“La magnitud de esto no se compara con nada”

El relato del oficial ayudante Daniel Ojeda, del Cuartel de Bomberos de Rawson, en la zona crítica del incendio forestal que ya consumió 3.000 hectáreas de bosque.

03 FEB 2024 - 17:06 | Actualizado 03 FEB 2024 - 17:17

La ayuda sigue llegando al Parque Nacional Los Alerces, donde el imparable incendio forestal ya consumió 3.000 hectáreas de bosque nativo. Para dar una mano contra el fuego, 26 bomberos de la Regional N° 1 de los cuarteles de Trelew, Rawson, Puerto Madryn, Puerto Pirámides, Gaiman, Dolavon, Dique Florentino Ameghino y Paso de Indios viajaron a la zona y se sumaron a los trabajos.

Uno de estos bomberos, el oficial ayudante Daniel Ojeda, de Rawson, relató las primeras horas tras el arribo. “Llegamos a Esquel e inmediatamente fuimos los encargados de la comisión de los 26 bomberos, y nos pusimos a disposición de quienes comandan la emergencia”. Lo primero fue ponerse a tono con la información del último parte del incendio, que por esas horas avanzaba peligrosamente hacia zonas habitadas.

“Nos separamos en dos grupos de 13 bomberos. Unos quedaron en Esquel porque el incendio avanzaba a la zona del Alto Río Percy, y otros 13 vinimos a Trevelin con la delegación local para trabajar directamente en el Parque, cerca del Lago Futalaufquen, donde se situaba la cola del incendio”.

La primera noche, los bomberos derivados a Trevelin debieron montar una guardia nocturna en Los Tepúes. Allí, bosque adentro, vive una familia. Debían salvaguardar sus vidas. “La cola se situaba a unos 600 metros y venía con bastante actividad. Nuestro trabajo fue proteger ese perímetro con la acción de interface, trabajo en el que actúan los bomberos que no son brigadistas, con preservación del perímetro y el cuidado de las casas”.

El cambio de vientos durante la noche preocupó y puso en alerta a los combatientes, pero no hubo mayores problemas. Por la mañana, le delegación estaba presta para ir a la primera línea de fuego con los brigadistas. “Son los que conocen el perímetro, la zona y cómo es el trabajo. Si bien estamos capacitados, ellos están en su tierra. Nos acoplamos y nos pusimos a su disposición para que el número de personas no dificulte las cosas”.


No es lo mismo

Para los bomberos no es lo mismo atacar un incendio urbano que uno forestal. “Tener los conocimientos no hace a la experiencia”, dice Ojeda. “El trabajo de campo es fundamental. No es nada fácil trabajar en un incendio de tal magnitud. Una cosa es ver imágenes en video y otra cosa es estar en la línea de fuego. No hay que subestimar el incendio, la magnitud de esto no se compara con nada. Los recaudos son considerados, prudentes a la hora de accionar y cuidadosos a la hora de movilizarnos. La base del trabajo con éxito es tener primero la seguridad personal”.

Desconocen cuántos días permanecerán en el lugar. Hay gente en la zona atenta a posibles relevos. En caso de evacuación de la población, las personas serán trasladadas al casco centro. Hay un amplio operativo de transporte y una gran organización a nivel provincial.

“Hay cierta consideración de brigadistas porque es época de turistas, algunos campings ocupados han sido despejados por seguridad. A medida que avanza el incendio, se le comunica a la población que es preciso desalojar la zona”.

Los bomberos del Valle se suman a un importante número de voluntarios provenientes de Córdoba, Buenos Aires, Misiones y otras regiones del país. “La logística ha sido muy buena, se notan los recursos movilizados, aviones hidrantes y helicópteros. Ha llegado un avión anfibio que lo vimos trabajar. El trabajo es arduo, la gente está comprometida y hay muchas horas de trabajo”.

03 FEB 2024 - 17:06

La ayuda sigue llegando al Parque Nacional Los Alerces, donde el imparable incendio forestal ya consumió 3.000 hectáreas de bosque nativo. Para dar una mano contra el fuego, 26 bomberos de la Regional N° 1 de los cuarteles de Trelew, Rawson, Puerto Madryn, Puerto Pirámides, Gaiman, Dolavon, Dique Florentino Ameghino y Paso de Indios viajaron a la zona y se sumaron a los trabajos.

Uno de estos bomberos, el oficial ayudante Daniel Ojeda, de Rawson, relató las primeras horas tras el arribo. “Llegamos a Esquel e inmediatamente fuimos los encargados de la comisión de los 26 bomberos, y nos pusimos a disposición de quienes comandan la emergencia”. Lo primero fue ponerse a tono con la información del último parte del incendio, que por esas horas avanzaba peligrosamente hacia zonas habitadas.

“Nos separamos en dos grupos de 13 bomberos. Unos quedaron en Esquel porque el incendio avanzaba a la zona del Alto Río Percy, y otros 13 vinimos a Trevelin con la delegación local para trabajar directamente en el Parque, cerca del Lago Futalaufquen, donde se situaba la cola del incendio”.

La primera noche, los bomberos derivados a Trevelin debieron montar una guardia nocturna en Los Tepúes. Allí, bosque adentro, vive una familia. Debían salvaguardar sus vidas. “La cola se situaba a unos 600 metros y venía con bastante actividad. Nuestro trabajo fue proteger ese perímetro con la acción de interface, trabajo en el que actúan los bomberos que no son brigadistas, con preservación del perímetro y el cuidado de las casas”.

El cambio de vientos durante la noche preocupó y puso en alerta a los combatientes, pero no hubo mayores problemas. Por la mañana, le delegación estaba presta para ir a la primera línea de fuego con los brigadistas. “Son los que conocen el perímetro, la zona y cómo es el trabajo. Si bien estamos capacitados, ellos están en su tierra. Nos acoplamos y nos pusimos a su disposición para que el número de personas no dificulte las cosas”.


No es lo mismo

Para los bomberos no es lo mismo atacar un incendio urbano que uno forestal. “Tener los conocimientos no hace a la experiencia”, dice Ojeda. “El trabajo de campo es fundamental. No es nada fácil trabajar en un incendio de tal magnitud. Una cosa es ver imágenes en video y otra cosa es estar en la línea de fuego. No hay que subestimar el incendio, la magnitud de esto no se compara con nada. Los recaudos son considerados, prudentes a la hora de accionar y cuidadosos a la hora de movilizarnos. La base del trabajo con éxito es tener primero la seguridad personal”.

Desconocen cuántos días permanecerán en el lugar. Hay gente en la zona atenta a posibles relevos. En caso de evacuación de la población, las personas serán trasladadas al casco centro. Hay un amplio operativo de transporte y una gran organización a nivel provincial.

“Hay cierta consideración de brigadistas porque es época de turistas, algunos campings ocupados han sido despejados por seguridad. A medida que avanza el incendio, se le comunica a la población que es preciso desalojar la zona”.

Los bomberos del Valle se suman a un importante número de voluntarios provenientes de Córdoba, Buenos Aires, Misiones y otras regiones del país. “La logística ha sido muy buena, se notan los recursos movilizados, aviones hidrantes y helicópteros. Ha llegado un avión anfibio que lo vimos trabajar. El trabajo es arduo, la gente está comprometida y hay muchas horas de trabajo”.


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