“Mujeres y trabajo: la deuda de la Democracia”, el mercado laboral con perspectiva de género

“Cuando miramos el mundo del trabajo desde una perspectiva de género , lo que se advierte es que no hay igualdad en la capacidad de negociación ni en el acceso al empleo ni en la permanencia ni en los salarios” dijo la abogada Cynthia Benzión tras exponer ante en las Jornadas de la Magistratura.

Cynthia Benzión, presidenta de Abogadas y Abogados Laboralistas. Ayer, expuso en la ciudad de Trelew.
16 SEP 2023 - 20:06 | Actualizado 16 SEP 2023 - 20:08

Por Lorena Leeming

Cynthia Benzión es presidenta de la Asociación de Abogadas y Abogados Laboralistas. Estuvo ayer en Trelew para hacer el Cierre de las XVII Jornadas de la Magistratura y Función Judicial de Chubut. Habló ante los jueces y juezas sobre “Mujeres y Trabajo”. Cerró la actividad explicando la situación actual. Dijo que continúa siendo desigual entre géneros. Advirtió que se está tratando en el Congreso la Ley de Licencias (con dictamen favorable) para que los hombres tengan más días ante el nacimiento de un hijo/a y destacó varias veces la necesidad de “garantizar” que no existan más diferencia s y que se incentive la no discriminación, la igualdad de oportunidades, la igualdad de trato, la no violencia. De esto se trata –dijo- mirar el mundo de trabajo con perspectiva de género. “La deuda de la Democracia” se llamó su exposición con la que dio por culminada a una fructífera jornada en la AMECH.

Benzión es clara en sus conceptos. Manifiesta en una entrevista con Jornada que el público al que va dirigida su capacitación es muy importante. “No es lo mismo hablar ante estudiantes de Derecho, instituciones o jueces y juezas, como en este caso, que tienen la responsabilidad de dictar sentencias y resolver conflictos”, admitió.

“El calor de movimientos”

El derecho laboral feminista es una rama del derecho común que fue creciendo al calor de los movimientos de trabajadoras y trabajadores y transformándose en autónomo entendiendo que no es lo mismo regular las situaciones de las personas que tienen la misma capacidad de negociación que hacerlo respecto a las que no la tienen, que dependen de su salario para vivir. Así resumió la temática.
La prestigiosa profesional explicó que “El Derecho de Trabajo mira a esta relación entre trabajador y dueño del capital atendiendo particularmente a la protección de la persona que trabaja para evitar los abusos en los que podría caer. Ahora cuando miramos el mundo del trabajo desde una perspectiva de género , lo que se advierte es que no hay igualdad en la capacidad de negociación ni en el acceso al empleo ni en la permanencia ni en los salarios. Tampoco en las licencias si comparamos varones, mujeres y disidencias”, aseguró.

Advirtió en este sentido la abogada que esta afirmación dista de ser una mirada particular o una opinión. “Está medido por estadísticas. Cuando uno las mira vemos que las mujeres somos las que tenemos las peores condiciones de trabajo y salariales. Permanecemos más tiempo desempleadas en relación a los varones, las que tendemos a puestos de trabajo más precarizados. Las que aún en igualdad de condiciones y de tareas siempre cobramos un 25% menos que un varón que hace las mismas tareas. L as que tenemos múltiples interrupciones en la trayectoria laboral porque las tareas de cuidado de pequeños, de adultos mayores, etcétera nos expulsan de las tareas dle trabajo porque alguien se tiene que hacer cargo. Y siempre somos las mujeres”, reiteró.

