El Viejo Expreso Patagónico La Trochita, reeditó ayer un atractivo espectáculo para los turistas, luego de varios años: El asalto a la formación en pleno viaje entre Esquel y Nahuelpán. Los visitantes llenaron el tren ansiosos por vivenciar el ataque de los bandoleros, y fue un momento inolvidable.
Con una tarde agradable, soleada, pasadas las 14 horas la excursión salió de la estación de Esquel con viajeros que ocuparon la totalidad de los vagones, y el trayecto fue normal, sin inconvenientes, dejando una postal espectacular en el paisaje de la zona.
Obviamente fue una gran algarabía de los turistas, que bajaron y se entregaron al lindo espectáculo, con risas y griteríos. El objetivo se cumplió, y seguramente la Gerencia del Viejo Expreso ya estará ideando otras sorpresas para el público.
Asimismo, a la vera de la misma ruta se dio cita una importante cantidad de público, que con binoculares y cámaras de largo alcance, presenció el accionar de los bandoleros. También se siguieron las secuencias con drones.
Agencia Esquel
El Viejo Expreso Patagónico La Trochita, reeditó ayer un atractivo espectáculo para los turistas, luego de varios años: El asalto a la formación en pleno viaje entre Esquel y Nahuelpán. Los visitantes llenaron el tren ansiosos por vivenciar el ataque de los bandoleros, y fue un momento inolvidable.
Con una tarde agradable, soleada, pasadas las 14 horas la excursión salió de la estación de Esquel con viajeros que ocuparon la totalidad de los vagones, y el trayecto fue normal, sin inconvenientes, dejando una postal espectacular en el paisaje de la zona.
Obviamente fue una gran algarabía de los turistas, que bajaron y se entregaron al lindo espectáculo, con risas y griteríos. El objetivo se cumplió, y seguramente la Gerencia del Viejo Expreso ya estará ideando otras sorpresas para el público.
Asimismo, a la vera de la misma ruta se dio cita una importante cantidad de público, que con binoculares y cámaras de largo alcance, presenció el accionar de los bandoleros. También se siguieron las secuencias con drones.
Agencia Esquel