“El abuelito de las golosinas” resultó ser un violador de niños
Ocurrió en Cipolletti. “Leo”, como se hacía llamar, vendía desde hace años golosinas en una esquina y murió hace unos días. Era conocido en su momento como “La Hiena de La Plata”, estaba acusado de abusar de dos hermanas de 10 y 13 años en un motel.
Los vecinos de la ciudad de Cipolletti, en Río Negro, no salen de su conmoción: “Leo”, un reconocido jubilado que vendía golosinas en una esquina céntrica, era un abusador de menores prófugo. El espeluznante descubrimiento se realizó el sábado pasado, luego del fallecimiento del sujeto.
Según publicaron medios locales, “Leo” aseguraba ser un jubilado de un banco de Mar del Plata. Durante años, los rionegrinos lo conocieron como “el abuelito de las golosinas”, un sujeto amable, tímido, que aseguraba que con su pensión y la venta ambulante lograba sobrevivir.
Sin embargo, su muerte desencadenó una serie de descubrimientos que conmocionaron a toda la población: su verdadera identidad era Alfredo Jorge Campanella, un publicista acusado de violar a dos hermanitas, menores de edad, en un hotel alojamiento en 2017.
“La Hiena de La Plata”
Jorge Campanella, de 76 años de edad, estaba prófugo de la justicia de La Plata acusado de violar a dos hermanas, de 10 y 13 años, en un hotel alojamiento. En aquel entonces, se lo conocía como “La Hiena de La Plata”.
Según la información que se publicó de Campanella, se creía que, antes de someter a las menores, las llevaba al cine. Tras esto, se registraba en hoteles asegurando que eran sus sobrinas, abusaba de ellas y las fotografiaba. Se lo imputaba por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores.
En 2017, la justicia penal de La Plata había dictado la prisión preventiva para Campanella. Sin embargo, el sujeto desapareció. Ahora, siete años después, se conoció la verdad.
Campanella se hacía pasar por “Leo”, un jubilado reconocido por usar una gorra y gafas de color negro, mientras vendía golosinas y alfajores caseros en una esquina de la ciudad. Falleció el sábado pasado, en un hospital local, tras sufrir un infarto.
Según informó el medio MisNoticias, la investigación del Gabinete de Criminalística de Cipolletti, que utilizó el sistema Fibios (Centro de Investigaciones Biomoleculares para reconocer un ADN), permitió identificar a Leo como Campanella tras la muerte.
Miguel Ángel Parra, periodista de dicho medio, reveló que el hombre nunca accedió a realizar una nota. “Nunca quiso fotos ni propaganda”, recordó. Según Parra, “Leo” siempre rechazaba la difusión de su historia: “No necesito ni quiero difusión, soy muy reservado”, decía.(La Voz)
Los vecinos de la ciudad de Cipolletti, en Río Negro, no salen de su conmoción: “Leo”, un reconocido jubilado que vendía golosinas en una esquina céntrica, era un abusador de menores prófugo. El espeluznante descubrimiento se realizó el sábado pasado, luego del fallecimiento del sujeto.
Según publicaron medios locales, “Leo” aseguraba ser un jubilado de un banco de Mar del Plata. Durante años, los rionegrinos lo conocieron como “el abuelito de las golosinas”, un sujeto amable, tímido, que aseguraba que con su pensión y la venta ambulante lograba sobrevivir.
Sin embargo, su muerte desencadenó una serie de descubrimientos que conmocionaron a toda la población: su verdadera identidad era Alfredo Jorge Campanella, un publicista acusado de violar a dos hermanitas, menores de edad, en un hotel alojamiento en 2017.
“La Hiena de La Plata”
Jorge Campanella, de 76 años de edad, estaba prófugo de la justicia de La Plata acusado de violar a dos hermanas, de 10 y 13 años, en un hotel alojamiento. En aquel entonces, se lo conocía como “La Hiena de La Plata”.
Según la información que se publicó de Campanella, se creía que, antes de someter a las menores, las llevaba al cine. Tras esto, se registraba en hoteles asegurando que eran sus sobrinas, abusaba de ellas y las fotografiaba. Se lo imputaba por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores.
En 2017, la justicia penal de La Plata había dictado la prisión preventiva para Campanella. Sin embargo, el sujeto desapareció. Ahora, siete años después, se conoció la verdad.
Campanella se hacía pasar por “Leo”, un jubilado reconocido por usar una gorra y gafas de color negro, mientras vendía golosinas y alfajores caseros en una esquina de la ciudad. Falleció el sábado pasado, en un hospital local, tras sufrir un infarto.
Según informó el medio MisNoticias, la investigación del Gabinete de Criminalística de Cipolletti, que utilizó el sistema Fibios (Centro de Investigaciones Biomoleculares para reconocer un ADN), permitió identificar a Leo como Campanella tras la muerte.
Miguel Ángel Parra, periodista de dicho medio, reveló que el hombre nunca accedió a realizar una nota. “Nunca quiso fotos ni propaganda”, recordó. Según Parra, “Leo” siempre rechazaba la difusión de su historia: “No necesito ni quiero difusión, soy muy reservado”, decía.(La Voz)