“En Argentina veo que pase lo que pase, la gente siempre tiene esperanza”

El ex basquetbolista estadounidense Jimmy Thomas y su esposa Fabiana Díaz volvieron a Trelew para reencontrarse con los afectos de una época inolvidable, en el club Independiente, en la Asociación Bancaria y hasta con la selección de Chubut en los Juegos de la Araucanía. “Tenemos recuerdos hermosos”, coincidieron en diálogo con Tiempo Deportivo.

03 ENE 2024 - 16:24 | Actualizado 03 ENE 2024 - 16:49

LA NOTA COMPLETA ACÁ.

“Para nosotros es una gran alegría haber vuelto aquí, porque esta ciudad es como estar en casa, pasamos seis, siete años y nuestros hijos comenzaron a jugar acá al básquet (Erick y Stefany que incluso después jugaron en las selecciones argentinas juveniles)”, valoró Jimmy.”

“Nos conocimos en Bahía Blanca, yo tenía 21 y él 31, yo era jugadora de básquet y de vóley, pero de Estudiantes, rivales de toda la vida”, recordó por su parte Fabiana.

“Desde el primer momento que llegamos al Club Independiente tuvimos una recepción hermosa, desde la familia Villagra, nos sentíamos como en casa y años después cuando Jimmy se abrió para encarar el proyecto de la Escuelita de Básquet en la Asociación Bancaria, de casi 300 chicos, las familias nos acompañaban, hacían viajes a todos lados, también fue hermoso”, ponderó.

James Thomas llegó a la Argentina para reforzar un equipazo de Ferro, que terminó siendo el campeón de la Liga Nacional en el ´89.

“Yo tuve suerte, porque mi suegro de aquel entonces que contactó a León Najnudel para que yo pudiera venir. Y tenía como compañeros a jugadores de la selección argentina como Miguel Cortijo, Sebastián Uranga, Diego Maggi, Fabián Tourn. También era muy buena gente y a mi ayudó mucha mi experiencia internacional”, destacó el ahora jubilado.

“Cuando salí de la Universidad de Minessotta fue seleccionado en el draft por Atlanta, pero después me fui a Italia, Montecarlo, volví a Italia, estuve también en Suiza, Israel y después Argentina, hasta que me engañaron y me quedé acá”, bromeó en orden cronológico.

“Si bien él jugó para Olimpo de Bahía Blanca, yo lo conocí cuando vino a reemplazar a Willy Scott en Estudiantes. Siempre lo cuento como anécdota porque yo venía de jugar contra San Lorenzo de Bahía al básquet y entré al gimnasio, miro y me pregunté, ese negrito no es Willy Scott, y en ese debut metió 45 puntos, la rompió. Al otro año nos pusimos de novios”, rememoró Fabiana.

“Es todo mentira, me engañó a mí”, retrucó Jimmy.

UNA HISTORIA DE AMOR
La historia de amor de Jimmy y Fabiana lleva 37 años desde aquel entonces, con dos hijos, Stefany de 34 Y Erick de 28 y dos nietos, de la primogénita, de 3 y 5 años.

“Vivimos al sur de Tampa, es hermoso. Cuando llegamos a Estados Unidos, él me daba opciones; New York era una, pero no para mí, mucho frío; Arizona, calor y desierto, y Florida bello, además con muchos hispanos y con mi cuñada a cinco millas de mi casa, me sentí cómoda desde el principio. La transición fue más fácil”, contó Fabiana.

UNA ETAPA INOLVIDABLE
“Ayer hablábamos de si había jugado en Independiente, en realidad vino como técnico, pero como el equipo estaba en formación, él jugó dos o tres partidos”, aludió después ante una consulta puntual y volviendo a la época de Trelew.

“Fue una muy linda etapa para nosotros, siempre recordamos a los chicos porque tenían la edad de nuestros hijos. Fue un impacto más emocional”, subrayó Jimmy.

“Trelew fue la ciudad de Argentina en la que más tiempo nos quedamos, casi siete años, porque en Bahía Blanca habíamos estado solamente dos”, apuntó Fabiana, que precisamente vino acompañada por su papá Erico, pronto a cumplir 90 años.

