"Justicia, carajo", la súplica de la madre del chico baleado
La mamá de Lautaro Labbe, 16 años, asesinado durante un procedimiento policial, divulgó una carta desgarradora. El miércoles se conoció el deceso del adolescente, que recibió un disparo en la cabeza. Por el caso separaron a cuatro policías, que están siendo investigados
Cristina Cárdenas, la madre de Lautaro Labbe, el chico de 16 años asesinado el pasado 18 de abril en Comodoro Rivadavia, aseguró que va a pelear hasta las últimas consecuencias para que se haga Justicia y los culpables vayan a la cárcel.
Labbe fue encontrado tirado en el barrio San Martín desangrándose, con una herida de bala en la cabeza, y permaneció una semana internado en terapia intensiva, luchando por su vida, hasta que falleció el miércoles.
"Amor de mí vida no sabés lo mucho que te amo, la peleaste hasta lo último, fuiste tan fuerte, todo un luchador, un guerrero que no quería rendirse. No la peleaste solo porque siempre a tu lado estuve peleándola con mucha fuerza porque vos me la dabas, hijito mío", comienza el escrito divulgado en las rede sociales.
"Al recibir esa noticia que nunca quería escuchar mí vida se destrozó en mil pedazos, te arrebataron de mí lado, hijo mío, tenías toda una vida por delante, sueños, anhelos de tu corazón por cumplir; mi alma esta destrozada pero dajame decirte, hijo mio, tenés una mamá de fierro que no va a descansar hasta que se haga Justicia", asegura la madre.
Por el caso, apartaron a cuatro policías que están sospechados de haber efectuado el disparo que terminó con la vida del joven. Los efectivos, esa noche, acudieron ante el llamado de vecinos que denunciaron que había sospechosos merodeando los vehículos estacionados.
En el lugar hubo una feroz balacera. En principio, los policías declararon que el el chico había sido baleado por delincuentes, pero luego aparecieron otras versiones que señalan lo contrario.
Según fuentes de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, hasta el momento no se hicieron las pericias balísticas, que son la clave para determinar de dónde provino el disparo mortal.
En forma extraoficial, por lo bajo, admiten que es probable que el balazo proviniera de uno de los agentes, aunque todavía resta confirmarlo.
Cristina Cárdenas, la madre de Lautaro Labbe, el chico de 16 años asesinado el pasado 18 de abril en Comodoro Rivadavia, aseguró que va a pelear hasta las últimas consecuencias para que se haga Justicia y los culpables vayan a la cárcel.
Labbe fue encontrado tirado en el barrio San Martín desangrándose, con una herida de bala en la cabeza, y permaneció una semana internado en terapia intensiva, luchando por su vida, hasta que falleció el miércoles.
"Amor de mí vida no sabés lo mucho que te amo, la peleaste hasta lo último, fuiste tan fuerte, todo un luchador, un guerrero que no quería rendirse. No la peleaste solo porque siempre a tu lado estuve peleándola con mucha fuerza porque vos me la dabas, hijito mío", comienza el escrito divulgado en las rede sociales.
"Al recibir esa noticia que nunca quería escuchar mí vida se destrozó en mil pedazos, te arrebataron de mí lado, hijo mío, tenías toda una vida por delante, sueños, anhelos de tu corazón por cumplir; mi alma esta destrozada pero dajame decirte, hijo mio, tenés una mamá de fierro que no va a descansar hasta que se haga Justicia", asegura la madre.
Por el caso, apartaron a cuatro policías que están sospechados de haber efectuado el disparo que terminó con la vida del joven. Los efectivos, esa noche, acudieron ante el llamado de vecinos que denunciaron que había sospechosos merodeando los vehículos estacionados.
En el lugar hubo una feroz balacera. En principio, los policías declararon que el el chico había sido baleado por delincuentes, pero luego aparecieron otras versiones que señalan lo contrario.
Según fuentes de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, hasta el momento no se hicieron las pericias balísticas, que son la clave para determinar de dónde provino el disparo mortal.
En forma extraoficial, por lo bajo, admiten que es probable que el balazo proviniera de uno de los agentes, aunque todavía resta confirmarlo.