Evidencia

Y agregó que toda esa desigualdad empezó a quedar en evidencia a partir de detectar las diferencias y de los avances de los movimientos de mujeres que desde hace muchos años se empezó a reclamar. “ Iguales condiciones de vida y de trabajo. Bastante tiempo pasó y lo cierto es que las normas jurídicas, las leyes laborales, tanto las nacionales como tratados o convenios internacionales fueron recogiendo esta mirada y plasmándolas en obligaciones para los estados. El Estado que decide dictar una ley que tenga este contenido, se obliga a tomar todas la medidas necesarias para garantizar que no haya más esta diferencia ni discriminación, la igualdad de oportunidades, la igualdad de trato, la no violencia. De esto se trata mirar el mundo de trabajo con perspectiva de género”, resumió.

Los sindicatos

La doctora Benzión destacó que muy atentamente se mira qué es lo que pasa en los sindicatos que igual que el resto de las instituciones de la ciudad –dijo- “fueron construidos con una mirada androcéntrica. Donde el trabajador que el mercado prefiere es el varón. El que ingresa joven y permanece hasta que se jubila o fallece. Sobre esa base es que también se construyeron y se pensaron sindicatos. Ocurre aún hoy, que muchos son resistentes a la participación femenina. Si bien nosotros tenemos una Ley del Cupo Femenino Sindical del 2002 que establece un piso mínimo de participación de mujeres en las conducciones sindicales y mesas de negaciones, muchos no lo cumplen y el Estado no controla”, informó.

Sobre este tema en particular, la presidenta de la Asociación reveló que “las mujeres tienen miedo de ser excluidas y no exigen el cumplimiento de esta ley y cuando se acepta las mujeres en los sindicatos, se las relega a roles no importantes o de cuidados. Vemos que en las estructuras sindicales se las ocupa en las secretarias de actas, de acción social, de género, y no donde se toman las decisiones prioritarias como Secretaría General, Adjunta o Gremial. Esos cargos siguen ocupados por varones”, sostuvo.

Ley de 1974

Agregó Benzión que “la Ley de Contrato de Trabajo 20744 es del año 74, fue pensada en una época en que las mujeres eran vistas como un complemento del ingreso principal que en general en los hogares lo preveían los varones” destacó, al consignar que actualmente en el Congreso de la Nación se está discutiendo una ley para que los hombres tengan más licencia por nacimiento de los hijos/as. Hoy tienen solo dos días que es la más baja de Latinoamérica, hay licencia por adopción y se solicita que esto sea opcional para la familia, que sea opción si lo toma la mamá o el papá. Licencias por situaciones de violencia de género donde lamentablemente tenemos que lamentar vidas de mujeres. Pero sin llegar a eso, la mujer que sufre violencia intrafamiliar debe continuar trabajando como si esto no estuviera sucediendo. Entonces, esa licencia es una necesidad urgente para una mujer que necesita hacer una denuncia, cambiarse de vivienda, trasladarse, proteger a sus hijos”.

“Mejorar la protección”

No obstante, la profesional destacó que “lo cierto es que la negociación colectiva, mejoró esos niveles de protección. Hay pactados de los sindicatos de trabajo con las cámaras empresarias, sus empleadoras se ponen en mejores condiciones en estos puntos”, sostuvo.

Habló de los protocolos de actuación y prevención de las violencias. “Son herramientas muy útiles bastante difundidas, aconsejadas por los organismos internacionales que redactan estos tratados de derechos humanos desde hace mucho tiempo. El tema es si los protocolos cumplen una protección eficaz o no. Porque para que sirva no solo tiene que estar bien construido y bien escrito sino que además hay que asignarle un tiempo y un presupuesto, a veces no está. Queda como una muy buena intención pero no cumple la tarea que en la práctica fue pensado. De cualquier manera, soy defensora que una institución o un sindicato elabore un protocolo de prevención de las violencias de actuación porque ya el hecho que exista, es un mensaje claro para los miembros de esta institución: saber que es un tema que a ese lugar le importa, que no da lo mismo hacer las cosas bien que hacer las cosas mal. Que puede haber consecuencias si alguien comete violencia, situación de abuso o agresión”, consignó.