“La Escuela de la Asociación Bancaria surgió como un proyecto chiquito, pero se armó una escuela desde los 3 y hasta los 20 años, y con las mujeres lo mismo. Me acuerdo que al principio Stefany jugaba con todos los varones e incluso le tocó marcarla a Nico de los Santos, con quien después se reencontraron en la selección argentina juvenil y se acordaban de eso”, dimensionó la profesora de Educación Física.

“La familia Villagra nos apoyó a nosotros en todo, nos trajo Rubén, pero toda la familia nos acogió, y también Gustavo Trifaró se convirtió en un hermano para mí (el ex jugador también los acompañó en su visita a Cadena Tiempo)”, apreció.

“Además de sus ideas, yo admiro su adaptación a los cambios. Jugó en Estados Unidos, Europa, Argentina, es fácil adaptarse con él y con proyectos como el de la Bancaria, aunque Gustavo nos sugirió la idea, lo proyectamos y lo hicimos”, enfatizó la bahiense.

Hace un par de años Jimmy fue homenajeado también por Gimnasia de Comodoro por haber integrado el equipo de que terminó sexto en la Liga Nacional de la temporada 90-91: “era un lindo equipo, no tenía grandes nombres, de selección argentina, pero se jugaba por la camiseta, muy buenas personas”, reconoció Jimmy.

“Cuando vamos a Comodoro, en el ’89 después de Ferro, la nena tenía un año, y tenemos un amigo, Maurino, que en ese tiempo era juvenil, y que nos invitaba tímidamente a comer asado. Jimmy hacía impacto en la gente joven, lo que no es fácil, sos un buen tipo, todo el día”, dijo cómplice.

OTRO RUMBO
“Hace 23 años nos fuimos a Estados Unidos, aunque hemos vuelto cuando le hicieron el homenaje en Comodoro y por alguna otra situación en particular”, indicó.

“Yo tuve la bendición de que mis padres iban constantemente a verme a Estados Unidos, porque haber dejado a mi familia fue muy difícil, Jimmy fue muy pata al esperar que los chicos se hicieran más grandes, pero nos íbamos a ir en algún momento por el futuro de los chico más que nada”, admitió Fabiana.

“A mí me encanta donde vivo, donde estoy, agradezco que Estados Unidos me haya abierto las puertas, pero extraño nuestra cotidianeidad, escuchar folklore y eso que él me pone folklore cuando llego del trabajo, pero extraño las costumbres, además de poder ver a mis amigos, a mis hermanos, a mis viejo”, admitió la mujer.

“Hay tanto para hacer, con mis hijos hicimos mucha actividad deportiva para que pudieran ser becados en la universidad, no pagaron un centavo por la escuela, jugaron a lo que amaban y fueron profesionales, Erick lo sigue siendo. Estados Unidos nos dio muchas oportunidades en el básquet y por supuesto como familia”, remarcó.

"LA GENTE NO PIERDE LA ESPERANZA"
“Al país lo veo como en stand by, como hace 20 años cuando me fui, no veo que se haya hecho mucho por la gente, y la gente es muy paciente. Entiendo que se pueda aguantar dos, tres, cinco años, pero 20 y nos sigamos avanzando, sobre todo por nuestra juventud”, analizó Fabiana.

“Es bravo en todo el mundo, pero cada país tiene sus cosas. Igual creo que en este país, pase lo que pase, la gente siempre quiere esperanza, siempre quiere más. La gente sigue viviendo, hace lo necesario para mantenerse feliz, como sucedió anoche en el club”, rescató por su parte Jimmy.

“Mi país también tiene sus cosas, pero yo siempre pienso que mientras estemos nosotros bien y juntos, que es nuestro mundo, lo mismo que nuestros amigos. Las otras cosas, si pasan o no pasan, no es nuestra decisión”, simplificó el ex basquetbolista.

“Anoche el amor fluía por todos lados, y siempre nos gustaba servir, compartir, somos fuertes en eso. En la Bancaria hasta rescatamos chicos de la calle, hacíamos tallarinadas, pero siempre con el apoyo de los padres”, evocó.

“Nosotros no nos sentíamos un club, sino un gran familia, fuimos un gran equipo que trabajamos para un objetivo en lo que principal era lo humano, encaminar a los chicos no sólo como jugadores, sino como personas”, señaló Jimmy.

