Editorial / El Pirro del Río de la Plata

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Pirro de Epiro (318-272 a. de C.), muerto a manos de una anciana que se cansó del déspota y le partió una teja en la cabeza.
03 FEB 2024 - 20:45 | Actualizado 03 FEB 2024 - 22:02

Pirro de Epiro era alto, rubio, déspota, ególatra y también un guerrero empedernido. Fue un rey de la antigua Grecia que luchó contra los romanos, obtuvo el triunfo en dos batallas épicas en las que perdió muchos soldados y dejó para la posteridad el “triunfo pírrico” como una descripción perfecta de los que ganan pagando costos muy altos.

Salvo por la estatura, el presidente Javier Milei reúne todas las otras condiciones para ser considerado el Pirro del Río de la Plata. En sus 56 días de gobierno (que parecen mil) ha librado muchas batallas pero el “triunfo” en el conteo final de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados fue absolutamente pírrico. Logró 144 votos contra 109, pero en el camino tuvo que dejar su megaproyecto “Bases” convertido en un puñado de páginas en el que hay algunas desregulaciones económicas que les interesan a ciertos grupos económicos y mucha criminalización de la protesta social. Ambas son muy peligrosas para el interés común.

Un dato que tal vez Milei debiera conocer de Pirro de Epiro: después de tantas batallas, murió a los 46 años de una manera poco heroica. Una anciana del Peloponeso, harta de la violencia del rey contra los desposeídos, le incrustó una teja en la cabeza y acabó con los días del fallido conquistador, que se fue sin haber logrado fundar un imperio como hiciera su pariente Alejandro Magno, ni estableció una dinastía consolidada, ni contribuyó a la propagación de la cultura griega, y tan sólo se ocupó de regar con sangre todas las sendas por donde transitó.

Las comparaciones son odiosas.

Gobernabilidad y coso

Al Gobierno nacional se le viene ahora una segunda batalla en la Cámara Baja, que será tratar de aprobar la mayor cantidad de artículos de la ley, que se debatirán uno por uno desde el martes.

Para ello contará nuevamente con el apoyo sin fisuras del PRO y también con los harapos en los que han convertido un puñado de diputados nacionales a la Unión Cívica Radical, que si su papel como furgón de cola de Mauricio Macri ya era triste, este apoyo “crítico” a Milei lo deja en el quinto subsuelo de la falta de dignidad.

Ni hablar de los peronistas “no kirchneristas”, una diferenciación que pagaba doble hace un tiempo pero que ahora sólo sirve para ocultar la oprobiosa deslealtad intelectual de un rejunte de legisladores presuntamente de origen justicialista que llegaron a sus bancas en las listas de Juntos por el Cambio y ahora se hacen llamar “Hacemos Coalición Federal”, en alianza con Elisa Carrió.

Un amontonamiento de ocasión que pone bajo el mismo paraguas al vetusto Miguel Pichetto, que en la sesión del viernes le respondió al diputado Santiago Cafiero que prefería ser un traidor y no un inútil como él, dos verdades incontrastables; al marchito y eternamente despechado Florencio Randazzo, que una década después todavía no digiere el odio contra Cristina Kirchner por haber elegido al ahora ministro libertario Daniel Scioli y no a él como candidato a presidente; y al díscolo sindicalista petrolero de Chubut Jorge “Loma Ávila”, que ya pasó por el peronismo, el arcionismo, Juntos por el Cambio y ahora comparte bloque con el salvaje ultraliberal de Ricardo López Murphy. Por si fuera poco, el viernes ni siquiera estuvo en el recinto para votar (¿a favor o en contra?) la Ley Ómnibus.

Para algunos debería ser un poco más difícil volver a sus provincias después de semejantes saltos mortales invertidos. Para los nostálgicos: “Borocotó” fue un bebé de pecho al lado de algunos actuales diputados nacionales.

Toma y daca

En este contexto nacional agobiante, el gobernador Nacho Torres sigue pasando casi tanto tiempo en la provincia como en Buenos Aires. Es razonable: en el centro del poder se están acomodando las fichas de un enorme tablero en el que se juegan los destinos de miles de millones de pesos de fondos públicos que Torres y el resto de los gobernadores necesitan como el agua para no naufragar.

La llegada al poder del libertario, con un peronismo derrotado y dividido, y la alianza JxC hecha añicos, ha barrido del tablero político reinante a la discusión ideológica y ha puesto a casi todos los gobernadores –excepto al bonaerense Axel Kicillof- a dar una discusión meramente de caja. Ese toma y daca suele ser práctico en otros contextos políticos pero con Milei implica riesgos difíciles de mensurar. Defender los “intereses” de las provincias es importante pero puede terminar siendo sólo una protección de las cajas provinciales que manejan los gobernantes de turno y no necesariamente una defensa integral de los intereses de todas las personas que habitan una provincia.

En el caso de Chubut, haber logrado desbaratar los cambios en el régimen federal pesquero es un enorme paraguas para los empresarios del sector, y la marcha atrás del Gobierno nacional con la eliminación de la “Zona Fría” para las tarifas de gas, un respiro para casi todos los chubutenses. Pero parecen dos logros insuficientes al lado de todos los perjuicios que económicos que está causando un gobierno que, además, se quiere llevar puestos casi todos los derechos laborales y está saliendo a la calle a pegarle a la gente que alza la voz.