Un rol “clave”

Reiteró varias veces Benzión que “el rol de los sindicatos es clave en estas cuestiones y muchas empresas tomaron esta posta con políticas inclusivas, antidiscriminatorias y promueven un ambiente de trabajo libre de violencia y piensan en capacitaciones y ascensos para igualar. En esta oportunidad, es un encuentro de jueces y juezas de la Patagonia. La temática comprende todos los fueros. Yo hablo de Mujer y trabajo. Yo tengo claro estar con jueces y juezas que tienen perspectiva de género pero que tal vez no están tan familiarizados con este mundo del trabajo y esta condición tan expulsiva de las mujeres y qué responsabilidad tienen ellos”.

Responsabilidades

La presidenta de la Asociación de Abogados y Abogadas laboralistas resaltó que “cada una de las personas que integramos una comunidad tenemos un grado de responsabilidad en lo que hacemos cotidianamente. Y los jueces tienen una responsabilidad enorme porque son los encargados de resolver los conflictos.

“Trascendencia”

Benzión destacó puntualmente que “aunque estén resolviendo el conflicto entre dos personas, eso que escriben en una sentencia trasciende a quienes están involucrados y genera las condiciones para que la sociedad se modifique”.

Lo cierto es que -dijo- desde hace tiempo tenemos sentencias en distintos fueros que recogen lo que decimos y reconocen esto llamado como el techo de cristal, el piso pegajoso, la brecha salarial. Los fenómenos del trabajo que se dan en todos los ámbitos y no con características de determinada mujer. Afecta a todas las mujeres. Hay que cumplir esas leyes que dicen que hay que hacer de todo para equilibrar”, sugirió.

“Sentencias y compromiso”

Para finalizar, cerró indicando que las que realiza la Justicia en la actualidad “son sentencias con compromiso. Vimos sentencias que además de ordenar pagar la indemnización condenan al agresor a transitar un curso de capacitación para personas violentas o si se trata de una institución, elaborar un protocolo de prevención y rendir cuentas al tribunal de los avances a través de esas modificaciones. No es lo mismo hablarle a jueces que a estudiantes de derecho, que a sindicalistas o escuelas secundarias”, concluyó. #

Cynthia Benzión, presidenta de Abogadas y Abogados Laboralistas. Ayer, expuso en la ciudad de Trelew.
16 SEP 2023 - 20:06

Por Lorena Leeming

Cynthia Benzión es presidenta de la Asociación de Abogadas y Abogados Laboralistas. Estuvo ayer en Trelew para hacer el Cierre de las XVII Jornadas de la Magistratura y Función Judicial de Chubut. Habló ante los jueces y juezas sobre “Mujeres y Trabajo”. Cerró la actividad explicando la situación actual. Dijo que continúa siendo desigual entre géneros. Advirtió que se está tratando en el Congreso la Ley de Licencias (con dictamen favorable) para que los hombres tengan más días ante el nacimiento de un hijo/a y destacó varias veces la necesidad de “garantizar” que no existan más diferencia s y que se incentive la no discriminación, la igualdad de oportunidades, la igualdad de trato, la no violencia. De esto se trata –dijo- mirar el mundo de trabajo con perspectiva de género. “La deuda de la Democracia” se llamó su exposición con la que dio por culminada a una fructífera jornada en la AMECH.

Benzión es clara en sus conceptos. Manifiesta en una entrevista con Jornada que el público al que va dirigida su capacitación es muy importante. “No es lo mismo hablar ante estudiantes de Derecho, instituciones o jueces y juezas, como en este caso, que tienen la responsabilidad de dictar sentencias y resolver conflictos”, admitió.