“Ayer –martes- vimos chicos que tenían siete, ocho años cuando estaban con nosotros y hoy son adultos y hasta papás. Creo que los recuerdos es una de las cosas más lindas que tenemos”, sentenció Fabiana.

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03 ENE 2024 - 16:24

LA NOTA COMPLETA ACÁ.

“Para nosotros es una gran alegría haber vuelto aquí, porque esta ciudad es como estar en casa, pasamos seis, siete años y nuestros hijos comenzaron a jugar acá al básquet (Erick y Stefany que incluso después jugaron en las selecciones argentinas juveniles)”, valoró Jimmy.”

“Nos conocimos en Bahía Blanca, yo tenía 21 y él 31, yo era jugadora de básquet y de vóley, pero de Estudiantes, rivales de toda la vida”, recordó por su parte Fabiana.

“Desde el primer momento que llegamos al Club Independiente tuvimos una recepción hermosa, desde la familia Villagra, nos sentíamos como en casa y años después cuando Jimmy se abrió para encarar el proyecto de la Escuelita de Básquet en la Asociación Bancaria, de casi 300 chicos, las familias nos acompañaban, hacían viajes a todos lados, también fue hermoso”, ponderó.

James Thomas llegó a la Argentina para reforzar un equipazo de Ferro, que terminó siendo el campeón de la Liga Nacional en el ´89.

“Yo tuve suerte, porque mi suegro de aquel entonces que contactó a León Najnudel para que yo pudiera venir. Y tenía como compañeros a jugadores de la selección argentina como Miguel Cortijo, Sebastián Uranga, Diego Maggi, Fabián Tourn. También era muy buena gente y a mi ayudó mucha mi experiencia internacional”, destacó el ahora jubilado.

“Cuando salí de la Universidad de Minessotta fue seleccionado en el draft por Atlanta, pero después me fui a Italia, Montecarlo, volví a Italia, estuve también en Suiza, Israel y después Argentina, hasta que me engañaron y me quedé acá”, bromeó en orden cronológico.

“Si bien él jugó para Olimpo de Bahía Blanca, yo lo conocí cuando vino a reemplazar a Willy Scott en Estudiantes. Siempre lo cuento como anécdota porque yo venía de jugar contra San Lorenzo de Bahía al básquet y entré al gimnasio, miro y me pregunté, ese negrito no es Willy Scott, y en ese debut metió 45 puntos, la rompió. Al otro año nos pusimos de novios”, rememoró Fabiana.

“Es todo mentira, me engañó a mí”, retrucó Jimmy.

UNA HISTORIA DE AMOR
La historia de amor de Jimmy y Fabiana lleva 37 años desde aquel entonces, con dos hijos, Stefany de 34 Y Erick de 28 y dos nietos, de la primogénita, de 3 y 5 años.

“Vivimos al sur de Tampa, es hermoso. Cuando llegamos a Estados Unidos, él me daba opciones; New York era una, pero no para mí, mucho frío; Arizona, calor y desierto, y Florida bello, además con muchos hispanos y con mi cuñada a cinco millas de mi casa, me sentí cómoda desde el principio. La transición fue más fácil”, contó Fabiana.

UNA ETAPA INOLVIDABLE
“Ayer hablábamos de si había jugado en Independiente, en realidad vino como técnico, pero como el equipo estaba en formación, él jugó dos o tres partidos”, aludió después ante una consulta puntual y volviendo a la época de Trelew.

“Fue una muy linda etapa para nosotros, siempre recordamos a los chicos porque tenían la edad de nuestros hijos. Fue un impacto más emocional”, subrayó Jimmy.

“Trelew fue la ciudad de Argentina en la que más tiempo nos quedamos, casi siete años, porque en Bahía Blanca habíamos estado solamente dos”, apuntó Fabiana, que precisamente vino acompañada por su papá Erico, pronto a cumplir 90 años.

“La Escuela de la Asociación Bancaria surgió como un proyecto chiquito, pero se armó una escuela desde los 3 y hasta los 20 años, y con las mujeres lo mismo. Me acuerdo que al principio Stefany jugaba con todos los varones e incluso le tocó marcarla a Nico de los Santos, con quien después se reencontraron en la selección argentina juvenil y se acordaban de eso”, dimensionó la profesora de Educación Física.

