti, que es familiar de Gastón, recibimos la invitación y fuimos a hacer una experiencia de tres meses en los que jugamos unos 13 torneos, todos los fines de semana, durante la semana nos arreglábamos un poco para entrenar entre nosotros. Yal año siguiente tuve la oportunidad de volver para un club donde nos permitían entrenar", destacó.
"Después de esa experiencia vino mi primera pausa porque empecé a estudiar educación física para orientar mi carrera como entrenador", justificó.
En un deporte distinto
"En lacrosse también empecé por un amigo que venía invitándome a que participe del proyecto como jugador porque me conocía del fútbol y del tenis, cuando terminé de estudiar me sumé como preparador físico y de pasar tiempo en la cancha, ayudar y meterme en la parte técnica, empecé a jugar un poco y lo terminé haciendo de manera aceptable. Por suerte le agarré la mano y pude sacarme las ganas de jugar un Mundial, porque durante el proceso tenía ganas de estar más adentro de la cancha que afuera. Fue en Letania, en Israel, a unos 70 kilómetros de Tel Aviv, son las cosas que tienen el deporte, me llevóa un lugar donde tal vez nunca habría ido por otros motivos", rescató Stretti.
Regreso a casa
"Pasé unos años en el lacrosse y viajando con un amigo, pero con ganas de volver al sur, de estar en casa con los amigos y la familia. En ese momento en Trelew se hizo un torneo en homenaje a un amigo que había fallecido en un accidente, Franco Silvestri", expuso.
"El torneo tenía un formato de Copa Davis, con la participación de dos personas de cada categoría y una pareja de truco. En su momento lo había ganado Franco y Santiago Perino. Lo repitieron y no podía decir que no porque se trataba de un amigo, me acuerdo que me tocó jugar contra el Nono Nogueira y pensé que me iba a matar, pero pude ganar el torneo, no sé cómo lo hice porque cometí unas 352 dobles faltas, pero corriendo y con el entrenamiento de lacrosse encima pude sacar esa final adelante y ya no volví a salir de la cancha de tenis otra vez", celebró.
Otra vez al exterior
"El deporte siempre tiene cosas lindas y locas de abrirte las puertas de otros lugares, tuve la suerte de viajar un montón gracias al tenis, al lacrosse y a otras cosas que quise hacer. Había tenido la posibilidad de ir a Estados Unidos con el lacrosse, pero me había quedado pendiente un poco la idea de perfeccionar mi inglés. Entonces viene a hacer un curso de ese idioma acá, pero también a visitar clubes, ver torneos, acá hay una linda movida de tenis junior, a participar de todo el circuito nacionalque me intrigaba mucho conla idea de llevar eso a Trelew y poder armar delegaciones para traerlas a competir y entrenar, algo que en Trelew se ve sumamentelejano y por supuesto que tenemos el potencial para explotarlo", consideró.
"Y en una cosa loca más que tiene el deporte, estando acáme encontré con una vieja amiga, Paula Ormaechea (ex 59 en el ranking mundial de la WTA), empezamos a jugar un poco, ella estaba en una pausa y sin querer surgió la posibilidad de quedarme acá como entrenador. Con Paula nos conocemos desde muy chiquitos, igual que con varios otros chicos que han llegado a jugar en un gran nivel, entrenamos juntos durante varios años, ella por supuesto tomó un camino distinto y llegó a ser una excelente jugadora, todavía lo es, y ahora estamos compartiendo esta nueva experiencia juntos", ponderó.
El sueño de Roland Garros
"No hay que sacarle méritos haber llegado a Roland Garros, teníamos una amiga de mi mamá que me decía cuando era chico que le avisara con tiempo para que tuviera la capelina lista porque quería ir a Paris, así que el primer mensaje que mandé fue para ella, no se si tendrá todavía la capelina, pero yo ibaa ir a Roland Garros, y pude cumplirlo", dijo reconfortado.
"Fue una chance increíble, cuando uno va desde adentro no lo dimensiona de la misma forma, fue muy loco llegar y ver todo el evento, pero uno va a competir, a ayudary empujar al jugador con el que uno está, y lo hicimos, no sólo en Paris, sino en otros torneos de menor denominación, pero igual de importantes", analizó el profesor de educación física.
"También compartí Roland Garros con SantiagoRodríguez Taverna, un excelente jugador que lamentablemente no pudo participar porque quedó alterno número. Dos días que empezara la qualy se bajaron varios jugadores y por cuestiones del sistema se quedó sin las chances de participar cuando todavía quedaban lugares", lamentó.