“El calor de movimientos”

El derecho laboral feminista es una rama del derecho común que fue creciendo al calor de los movimientos de trabajadoras y trabajadores y transformándose en autónomo entendiendo que no es lo mismo regular las situaciones de las personas que tienen la misma capacidad de negociación que hacerlo respecto a las que no la tienen, que dependen de su salario para vivir. Así resumió la temática.
La prestigiosa profesional explicó que “El Derecho de Trabajo mira a esta relación entre trabajador y dueño del capital atendiendo particularmente a la protección de la persona que trabaja para evitar los abusos en los que podría caer. Ahora cuando miramos el mundo del trabajo desde una perspectiva de género , lo que se advierte es que no hay igualdad en la capacidad de negociación ni en el acceso al empleo ni en la permanencia ni en los salarios. Tampoco en las licencias si comparamos varones, mujeres y disidencias”, aseguró.

Advirtió en este sentido la abogada que esta afirmación dista de ser una mirada particular o una opinión. “Está medido por estadísticas. Cuando uno las mira vemos que las mujeres somos las que tenemos las peores condiciones de trabajo y salariales. Permanecemos más tiempo desempleadas en relación a los varones, las que tendemos a puestos de trabajo más precarizados. Las que aún en igualdad de condiciones y de tareas siempre cobramos un 25% menos que un varón que hace las mismas tareas. L as que tenemos múltiples interrupciones en la trayectoria laboral porque las tareas de cuidado de pequeños, de adultos mayores, etcétera nos expulsan de las tareas dle trabajo porque alguien se tiene que hacer cargo. Y siempre somos las mujeres”, reiteró.

Evidencia

Y agregó que toda esa desigualdad empezó a quedar en evidencia a partir de detectar las diferencias y de los avances de los movimientos de mujeres que desde hace muchos años se empezó a reclamar. “ Iguales condiciones de vida y de trabajo. Bastante tiempo pasó y lo cierto es que las normas jurídicas, las leyes laborales, tanto las nacionales como tratados o convenios internacionales fueron recogiendo esta mirada y plasmándolas en obligaciones para los estados. El Estado que decide dictar una ley que tenga este contenido, se obliga a tomar todas la medidas necesarias para garantizar que no haya más esta diferencia ni discriminación, la igualdad de oportunidades, la igualdad de trato, la no violencia. De esto se trata mirar el mundo de trabajo con perspectiva de género”, resumió.

Los sindicatos

La doctora Benzión destacó que muy atentamente se mira qué es lo que pasa en los sindicatos que igual que el resto de las instituciones de la ciudad –dijo- “fueron construidos con una mirada androcéntrica. Donde el trabajador que el mercado prefiere es el varón. El que ingresa joven y permanece hasta que se jubila o fallece. Sobre esa base es que también se construyeron y se pensaron sindicatos. Ocurre aún hoy, que muchos son resistentes a la participación femenina. Si bien nosotros tenemos una Ley del Cupo Femenino Sindical del 2002 que establece un piso mínimo de participación de mujeres en las conducciones sindicales y mesas de negaciones, muchos no lo cumplen y el Estado no controla”, informó.

Sobre este tema en particular, la presidenta de la Asociación reveló que “las mujeres tienen miedo de ser excluidas y no exigen el cumplimiento de esta ley y cuando se acepta las mujeres en los sindicatos, se las relega a roles no importantes o de cuidados. Vemos que en las estructuras sindicales se las ocupa en las secretarias de actas, de acción social, de género, y no donde se toman las decisiones prioritarias como Secretaría General, Adjunta o Gremial. Esos cargos siguen ocupados por varones”, sostuvo.

Ley de 1974

Agregó Benzión que “la Ley de Contrato de Trabajo 20744 es del año 74, fue pensada en una época en que las mujeres eran vistas como un complemento del ingreso principal que en general en los hogares lo preveían los varones” destacó, al consignar que actualmente en el Congreso de la Nación se está discutiendo una ley para que los hombres tengan más licencia por nacimiento de los hijos/as. Hoy tienen solo dos días que es la más baja de Latinoamérica, hay licencia por adopción y se solicita que esto sea opcional para la familia, que sea opción si lo toma la mamá o el papá. Licencias por situaciones de violencia de género donde lamentablemente tenemos que lamentar vidas de mujeres. Pero sin llegar a eso, la mujer que sufre violencia intrafamiliar debe continuar trabajando como si esto no estuviera sucediendo. Entonces, esa licencia es una necesidad urgente para una mujer que necesita hacer una denuncia, cambiarse de vivienda, trasladarse, proteger a sus hijos”.

