10 JUN 2024 - 9:15 | Actualizado 20 JUN 2024 - 9:42

Por Juan Miguel Bigrevich / Redacción Jornada

Podcast: Paloma Caria

Se llamaba Zinaida. O se llama. Vaya uno a saber. Le decían Zina. O le dicen. Uno nunca sabe.

Se convirtió en heroína. A los 16. Después de llevarse puesto a 200 alemanes cuando estos invadieron la Unión Soviética. A unos a los bombazos. A otros envenenándolos.

De origen bielorruso nació en lo que se llamaba Leningrado y que se volvió a designar como San Petersburgo, se convirtió en una partisana cuando en el verano del 41 las tropas del fracasado operativo Barbarroja nazi, golpearon salvajemente a su abuela para robarle dos vacas cuando aquella vieja brava se resistió. Ella estaba ahí, viéndolo todo, escondida. Y prometió venganza eterna al inflamarse su corazón de ira y odio.

Comenzó distribuyendo folletos de propaganda soviéticas en la Bielorrusia ocupada por los alemanes, recogiendo y ocultando armas abandonadas por los soldados soviéticos en retirada, y recogiendo información sobre los movimientos alemanes con el grupo de resistencia denominado “Los jóvenes vengadores”. Después de aprender a usar armas y explosivos de los miembros más antiguos, Zina participó en acciones de sabotaje como la voladura de la planta eléctrica local, la planta de bombeo de agua y la fábrica de ladrillos. Allí, despachó a un centenar de aquellos invasores que no tenían piedad con los suyos. Ella tampoco.


En 1943, Zina fue enviada a la cercana localidad de Obol. Era la mayor ciudad de la región y base de una importante guarnición alemana, allí se convirtió en ayudante de cocina. En agosto, los soldados comenzaron a dar signos de envenenamiento y cien murieron. Sospechosa, fue detenida y para demostrar su inocencia comió lo mismo y fue liberada. Casi muere, pero las grandes cantidades de suero de leche –que tenía oculto por cualquier eventualidad- que tomó, le expulsaron el veneno.

Para evitar a los alemanes, se convirtió en exploradora de la unidad partisana llamada Kliment Voroshilov. En una carta enviada a sus padres ese mes, ella escribió: "Mamá, ahora estoy con los partisanos. Junto a ustedes, venceremos a los ocupantes nazis ... ".

En diciembre de 1943 o enero de 1944, Zina fue enviada de nuevo a Obol para infiltrarse en la guarnición y descubrir la razón de los recientes fracasos de los Jóvenes Vengadores y luego localizar y ponerse en contacto con los miembros restantes. Fue capturada rápidamente por la policía local, después de una delación. Fue interrogada, torturada por la temible Gestapo. No habló. Ni mu dijo. Sólo una cosa: ante la distracción de sus torturadores, tomó una Luger y mató a tres.

Pretendió escapar. No pudo. La torturaron nuevamente. Tenía 16. Otra vez, ni una vocal dijo. Y antes expirar, se le escuchó una risotada. Exactamente hace 79 años.

El 1 de julio de 1958, Zinaida o Zina (para el caso es lo mismo) fue declarada Heroína de la Unión Soviética por el Presidium del Soviet Supremo. También recibió la Orden de Lenin. En 1969, el pueblo de Zuya dedicó una placa conmemorativa en su honor, también numerosos grupos de pioneros fueron nombrados en su honor.
Zinaida Martynovna Portnova. O Zina. Querés una empoderada. Acá tenés una. Bien picante, la rusita.

10 JUN 2024 - 9:15

Por Juan Miguel Bigrevich / Redacción Jornada

Podcast: Paloma Caria

Se llamaba Zinaida. O se llama. Vaya uno a saber. Le decían Zina. O le dicen. Uno nunca sabe.

Se convirtió en heroína. A los 16. Después de llevarse puesto a 200 alemanes cuando estos invadieron la Unión Soviética. A unos a los bombazos. A otros envenenándolos.

De origen bielorruso nació en lo que se llamaba Leningrado y que se volvió a designar como San Petersburgo, se convirtió en una partisana cuando en el verano del 41 las tropas del fracasado operativo Barbarroja nazi, golpearon salvajemente a su abuela para robarle dos vacas cuando aquella vieja brava se resistió. Ella estaba ahí, viéndolo todo, escondida. Y prometió venganza eterna al inflamarse su corazón de ira y odio.

Comenzó distribuyendo folletos de propaganda soviéticas en la Bielorrusia ocupada por los alemanes, recogiendo y ocultando armas abandonadas por los soldados soviéticos en retirada, y recogiendo información sobre los movimientos alemanes con el grupo de resistencia denominado “Los jóvenes vengadores”. Después de aprender a usar armas y explosivos de los miembros más antiguos, Zina participó en acciones de sabotaje como la voladura de la planta eléctrica local, la planta de bombeo de agua y la fábrica de ladrillos. Allí, despachó a un centenar de aquellos invasores que no tenían piedad con los suyos. Ella tampoco.


En 1943, Zina fue enviada a la cercana localidad de Obol. Era la mayor ciudad de la región y base de una importante guarnición alemana, allí se convirtió en ayudante de cocina. En agosto, los soldados comenzaron a dar signos de envenenamiento y cien murieron. Sospechosa, fue detenida y para demostrar su inocencia comió lo mismo y fue liberada. Casi muere, pero las grandes cantidades de suero de leche –que tenía oculto por cualquier eventualidad- que tomó, le expulsaron el veneno.

Para evitar a los alemanes, se convirtió en exploradora de la unidad partisana llamada Kliment Voroshilov. En una carta enviada a sus padres ese mes, ella escribió: "Mamá, ahora estoy con los partisanos. Junto a ustedes, venceremos a los ocupantes nazis ... ".

En diciembre de 1943 o enero de 1944, Zina fue enviada de nuevo a Obol para infiltrarse en la guarnición y descubrir la razón de los recientes fracasos de los Jóvenes Vengadores y luego localizar y ponerse en contacto con los miembros restantes. Fue capturada rápidamente por la policía local, después de una delación. Fue interrogada, torturada por la temible Gestapo. No habló. Ni mu dijo. Sólo una cosa: ante la distracción de sus torturadores, tomó una Luger y mató a tres.

Pretendió escapar. No pudo. La torturaron nuevamente. Tenía 16. Otra vez, ni una vocal dijo. Y antes expirar, se le escuchó una risotada. Exactamente hace 79 años.

El 1 de julio de 1958, Zinaida o Zina (para el caso es lo mismo) fue declarada Heroína de la Unión Soviética por el Presidium del Soviet Supremo. También recibió la Orden de Lenin. En 1969, el pueblo de Zuya dedicó una placa conmemorativa en su honor, también numerosos grupos de pioneros fueron nombrados en su honor.
Zinaida Martynovna Portnova. O Zina. Querés una empoderada. Acá tenés una. Bien picante, la rusita.


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