El Superior Tribunal le sigue errando al vizcachazo
- Por Esteban Gallo
La presidenta del Superior Tribunal de Justicia del Chubut, Camila Banfi, convocó a una conferencia de prensa para hablar de la situación de dos funcionarios judiciales a los que se cuestiona por el papel que desempeñaron en un juicio de división de condominio celebrado en Esquel entre 2018 y 2019.
Héctor Capraro, Administrador General del Superior Tribunal y Ligia Pérez, directora de la Oficina de Tasa, fueron denunciados por el Dr. Daniel Báez, quien considera que los funcionarios se extralimitaron en sus funciones cuando decidieron aplicar una quita de intereses, que, según el ministro, es potestad exclusiva de los jueces.
Ayer brindamos profusa y reveladora información sobre el tema, con datos muy precisos que fueron confirmados por la Dra. Banfi.
El primer punto y el más importante de todos es que hay un solo sumario contra Capraro y Pérez y está relacionado con el caso de Esquel. No hay nada más. El resto es fruta. No hay ningún expediente que tenga que ver con una supuesta irregularidad de Capraro en la designación de personal en el Poder Judicial. Tampoco hay una investigación por malversación de fondos públicos. Lo dijo la ministra ayer.
Lo que hay es una auditoría solicitada por el Superior, que según señaló la Dra. Banfi, se encuentra en un 80 por ciento y a través del cual se trata de establecer si hubo irregularidades en algunos nombramientos. La ministra dejó entrever, sin mucha convicción, que si se comprobaran irregularidades esos nombramientos se podrían dar de baja.
Nadie que conozca el funcionamiento de la Corte provincial puede creer que eso sea posible. Primero, porque nunca ocurrió, pero, además, porquelas designaciones firmadas por el Dr. Capraro fueron refrendadas por los ministros del Superior. Ninguna incorporación, ningún nombramiento, ningún ascenso, se convalida sin la firma de los ministros.
Otro dato que debe conocerse es el siguiente.
Según se informó en algunos medios, por esta cuestión de los nombramientos, por el que reitero, no hay ningún sumario, a la directora de Recursos Humanos la corrieron de su cargo.
¿Qué fue lo que sucedió con ella? ¿Está suspendida? ¿Fue separada de su cargo? ¿Le pidieron la renuncia? ¿Le iniciaron un sumario?
Ni cerca. Fue trasladada a la Oficina de Tasas de Trelew.
Vale preguntarse: Si estuvieran convencidos de que fue una funcionaria desleal o ineficiente, ¿la reubicarían en una oficina que está siendo investigada por supuestas irregularidades?
¿A quién se le ocurriría meter en una oficina investigada a una funcionaria que supuestamente defeccionó en su área?
Es muy loco lo que están haciendo.
Otro dato que llamó la atención ayer, fue la soledad de la Dra. Banfi al momento de brindar la conferencia de prensa.
El informe que el Dr. Daniel Báez efectuó en relación a la auditoría practicada a la Oficina de Tasas, fue aprobada también por los ministros Alejandro Panizzi y Ricardo Napolitani y la ministra Silvia Bustos. Era de esperar que, por lo menos, uno de ellos estuviera en la rueda de prensa, no que la dejaran solita.
Habrá que ver con qué herramientas la Dra. Banfi sortea este primer trago amargo que le toca ingerir desde que es presidenta del Superior Tribunal. La gobernanza del Poder Judicial incluye el manejo de las cosas que suceden dentro de las paredes del alto cuerpo.
Hoy le toca poner la cara por un tema que, evidentemente, algún ministro infló desde adentro hacia afuera, vaya a saber uno con qué intenciones. El problema es que el globo se infló demasiado y no se puede romper con un pinchazo.
De pronto, un tema que debieron resolver puertas para adentro se termina convirtiendo en un escandalete público.
Todo por una funcionaria de segunda línea; porque al aceptarle la renuncia al Dr. Capraro, lo sacaron del medio.
Ayer dijo la Dra. Banfi que igualmente podía corresponderle una exoneración. Pero le aceptaron la renuncia. ¡Cómo van a exonerar a alguien que ya no cumple más funciones en el poder judicial!
-No hagan más macanas, que van a terminar metidos en otro papelón-
En vez de jugar con fuego, ¿porque no se enfocan en los temas importantes? Por ejemplo, de hacer los ajustes necesarios para revertir la triste imagen del Poder Judicial en los temas de inseguridad. O en resolver las peleas entre jueces y fiscales que lo único que hacen es empeorar el concepto que la gente tiene de ellos.
No pueden seguir errándole al vizcachazo. No, si quieren ganarse el respeto de la sociedad.