“Mejorar la protección”

No obstante, la profesional destacó que “lo cierto es que la negociación colectiva, mejoró esos niveles de protección. Hay pactados de los sindicatos de trabajo con las cámaras empresarias, sus empleadoras se ponen en mejores condiciones en estos puntos”, sostuvo.

Habló de los protocolos de actuación y prevención de las violencias. “Son herramientas muy útiles bastante difundidas, aconsejadas por los organismos internacionales que redactan estos tratados de derechos humanos desde hace mucho tiempo. El tema es si los protocolos cumplen una protección eficaz o no. Porque para que sirva no solo tiene que estar bien construido y bien escrito sino que además hay que asignarle un tiempo y un presupuesto, a veces no está. Queda como una muy buena intención pero no cumple la tarea que en la práctica fue pensado. De cualquier manera, soy defensora que una institución o un sindicato elabore un protocolo de prevención de las violencias de actuación porque ya el hecho que exista, es un mensaje claro para los miembros de esta institución: saber que es un tema que a ese lugar le importa, que no da lo mismo hacer las cosas bien que hacer las cosas mal. Que puede haber consecuencias si alguien comete violencia, situación de abuso o agresión”, consignó.

Un rol “clave”

Reiteró varias veces Benzión que “el rol de los sindicatos es clave en estas cuestiones y muchas empresas tomaron esta posta con políticas inclusivas, antidiscriminatorias y promueven un ambiente de trabajo libre de violencia y piensan en capacitaciones y ascensos para igualar. En esta oportunidad, es un encuentro de jueces y juezas de la Patagonia. La temática comprende todos los fueros. Yo hablo de Mujer y trabajo. Yo tengo claro estar con jueces y juezas que tienen perspectiva de género pero que tal vez no están tan familiarizados con este mundo del trabajo y esta condición tan expulsiva de las mujeres y qué responsabilidad tienen ellos”.

Responsabilidades

La presidenta de la Asociación de Abogados y Abogadas laboralistas resaltó que “cada una de las personas que integramos una comunidad tenemos un grado de responsabilidad en lo que hacemos cotidianamente. Y los jueces tienen una responsabilidad enorme porque son los encargados de resolver los conflictos.

“Trascendencia”

Benzión destacó puntualmente que “aunque estén resolviendo el conflicto entre dos personas, eso que escriben en una sentencia trasciende a quienes están involucrados y genera las condiciones para que la sociedad se modifique”.

Lo cierto es que -dijo- desde hace tiempo tenemos sentencias en distintos fueros que recogen lo que decimos y reconocen esto llamado como el techo de cristal, el piso pegajoso, la brecha salarial. Los fenómenos del trabajo que se dan en todos los ámbitos y no con características de determinada mujer. Afecta a todas las mujeres. Hay que cumplir esas leyes que dicen que hay que hacer de todo para equilibrar”, sugirió.

“Sentencias y compromiso”

Para finalizar, cerró indicando que las que realiza la Justicia en la actualidad “son sentencias con compromiso. Vimos sentencias que además de ordenar pagar la indemnización condenan al agresor a transitar un curso de capacitación para personas violentas o si se trata de una institución, elaborar un protocolo de prevención y rendir cuentas al tribunal de los avances a través de esas modificaciones. No es lo mismo hablarle a jueces que a estudiantes de derecho, que a sindicalistas o escuelas secundarias”, concluyó. #


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