Boscacci visitó Cadena Tiempo y charló con María Laura Barcía en Primera vuelta.
El escritor Osvaldo Boscacci presentó su libro "El Almañaque", 365 invitaciones para sonreír y reflexionar, en el auditorio de la Fundación Tercer Milenio de Trelew.
Como le gusta decir al autor: "es un libro que tiene alma, tiene mañas, tiene un qué y un porqué".
Boscacci es un reconocido periodista, con años de redacción en la revista Gente, escritor de telenovelas, autor de obras de teatro y guiones de cine. Porteño, hincha de Racing y que a sus 78 años se da el gusto de conocer la Patagonia cuenta con orgullo que esta edición literaria no tiene género y por ello invento una palabra para darle título a su trabajo.
Osvaldo suele decir que cada lector es su cómplice, que son ellos quienes terminan su obras, y es en este trabajo donde ese concepto adquiere mayor sentido.
El autor nos dejó novelas inolvidables ("Con el permiso de Dios", "Memorias del fracaso"), cuentos ("Haciendo cuentos", "Cuentos, goles y sueños"), recibió importantes premios internacionales con los documentales "El camino de siempre" y "Facundo Cabral, crónica de sus últimos días", y ahora nos sorprende con un texto que no es novela, no es cuento, no es un ensayo, que no sabemos a qué género pertenece. ¿Dónde lo incluimos? No es ficción, no es autoayuda. No es sencillo atribuirle un género literario a esto que tituló El Almañaque.
Boscacci visitó Cadena Tiempo y charló con María Laura Barcía en Primera vuelta.
El escritor Osvaldo Boscacci presentó su libro "El Almañaque", 365 invitaciones para sonreír y reflexionar, en el auditorio de la Fundación Tercer Milenio de Trelew.
Como le gusta decir al autor: "es un libro que tiene alma, tiene mañas, tiene un qué y un porqué".
Boscacci es un reconocido periodista, con años de redacción en la revista Gente, escritor de telenovelas, autor de obras de teatro y guiones de cine. Porteño, hincha de Racing y que a sus 78 años se da el gusto de conocer la Patagonia cuenta con orgullo que esta edición literaria no tiene género y por ello invento una palabra para darle título a su trabajo.
Osvaldo suele decir que cada lector es su cómplice, que son ellos quienes terminan su obras, y es en este trabajo donde ese concepto adquiere mayor sentido.
El autor nos dejó novelas inolvidables ("Con el permiso de Dios", "Memorias del fracaso"), cuentos ("Haciendo cuentos", "Cuentos, goles y sueños"), recibió importantes premios internacionales con los documentales "El camino de siempre" y "Facundo Cabral, crónica de sus últimos días", y ahora nos sorprende con un texto que no es novela, no es cuento, no es un ensayo, que no sabemos a qué género pertenece. ¿Dónde lo incluimos? No es ficción, no es autoayuda. No es sencillo atribuirle un género literario a esto que tituló El Almañaque.