“La familia Villagra nos apoyó a nosotros en todo, nos trajo Rubén, pero toda la familia nos acogió, y también Gustavo Trifaró se convirtió en un hermano para mí (el ex jugador también los acompañó en su visita a Cadena Tiempo)”, apreció.

“Además de sus ideas, yo admiro su adaptación a los cambios. Jugó en Estados Unidos, Europa, Argentina, es fácil adaptarse con él y con proyectos como el de la Bancaria, aunque Gustavo nos sugirió la idea, lo proyectamos y lo hicimos”, enfatizó la bahiense.

Hace un par de años Jimmy fue homenajeado también por Gimnasia de Comodoro por haber integrado el equipo de que terminó sexto en la Liga Nacional de la temporada 90-91: “era un lindo equipo, no tenía grandes nombres, de selección argentina, pero se jugaba por la camiseta, muy buenas personas”, reconoció Jimmy.

“Cuando vamos a Comodoro, en el ’89 después de Ferro, la nena tenía un año, y tenemos un amigo, Maurino, que en ese tiempo era juvenil, y que nos invitaba tímidamente a comer asado. Jimmy hacía impacto en la gente joven, lo que no es fácil, sos un buen tipo, todo el día”, dijo cómplice.

OTRO RUMBO
“Hace 23 años nos fuimos a Estados Unidos, aunque hemos vuelto cuando le hicieron el homenaje en Comodoro y por alguna otra situación en particular”, indicó.

“Yo tuve la bendición de que mis padres iban constantemente a verme a Estados Unidos, porque haber dejado a mi familia fue muy difícil, Jimmy fue muy pata al esperar que los chicos se hicieran más grandes, pero nos íbamos a ir en algún momento por el futuro de los chico más que nada”, admitió Fabiana.

“A mí me encanta donde vivo, donde estoy, agradezco que Estados Unidos me haya abierto las puertas, pero extraño nuestra cotidianeidad, escuchar folklore y eso que él me pone folklore cuando llego del trabajo, pero extraño las costumbres, además de poder ver a mis amigos, a mis hermanos, a mis viejo”, admitió la mujer.

“Hay tanto para hacer, con mis hijos hicimos mucha actividad deportiva para que pudieran ser becados en la universidad, no pagaron un centavo por la escuela, jugaron a lo que amaban y fueron profesionales, Erick lo sigue siendo. Estados Unidos nos dio muchas oportunidades en el básquet y por supuesto como familia”, remarcó.

"LA GENTE NO PIERDE LA ESPERANZA"
“Al país lo veo como en stand by, como hace 20 años cuando me fui, no veo que se haya hecho mucho por la gente, y la gente es muy paciente. Entiendo que se pueda aguantar dos, tres, cinco años, pero 20 y nos sigamos avanzando, sobre todo por nuestra juventud”, analizó Fabiana.

“Es bravo en todo el mundo, pero cada país tiene sus cosas. Igual creo que en este país, pase lo que pase, la gente siempre quiere esperanza, siempre quiere más. La gente sigue viviendo, hace lo necesario para mantenerse feliz, como sucedió anoche en el club”, rescató por su parte Jimmy.

“Mi país también tiene sus cosas, pero yo siempre pienso que mientras estemos nosotros bien y juntos, que es nuestro mundo, lo mismo que nuestros amigos. Las otras cosas, si pasan o no pasan, no es nuestra decisión”, simplificó el ex basquetbolista.

“Anoche el amor fluía por todos lados, y siempre nos gustaba servir, compartir, somos fuertes en eso. En la Bancaria hasta rescatamos chicos de la calle, hacíamos tallarinadas, pero siempre con el apoyo de los padres”, evocó.

“Nosotros no nos sentíamos un club, sino un gran familia, fuimos un gran equipo que trabajamos para un objetivo en lo que principal era lo humano, encaminar a los chicos no sólo como jugadores, sino como personas”, señaló Jimmy.

“Ayer –martes- vimos chicos que tenían siete, ocho años cuando estaban con nosotros y hoy son adultos y hasta papás. Creo que los recuerdos es una de las cosas más lindas que tenemos”, sentenció Fabiana.


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