La imagen lo dice todo: Mumi, "la perra más buena del mundo"

Luzmila Manrique, de 22 años, se fue a vivir sola a Playa Unión y quería una compañía. Adoptó a una perrita que había sido abandonada en Trelew y se encontró con alguien muy especial

15 DIC 2023 - 21:26 | Actualizado 16 DIC 2023 - 17:03

Hace un año que Luzmila Manrique, de 22 años, se fue a vivir sola a Playa Unión. Ahí conoció a Pupi, una perrita que vive enfrente, que despertó algo que estaba dormido en ella.

Luzmila vivía con su familia y tenían un perro, pero no conocía lo que es tener una mascota que dependiera exclusivamente de ella.

En su nueva vida cerca del mar, Luzmila sentía que le faltaba algo, y buscó un perro que le hiciera compañía en Zoonosis de Trelew y en el Refugio Los Callejeros.

Pasando fotos en el celu, se detuvo en una perra “con cara de ángel” y quedó embobada con el hocico que atravesaba la pantalla.

Luzmila trabaja en Rawson hasta la tarde temprano, así que le pidió a una amiga que le haga el favor de ir a buscarlo a Trelew.

“Cuando la encontré a Mumi lo primero que vi fue la carita de ángel, le dije que quería esa perra”, contó ella a Jornada Web.

Cuando la amiga vio a la perrita, cabizbaja, asustadiza, sintió lo mismo que Luzmila. “Es recontra mil buena”, le dijo por teléfono. La conexión entre las amigas no falla.

Ella la bautizó Mumi porque quería darle un nombre similar a Pupi, "la perrita que vive enfrente de casa con la que tengo una relación hermosa".

Luzmila solo quería salir del trabajo para ir a buscar a Mumi. Todavía no se llamaba así; ni siquiera tenía nombre y se veía más triste de lo que parecía en la foto.

“Estaba super flaquita, era bastante miedosa, triste, si decías algo fuera de tono no le gustaba”, cuenta Luzmila.

Nadie sabe nada de su vida pasada antes de Mumi. La encontraron asustada y temerosa en un playón de un supermercado de Trelew.

El viaje en el auto de Trelew a la Playa Unión marcó el comienzo de algo especial. La foto pronto se hizo viral en las redes.

La perrita apoyó al cabeza en la palma de su mano y cerró los ojos hasta quedarse dormida en su más profundo sueño.

Dicen que los perros sueñan con sus dueños. Mumi, con los ojos cerrados, la cabeza apoyada en los cambios, escuchó una voz y paró las orejas.

Luzmila la llamaba por su nombre. “Estaba miedosa pero con ganas de que le den amor, necesita cariño, se super entregada, re mil buena: le digo Mumi y para las orejitas”, dice.

La tarde en la playa fue todo un rito de iniciación para ambas. Luzmila le quitó la correa, corrieron en la arena, saltaron y jugaron hasta que el sol empezó a caer.

“Al segundo día la llevé a la playa, le solté la correa - fue un día que no había gente-, salimos a correr, me saltó, vio que no la iba a dejar y podía alejarse”, cuenta.

Desde esa tarde, Mumi, que se acostumbró a su nombre, no se despegó más de Luzmila. “Voy a la cocina viene a la cocina, voy al living viene al living, me levanto a las 4 para ir al baño y viene al baño”, describe.

Luzmila cuando la sacó la correa, Mumi no daba dos o tres pasos sin mirar atrás temiendo que ella la abandonara.

“Los perros rescatados son los más buenos y agradecidos del mundo”, dice Luzmila mientras ve corretear a la perrita.

Ahora parece que Mumi ya no mira atrás.

15 DIC 2023 - 21:26

Hace un año que Luzmila Manrique, de 22 años, se fue a vivir sola a Playa Unión. Ahí conoció a Pupi, una perrita que vive enfrente, que despertó algo que estaba dormido en ella.

Luzmila vivía con su familia y tenían un perro, pero no conocía lo que es tener una mascota que dependiera exclusivamente de ella.

En su nueva vida cerca del mar, Luzmila sentía que le faltaba algo, y buscó un perro que le hiciera compañía en Zoonosis de Trelew y en el Refugio Los Callejeros.

Pasando fotos en el celu, se detuvo en una perra “con cara de ángel” y quedó embobada con el hocico que atravesaba la pantalla.

Luzmila trabaja en Rawson hasta la tarde temprano, así que le pidió a una amiga que le haga el favor de ir a buscarlo a Trelew.

“Cuando la encontré a Mumi lo primero que vi fue la carita de ángel, le dije que quería esa perra”, contó ella a Jornada Web.

Cuando la amiga vio a la perrita, cabizbaja, asustadiza, sintió lo mismo que Luzmila. “Es recontra mil buena”, le dijo por teléfono. La conexión entre las amigas no falla.

Ella la bautizó Mumi porque quería darle un nombre similar a Pupi, "la perrita que vive enfrente de casa con la que tengo una relación hermosa".

Luzmila solo quería salir del trabajo para ir a buscar a Mumi. Todavía no se llamaba así; ni siquiera tenía nombre y se veía más triste de lo que parecía en la foto.

“Estaba super flaquita, era bastante miedosa, triste, si decías algo fuera de tono no le gustaba”, cuenta Luzmila.

Nadie sabe nada de su vida pasada antes de Mumi. La encontraron asustada y temerosa en un playón de un supermercado de Trelew.

El viaje en el auto de Trelew a la Playa Unión marcó el comienzo de algo especial. La foto pronto se hizo viral en las redes.

La perrita apoyó al cabeza en la palma de su mano y cerró los ojos hasta quedarse dormida en su más profundo sueño.

Dicen que los perros sueñan con sus dueños. Mumi, con los ojos cerrados, la cabeza apoyada en los cambios, escuchó una voz y paró las orejas.

Luzmila la llamaba por su nombre. “Estaba miedosa pero con ganas de que le den amor, necesita cariño, se super entregada, re mil buena: le digo Mumi y para las orejitas”, dice.

La tarde en la playa fue todo un rito de iniciación para ambas. Luzmila le quitó la correa, corrieron en la arena, saltaron y jugaron hasta que el sol empezó a caer.

“Al segundo día la llevé a la playa, le solté la correa - fue un día que no había gente-, salimos a correr, me saltó, vio que no la iba a dejar y podía alejarse”, cuenta.

Desde esa tarde, Mumi, que se acostumbró a su nombre, no se despegó más de Luzmila. “Voy a la cocina viene a la cocina, voy al living viene al living, me levanto a las 4 para ir al baño y viene al baño”, describe.

Luzmila cuando la sacó la correa, Mumi no daba dos o tres pasos sin mirar atrás temiendo que ella la abandonara.

“Los perros rescatados son los más buenos y agradecidos del mundo”, dice Luzmila mientras ve corretear a la perrita.

Ahora parece que Mumi ya no mira atrás.