"Si se intensifica la sequía y las temperaturas aumentan en el Amazonas, se podría producir una transición acelerada de selva tropical a sabana, lo que disminuiría su capacidad de almacenamiento de carbono", apuntaron los expertos de un nuevo estudio realizado por científicos del World Weather Attribution (WWA).
Según señalaron, "el cambio climático causado por la contaminación atmosférica fue el principal responsable".
La histórica sequía que afectó a millones de personas en toda la cuenca amazónica, entre los meses de junio y noviembre del año pasado, favoreció a que se sucedieran enormes incendios forestales, lo que provoco- a su vez- que los principales cursos de agua menguaran y desapareciera una importante cantidad de fauna.
Si bien expertos habían apuntado que ese fenómeno podía deberse principalmente a la llegada del evento meteorológico El Niño, el estudio científico informó que "el calentamiento global hizo que la sequía fuese 30 veces más probable" y advirtió que la situación empeorará a medida que el planeta se caliente, lo que llevará a la Amazonía a un "punto de inflexión" climático.
Se estima que la Amazonía puede almacenar más de 100.000 millones de toneladas de carbono, es decir, más del doble de las emisiones anuales, según reportó la agencia de noticias AFP.
"Si permitimos que las emisiones de origen humano y la deforestación rebasen el punto de inflexión, se liberarán grandes cantidades de dióxido de carbono y nuestra lucha contra el cambio climático se complicará todavía más", alertó Regina Rodríguez, profesora de Oceanografía Física y del Clima en la Universidad federal de Santa Catarina, en Brasil.
Los científicos compararon el clima actual, que presenta un incremento aproximado de la temperatura de 1.2 grados desde la era preindustrial, con la situación previa al cambio climático.
De esta forma, constataron que el calentamiento global provocó "que haya diez veces más de probabilidades de que se produzcan precipitaciones débiles y 30 veces más, que haya una sequía".
Actualmente, la sequía solo ocurre una vez cada 50 años, pero con un calentamiento de cerca de 2 grados, la Amazonia sufriría ese tipo de episodio cada 13 años aproximadamente, según los científicos.
"Si se intensifica la sequía y las temperaturas aumentan en el Amazonas, se podría producir una transición acelerada de selva tropical a sabana, lo que disminuiría su capacidad de almacenamiento de carbono", apuntaron los expertos de un nuevo estudio realizado por científicos del World Weather Attribution (WWA).
Según señalaron, "el cambio climático causado por la contaminación atmosférica fue el principal responsable".
La histórica sequía que afectó a millones de personas en toda la cuenca amazónica, entre los meses de junio y noviembre del año pasado, favoreció a que se sucedieran enormes incendios forestales, lo que provoco- a su vez- que los principales cursos de agua menguaran y desapareciera una importante cantidad de fauna.
Si bien expertos habían apuntado que ese fenómeno podía deberse principalmente a la llegada del evento meteorológico El Niño, el estudio científico informó que "el calentamiento global hizo que la sequía fuese 30 veces más probable" y advirtió que la situación empeorará a medida que el planeta se caliente, lo que llevará a la Amazonía a un "punto de inflexión" climático.
Se estima que la Amazonía puede almacenar más de 100.000 millones de toneladas de carbono, es decir, más del doble de las emisiones anuales, según reportó la agencia de noticias AFP.
"Si permitimos que las emisiones de origen humano y la deforestación rebasen el punto de inflexión, se liberarán grandes cantidades de dióxido de carbono y nuestra lucha contra el cambio climático se complicará todavía más", alertó Regina Rodríguez, profesora de Oceanografía Física y del Clima en la Universidad federal de Santa Catarina, en Brasil.
Los científicos compararon el clima actual, que presenta un incremento aproximado de la temperatura de 1.2 grados desde la era preindustrial, con la situación previa al cambio climático.
De esta forma, constataron que el calentamiento global provocó "que haya diez veces más de probabilidades de que se produzcan precipitaciones débiles y 30 veces más, que haya una sequía".
Actualmente, la sequía solo ocurre una vez cada 50 años, pero con un calentamiento de cerca de 2 grados, la Amazonia sufriría ese tipo de episodio cada 13 años aproximadamente, según los científicos.