"Es particularmente preocupante que estos últimos e intensos bombardeos tengan lugar después de que las fuerzas israelíes ordenaran a los residentes al sur del valle de Gaza que fueran al centro de Gaza y a Tal al Sultán, en Rafah", dijo Seif Magango, vocero del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).
El portavoz recalcó que la Fuerza Aérea israelí habría llevado a cabo "más de 50 bombardeos" en el centro de la Franja entre el 24 y el 25 de diciembre, incluidos ataques contra los campamentos de refugiados de Al Bureij, Al Nuseirat y Al Maghazi.
"Dos bombardeos alcanzaron siete edificios residenciales en Al Maghazi, matando a unos 86 palestinos e hiriendo a muchos más", lamentó, y agregó que "se cree que un número desconocido de personas siguen atrapadas bajo los escombros".
"La cifra de muertos combinada por los bombardeos contra los campamentos de Al Maghazi y Al Bureij ha aumentado al menos a 131, según Médicos Sin Fronteras (MSF), en medio del ahondamiento de una situación humanitaria ya catastrófica", subrayó Magango, y agregó: "todas las rutas que conectan los tres campamentos han sido destruidas, lo que obstruye la entrega de ayuda a los que la necesitan mientras refugios y hospitales operan bajo mínimos y se encuentran sobrepoblados y con escasos recursos", recogió la agencia de noticias Europa Press.
Asimismo, reiteró la advertencia de la oficina encabezada por Volker Türk acerca de que "todos los ataques deben ceñirse de forma estricta a los principios del derecho internacional humanitario, incluidos los principios de distinción, proporcionalidad y precaución".
"Las fuerzas israelíes deben adoptar todas las medidas disponibles para proteger a los civiles", explicó, e hizo hincapié en que "las advertencias y las órdenes de evacuación no las absuelven del abanico completo de sus obligaciones bajo el Derecho Internacional Humanitario".
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra el enclave palestino tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamas, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados, entre los que había una veintena de argentinos.
El Ministerio de Salud palestino informó que más de 20.600 palestinos murieron desde ese día, producto de la gigantesca ofensiva militar implementada por Israel en la Franja de Gaza.
"Es particularmente preocupante que estos últimos e intensos bombardeos tengan lugar después de que las fuerzas israelíes ordenaran a los residentes al sur del valle de Gaza que fueran al centro de Gaza y a Tal al Sultán, en Rafah", dijo Seif Magango, vocero del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).
El portavoz recalcó que la Fuerza Aérea israelí habría llevado a cabo "más de 50 bombardeos" en el centro de la Franja entre el 24 y el 25 de diciembre, incluidos ataques contra los campamentos de refugiados de Al Bureij, Al Nuseirat y Al Maghazi.
"Dos bombardeos alcanzaron siete edificios residenciales en Al Maghazi, matando a unos 86 palestinos e hiriendo a muchos más", lamentó, y agregó que "se cree que un número desconocido de personas siguen atrapadas bajo los escombros".
"La cifra de muertos combinada por los bombardeos contra los campamentos de Al Maghazi y Al Bureij ha aumentado al menos a 131, según Médicos Sin Fronteras (MSF), en medio del ahondamiento de una situación humanitaria ya catastrófica", subrayó Magango, y agregó: "todas las rutas que conectan los tres campamentos han sido destruidas, lo que obstruye la entrega de ayuda a los que la necesitan mientras refugios y hospitales operan bajo mínimos y se encuentran sobrepoblados y con escasos recursos", recogió la agencia de noticias Europa Press.
Asimismo, reiteró la advertencia de la oficina encabezada por Volker Türk acerca de que "todos los ataques deben ceñirse de forma estricta a los principios del derecho internacional humanitario, incluidos los principios de distinción, proporcionalidad y precaución".
"Las fuerzas israelíes deben adoptar todas las medidas disponibles para proteger a los civiles", explicó, e hizo hincapié en que "las advertencias y las órdenes de evacuación no las absuelven del abanico completo de sus obligaciones bajo el Derecho Internacional Humanitario".
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra el enclave palestino tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamas, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados, entre los que había una veintena de argentinos.
El Ministerio de Salud palestino informó que más de 20.600 palestinos murieron desde ese día, producto de la gigantesca ofensiva militar implementada por Israel en la Franja de Gaza.