Hay cosas que no se pueden negociar y que superan todo el marco de las ideologías políticas partidarias. ¡Es la dignidad!#

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Pirro de Epiro (318-272 a. de C.), muerto a manos de una anciana que se cansó del déspota y le partió una teja en la cabeza.
03 FEB 2024 - 20:45

Pirro de Epiro era alto, rubio, déspota, ególatra y también un guerrero empedernido. Fue un rey de la antigua Grecia que luchó contra los romanos, obtuvo el triunfo en dos batallas épicas en las que perdió muchos soldados y dejó para la posteridad el “triunfo pírrico” como una descripción perfecta de los que ganan pagando costos muy altos.

Salvo por la estatura, el presidente Javier Milei reúne todas las otras condiciones para ser considerado el Pirro del Río de la Plata. En sus 56 días de gobierno (que parecen mil) ha librado muchas batallas pero el “triunfo” en el conteo final de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados fue absolutamente pírrico. Logró 144 votos contra 109, pero en el camino tuvo que dejar su megaproyecto “Bases” convertido en un puñado de páginas en el que hay algunas desregulaciones económicas que les interesan a ciertos grupos económicos y mucha criminalización de la protesta social. Ambas son muy peligrosas para el interés común.

Un dato que tal vez Milei debiera conocer de Pirro de Epiro: después de tantas batallas, murió a los 46 años de una manera poco heroica. Una anciana del Peloponeso, harta de la violencia del rey contra los desposeídos, le incrustó una teja en la cabeza y acabó con los días del fallido conquistador, que se fue sin haber logrado fundar un imperio como hiciera su pariente Alejandro Magno, ni estableció una dinastía consolidada, ni contribuyó a la propagación de la cultura griega, y tan sólo se ocupó de regar con sangre todas las sendas por donde transitó.

Las comparaciones son odiosas.

Gobernabilidad y coso

Al Gobierno nacional se le viene ahora una segunda batalla en la Cámara Baja, que será tratar de aprobar la mayor cantidad de artículos de la ley, que se debatirán uno por uno desde el martes.

Para ello contará nuevamente con el apoyo sin fisuras del PRO y también con los harapos en los que han convertido un puñado de diputados nacionales a la Unión Cívica Radical, que si su papel como furgón de cola de Mauricio Macri ya era triste, este apoyo “crítico” a Milei lo deja en el quinto subsuelo de la falta de dignidad.

Ni hablar de los peronistas “no kirchneristas”, una diferenciación que pagaba doble hace un tiempo pero que ahora sólo sirve para ocultar la oprobiosa deslealtad intelectual de un rejunte de legisladores presuntamente de origen justicialista que llegaron a sus bancas en las listas de Juntos por el Cambio y ahora se hacen llamar “Hacemos Coalición Federal”, en alianza con Elisa Carrió.

Un amontonamiento de ocasión que pone bajo el mismo paraguas al vetusto Miguel Pichetto, que en la sesión del viernes le respondió al diputado Santiago Cafiero que prefería ser un traidor y no un inútil como él, dos verdades incontrastables; al marchito y eternamente despechado Florencio Randazzo, que una década después todavía no digiere el odio contra Cristina Kirchner por haber elegido al ahora ministro libertario Daniel Scioli y no a él como candidato a presidente; y al díscolo sindicalista petrolero de Chubut Jorge “Loma Ávila”, que ya pasó por el peronismo, el arcionismo, Juntos por el Cambio y ahora comparte bloque con el salvaje ultraliberal de Ricardo López Murphy. Por si fuera poco, el viernes ni siquiera estuvo en el recinto para votar (¿a favor o en contra?) la Ley Ómnibus.

Para algunos debería ser un poco más difícil volver a sus provincias después de semejantes saltos mortales invertidos. Para los nostálgicos: “Borocotó” fue un bebé de pecho al lado de algunos actuales diputados nacionales.

Toma y daca

En este contexto nacional agobiante, el gobernador Nacho Torres sigue pasando casi tanto tiempo en la provincia como en Buenos Aires. Es razonable: en el centro del poder se están acomodando las fichas de un enorme tablero en el que se juegan los destinos de miles de millones de pesos de fondos públicos que Torres y el resto de los gobernadores necesitan como el agua para no naufragar.

La llegada al poder del libertario, con un peronismo derrotado y dividido, y la alianza JxC hecha añicos, ha barrido del tablero político reinante a la discusión ideológica y ha puesto a casi todos los gobernadores –excepto al bonaerense Axel Kicillof- a dar una discusión meramente de caja. Ese toma y daca suele ser práctico en otros contextos políticos pero con Milei implica riesgos difíciles de mensurar. Defender los “intereses” de las provincias es importante pero puede terminar siendo sólo una protección de las cajas provinciales que manejan los gobernantes de turno y no necesariamente una defensa integral de los intereses de todas las personas que habitan una provincia.

En el caso de Chubut, haber logrado desbaratar los cambios en el régimen federal pesquero es un enorme paraguas para los empresarios del sector, y la marcha atrás del Gobierno nacional con la eliminación de la “Zona Fría” para las tarifas de gas, un respiro para casi todos los chubutenses. Pero parecen dos logros insuficientes al lado de todos los perjuicios que económicos que está causando un gobierno que, además, se quiere llevar puestos casi todos los derechos laborales y está saliendo a la calle a pegarle a la gente que alza la voz.

Hay cosas que no se pueden negociar y que superan todo el marco de las ideologías políticas partidarias. ¡Es la dignidad!#


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