Su experiencia en Miami
"La experiencia es sin dudas recontrapositiva porque más allá de lo que logrado en el tenis, el hecho de perfeccionar unsegundo idiomaes muy importante. En lo deportivo, esta es una ciudad que en mi actividad tiene una infinidad de beneficios, acá salvo cinco, seis días en el año, el resto es calorcito. Hay una infinidad de cancha de tenis, estas canchas son públicas, pero ahora están concesionadas, estamos en Flamingo Park, un lugar muy tradicional, supo ser sede del Orange Bowl, han ganado jugadores como Iván Lendl, Gabriela Sabatini y más atrás Björn Borg", valoró sobre su presente.
"No sólo hay canchas de tenis, sino de fútbol, piletas y otras cosas que se te ocurran, todo concesionado, aunque con valores accesibles para todos los vecicnos", subrayó.
"Y en lo que tiene que ver con el circuito, tanto Junior como ITF y camino al profesionalismo, no sólo hay una buena competencia, sino que hay muchos jugadores, hombres y mujeres de todo el mundo que hacen base acá, que viven acá, y el hecho de pasar tiempo como jugador y entrenador te da la oportunidad de conocer gente sumamente reconocida, he tenido la posibilidad de conocer a ex número uno, dos o tres del mundo que se me han acercado de manera súper natural, al principio es un poco sorprendente, pero me da la oportunidad de ganarme un lugar en la profesión, así que creo que tenemos demasiadas cosas positivas para intentar estirar esta experiencia un poco más", fundamentó en el final Stretti.
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"Me conocen como tenista, pero como buen deportista, tuve un recorrido por otros deportes, jugué un Mundial de lacrosse, fui parte de la organización en aquel entonces y también había jugado al fútbol cuando era chico. Pero una vez que entré al tenis, queriendo o no queriendo y habiéndome tomado un recreo en el medio, nunca pude salir, nunca dejé de ser tenista", se caratuló Stretti en el inicio de la charla exclusiva con Jornada Medios en el Flamingo Park, en el corazón de Miami Beach.
"Llevo unos 25 años de los 32 que tengo, dentro y fuera de la cancha. Hice un camino distinto a la mayoría de los chicos de Trelew porque yo empecé en una cancha de cemento de la Asociación Médica con Dany Gahona, después de que el grupo estaba un poco grande, mi papá me llevó al San Benito con Hilmar (Verdún), y ahí tuve un poco la misma experiencia. Trabajé un poco con Hilmar y él nos recomendó a pasar al Trelew Tennis Club porque había un caudal de chicos un poco más grande y ahí empecé con Claudio Gastaldi cuando todavía estaba en la ciudad, y después pasé con Richard (Pellegatta). Obviamente también trabajé con Martín (Cora) y Aldo (Babino), pero lamentablemente no tuve la parte formativa de Martín a quien he admirado mucho con su tarea", valoró sobre su proceso formativo.
A otro Nivel
"A esa edad pasa todo rápido, no me acuerdo bien como fue, aunque siempre fue una recomendación de los entrenadores porque la competencia en la zona siempre es dura para nosotros, entonces nos dijeron a mí a mi familia que si teníamos intención de buscar algo más, lo mejor iba a ser base en Buenos Aires, que teníamos buenas opciones de lugares para entrenar y la cercanía de los torneos era mucho más amena", recordó sobre la decisión, junto a sus padres, de proyectarse a otro ámbito en busca de un mayor nivel.
"Estuve en GEBA unos años, había una academia muy importante en ese momento con muy buenos jugadores y el último año trabajé con un entrenador particular, Ramiro Caris, muy bueno", remarcó.
La llegada a Europa
"La primera vez que fui a Europa lo hice por dos grandes amigos que me dio el deporte, Gastón García Alonso y Agustín Garizzio, dos glorias del Trelew Tennis Club. Por intermedio de Esteban Cerutti, que es familiar de Gastón, recibimos la invitación y fuimos a hacer una experiencia de tres meses en los que jugamos unos 13 torneos, todos los fines de semana, durante la semana nos arreglábamos un poco para entrenar entre nosotros. Yal año siguiente tuve la oportunidad de volver para un club donde nos permitían entrenar", destacó.
"Después de esa experiencia vino mi primera pausa porque empecé a estudiar educación física para orientar mi carrera como entrenador", justificó.
En un deporte distinto
"En lacrosse también empecé por un amigo que venía invitándome a que participe del proyecto como jugador porque me conocía del fútbol y del tenis, cuando terminé de estudiar me sumé como preparador físico y de pasar tiempo en la cancha, ayudar y meterme en la parte técnica, empecé a jugar un poco y lo terminé haciendo de manera aceptable. Por suerte le agarré la mano y pude sacarme las ganas de jugar un Mundial, porque durante el proceso tenía ganas de estar más adentro de la cancha que afuera. Fue en Letania, en Israel, a unos 70 kilómetros de Tel Aviv, son las cosas que tienen el deporte, me llevóa un lugar donde tal vez nunca habría ido por otros motivos", rescató Stretti.