- Por Esteban Gallo
La presidenta del Superior Tribunal de Justicia del Chubut, Camila Banfi, convocó a una conferencia de prensa para hablar de la situación de dos funcionarios judiciales a los que se cuestiona por el papel que desempeñaron en un juicio de división de condominio celebrado en Esquel entre 2018 y 2019.
Héctor Capraro, Administrador General del Superior Tribunal y Ligia Pérez, directora de la Oficina de Tasa, fueron denunciados por el Dr. Daniel Báez, quien considera que los funcionarios se extralimitaron en sus funciones cuando decidieron aplicar una quita de intereses, que, según el ministro, es potestad exclusiva de los jueces.
Ayer brindamos profusa y reveladora información sobre el tema, con datos muy precisos que fueron confirmados por la Dra. Banfi.
El primer punto y el más importante de todos es que hay un solo sumario contra Capraro y Pérez y está relacionado con el caso de Esquel. No hay nada más. El resto es fruta. No hay ningún expediente que tenga que ver con una supuesta irregularidad de Capraro en la designación de personal en el Poder Judicial. Tampoco hay una investigación por malversación de fondos públicos. Lo dijo la ministra ayer.
Lo que hay es una auditoría solicitada por el Superior, que según señaló la Dra. Banfi, se encuentra en un 80 por ciento y a través del cual se trata de establecer si hubo irregularidades en algunos nombramientos. La ministra dejó entrever, sin mucha convicción, que si se comprobaran irregularidades esos nombramientos se podrían dar de baja.
Nadie que conozca el funcionamiento de la Corte provincial puede creer que eso sea posible. Primero, porque nunca ocurrió, pero, además, porquelas designaciones firmadas por el Dr. Capraro fueron refrendadas por los ministros del Superior. Ninguna incorporación, ningún nombramiento, ningún ascenso, se convalida sin la firma de los ministros.
Otro dato que debe conocerse es el siguiente.
Según se informó en algunos medios, por esta cuestión de los nombramientos, por el que reitero, no hay ningún sumario, a la directora de Recursos Humanos la corrieron de su cargo.
¿Qué fue lo que sucedió con ella? ¿Está suspendida? ¿Fue separada de su cargo? ¿Le pidieron la renuncia? ¿Le iniciaron un sumario?
Ni cerca. Fue trasladada a la Oficina de Tasas de Trelew.
Vale preguntarse: Si estuvieran convencidos de que fue una funcionaria desleal o ineficiente, ¿la reubicarían en una oficina que está siendo investigada por supuestas irregularidades?
¿A quién se le ocurriría meter en una oficina investigada a una funcionaria que supuestamente defeccionó en su área?
Es muy loco lo que están haciendo.
Otro dato que llamó la atención ayer, fue la soledad de la Dra. Banfi al momento de brindar la conferencia de prensa.
El informe que el Dr. Daniel Báez efectuó en relación a la auditoría practicada a la Oficina de Tasas, fue aprobada también por los ministros Alejandro Panizzi y Ricardo Napolitani y la ministra Silvia Bustos. Era de esperar que, por lo menos, uno de ellos estuviera en la rueda de prensa, no que la dejaran solita.
Habrá que ver con qué herramientas la Dra. Banfi sortea este primer trago amargo que le toca ingerir desde que es presidenta del Superior Tribunal. La gobernanza del Poder Judicial incluye el manejo de las cosas que suceden dentro de las paredes del alto cuerpo.
Hoy le toca poner la cara por un tema que, evidentemente, algún ministro infló desde adentro hacia afuera, vaya a saber uno con qué intenciones. El problema es que el globo se infló demasiado y no se puede romper con un pinchazo.
De pronto, un tema que debieron resolver puertas para adentro se termina convirtiendo en un escandalete público.
Todo por una funcionaria de segunda línea; porque al aceptarle la renuncia al Dr. Capraro, lo sacaron del medio.
Ayer dijo la Dra. Banfi que igualmente podía corresponderle una exoneración. Pero le aceptaron la renuncia. ¡Cómo van a exonerar a alguien que ya no cumple más funciones en el poder judicial!
-No hagan más macanas, que van a terminar metidos en otro papelón-
En vez de jugar con fuego, ¿porque no se enfocan en los temas importantes? Por ejemplo, de hacer los ajustes necesarios para revertir la triste imagen del Poder Judicial en los temas de inseguridad. O en resolver las peleas entre jueces y fiscales que lo único que hacen es empeorar el concepto que la gente tiene de ellos.
No pueden seguir errándole al vizcachazo. No, si quieren ganarse el respeto de la sociedad.