Le diagnosticaron cáncer y necesita la ayuda de todos
Sergio Gursky, un joven mecánico de Trelew, está luchando contra un cáncer avanzado y necesita comprar unos nutrientes que son indispensables para vivir. El hombre no puede ingerir alimentos. La familia organizó una campaña solidaria para ayudarlo a salir a adelante
La vida de Sergio Gursky, un mecánico de Trelew, de 45 años, dio un giro inesperado cuando le dijeron que tenía cáncer de vesícula, estaba muy avanzado y no podían hacer nada.
En lo que va de estos meses, Sergio viene peleando contra la enfermedad, fue operado y prácticamente no puede comer, porque su organismo no digiere los alimentos.
La única alternativa que le queda, es consumir una leche con nutrientes, un suplemento especial que es muy costoso.
Gursky está internado en el Hospital Pirovano en Buenos Aires, acompañado por su esposa, y en estos días regresarán a Trelew.
La hija mayor, Gimena, de 22 años, se puso al frente de una campaña para recaudar fondos que le permitan comprar ese suplemento nutricional. Está organizando un sorteo con premios que donó la gente.
El alias que proporcionó Gimena para aquellos que puedan y quieran ayudar es: futuro.novia.barca, a nombre de Villagrán María.
LA ESPERANZA
Gimena junto con su hermana de 18 quedaron al frente del hogar y del cuidado de los más chicos, mientras su padre sigue luchando con la enfermedad en Capital Federal.
“Empezó con un dolor de vesícula, fue al médico, le hicieron una biopsia y a las tres semanas lo citaron y le dijeron que tenía cáncer de vesícula avanzado y no podían hacer nada por él”, recordó Gimena a Jornada el día en que les cambió la vida.
La familia no se dio por vencida y consultaron a otro especialista del Hospital de Trelew. Una oncóloga lo derivó al Hospital Pirovano, donde le hicieron estudios y le dieron la mala noticia que el tumor “había crecido tres veces más de lo que estaba”, dijo la hija.
Para esta altura, la enfermedad afectó el riñón, el páncreas y parte del hígado de Sergio, contó su hija, y el mayor problema que tienen ahora es que “está afectando el duodeno por lo que ya no puede comer”.
La semana pasada, Sergio fue sometido a una operación con la expectativa de que pueda volver a ingerir alimentos pero no los está tolerando.
Cuando regrese a casa, Sergio solo espera estar con su familia y tener los medios para comprar el suplemento indispensable para seguir viviendo.
La vida de Sergio Gursky, un mecánico de Trelew, de 45 años, dio un giro inesperado cuando le dijeron que tenía cáncer de vesícula, estaba muy avanzado y no podían hacer nada.
En lo que va de estos meses, Sergio viene peleando contra la enfermedad, fue operado y prácticamente no puede comer, porque su organismo no digiere los alimentos.
La única alternativa que le queda, es consumir una leche con nutrientes, un suplemento especial que es muy costoso.
Gursky está internado en el Hospital Pirovano en Buenos Aires, acompañado por su esposa, y en estos días regresarán a Trelew.
La hija mayor, Gimena, de 22 años, se puso al frente de una campaña para recaudar fondos que le permitan comprar ese suplemento nutricional. Está organizando un sorteo con premios que donó la gente.
El alias que proporcionó Gimena para aquellos que puedan y quieran ayudar es: futuro.novia.barca, a nombre de Villagrán María.
LA ESPERANZA
Gimena junto con su hermana de 18 quedaron al frente del hogar y del cuidado de los más chicos, mientras su padre sigue luchando con la enfermedad en Capital Federal.
“Empezó con un dolor de vesícula, fue al médico, le hicieron una biopsia y a las tres semanas lo citaron y le dijeron que tenía cáncer de vesícula avanzado y no podían hacer nada por él”, recordó Gimena a Jornada el día en que les cambió la vida.
La familia no se dio por vencida y consultaron a otro especialista del Hospital de Trelew. Una oncóloga lo derivó al Hospital Pirovano, donde le hicieron estudios y le dieron la mala noticia que el tumor “había crecido tres veces más de lo que estaba”, dijo la hija.
Para esta altura, la enfermedad afectó el riñón, el páncreas y parte del hígado de Sergio, contó su hija, y el mayor problema que tienen ahora es que “está afectando el duodeno por lo que ya no puede comer”.
La semana pasada, Sergio fue sometido a una operación con la expectativa de que pueda volver a ingerir alimentos pero no los está tolerando.
Cuando regrese a casa, Sergio solo espera estar con su familia y tener los medios para comprar el suplemento indispensable para seguir viviendo.