Regreso a casa
"Pasé unos años en el lacrosse y viajando con un amigo, pero con ganas de volver al sur, de estar en casa con los amigos y la familia. En ese momento en Trelew se hizo un torneo en homenaje a un amigo que había fallecido en un accidente, Franco Silvestri", expuso.
"El torneo tenía un formato de Copa Davis, con la participación de dos personas de cada categoría y una pareja de truco. En su momento lo había ganado Franco y Santiago Perino. Lo repitieron y no podía decir que no porque se trataba de un amigo, me acuerdo que me tocó jugar contra el Nono Nogueira y pensé que me iba a matar, pero pude ganar el torneo, no sé cómo lo hice porque cometí unas 352 dobles faltas, pero corriendo y con el entrenamiento de lacrosse encima pude sacar esa final adelante y ya no volví a salir de la cancha de tenis otra vez", celebró.
Otra vez al exterior
"El deporte siempre tiene cosas lindas y locas de abrirte las puertas de otros lugares, tuve la suerte de viajar un montón gracias al tenis, al lacrosse y a otras cosas que quise hacer. Había tenido la posibilidad de ir a Estados Unidos con el lacrosse, pero me había quedado pendiente un poco la idea de perfeccionar mi inglés. Entonces viene a hacer un curso de ese idioma acá, pero también a visitar clubes, ver torneos, acá hay una linda movida de tenis junior, a participar de todo el circuito nacionalque me intrigaba mucho conla idea de llevar eso a Trelew y poder armar delegaciones para traerlas a competir y entrenar, algo que en Trelew se ve sumamentelejano y por supuesto que tenemos el potencial para explotarlo", consideró.
"Y en una cosa loca más que tiene el deporte, estando acáme encontré con una vieja amiga, Paula Ormaechea (ex 59 en el ranking mundial de la WTA), empezamos a jugar un poco, ella estaba en una pausa y sin querer surgió la posibilidad de quedarme acá como entrenador. Con Paula nos conocemos desde muy chiquitos, igual que con varios otros chicos que han llegado a jugar en un gran nivel, entrenamos juntos durante varios años, ella por supuesto tomó un camino distinto y llegó a ser una excelente jugadora, todavía lo es, y ahora estamos compartiendo esta nueva experiencia juntos", ponderó.
El sueño de Roland Garros
"No hay que sacarle méritos haber llegado a Roland Garros, teníamos una amiga de mi mamá que me decía cuando era chico que le avisara con tiempo para que tuviera la capelina lista porque quería ir a Paris, así que el primer mensaje que mandé fue para ella, no se si tendrá todavía la capelina, pero yo ibaa ir a Roland Garros, y pude cumplirlo", dijo reconfortado.
"Fue una chance increíble, cuando uno va desde adentro no lo dimensiona de la misma forma, fue muy loco llegar y ver todo el evento, pero uno va a competir, a ayudary empujar al jugador con el que uno está, y lo hicimos, no sólo en Paris, sino en otros torneos de menor denominación, pero igual de importantes", analizó el profesor de educación física.
"También compartí Roland Garros con SantiagoRodríguez Taverna, un excelente jugador que lamentablemente no pudo participar porque quedó alterno número. Dos días que empezara la qualy se bajaron varios jugadores y por cuestiones del sistema se quedó sin las chances de participar cuando todavía quedaban lugares", lamentó.
Su experiencia en Miami
"La experiencia es sin dudas recontrapositiva porque más allá de lo que logrado en el tenis, el hecho de perfeccionar unsegundo idiomaes muy importante. En lo deportivo, esta es una ciudad que en mi actividad tiene una infinidad de beneficios, acá salvo cinco, seis días en el año, el resto es calorcito. Hay una infinidad de cancha de tenis, estas canchas son públicas, pero ahora están concesionadas, estamos en Flamingo Park, un lugar muy tradicional, supo ser sede del Orange Bowl, han ganado jugadores como Iván Lendl, Gabriela Sabatini y más atrás Björn Borg", valoró sobre su presente.
"No sólo hay canchas de tenis, sino de fútbol, piletas y otras cosas que se te ocurran, todo concesionado, aunque con valores accesibles para todos los vecicnos", subrayó.
"Y en lo que tiene que ver con el circuito, tanto Junior como ITF y camino al profesionalismo, no sólo hay una buena competencia, sino que hay muchos jugadores, hombres y mujeres de todo el mundo que hacen base acá, que viven acá, y el hecho de pasar tiempo como jugador y entrenador te da la oportunidad de conocer gente sumamente reconocida, he tenido la posibilidad de conocer a ex número uno, dos o tres del mundo que se me han acercado de manera súper natural, al principio es un poco sorprendente, pero me da la oportunidad de ganarme un lugar en la profesión, así que creo que tenemos demasiadas cosas positivas para intentar estirar esta experiencia un poco más", fundamentó en el final Stretti.