Se recupera la economía china tras la reapertura sanitaria
China comenzó a exhibir una recuperación del crédito y del consumo en su economía tras el fin de las restricciones y la política “cero-covid” a principios de diciembre, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que el país registrará una menor expansión a largo plazo.
A partir de la mayor demanda y consumo, la inflación presentó una aceleración en enero último al situarse en 2,1% interanual frente al 1,9% de diciembre, informó hoy la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Se trata de la mayor cifra desde octubre y refleja también el impacto de las compras por las celebraciones del Año Nuevo Lunar en el país.
“Debido a factores como el efecto de la fiesta y la optimización y ajuste de las políticas de prevención y control de epidemias, los precios al consumidor subieron en enero", afirmó Dong Lijuan, jefe de Estadística del Departamento Urbano de la ONE, en declaraciones difundidas por las agencias Bloomberg y DPA.
Entre los componentes, los precios de los alimentos subieron 6,2% y 1,4 puntos más que en diciembre.
De la misma forma, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los valores volátiles de la energía y los alimentos, se situó en 1%, su nivel más alto desde junio.
Pese a la ligera aceleración y la posibilidad que la tendencia continúe en los próximos meses, este nivel de inflación “probablemente no sea una restricción a corto plazo para la capacidad del Banco Popular de China para relajar su política monetaria”, destacó Julian Evans-Pritchard, economista para China de Capital Economics.
De hecho, en enero los bancos chinos concedieron una cantidad récord de créditos, luego de que las autoridades gubernamentales y el banco central chino impulsaran a que prestaran más con el objetivo de impulsar la economía.
Sólo el mes pasado, se prestaron US$ 720.000 millones en nuevos préstamos, una cantidad superior a la prevista por los economistas.
El mayor crecimiento se dio en los créditos destinados a las empresas, mientras que en el caso de los hogares, si bien tomaron más préstamos que el mes anterior, su demanda continúa por debajo a la de hace un año atrás.
“La demanda corporativa del crédito mejoró rápidamente al rebotar la demanda doméstica, especialmente en los servicios, pero la tasa de desempleo sigue alta, lo que hace que la confianza de los hogares sea débil”, analizó Zhiwei Zhan, economista y presidente de Pinpoint Asset Management.
Los datos de hoy se suman a los últimos índices de Gerentes de Compra (PMI) que exhibieron una expansión en la actividad de la manufactura y los servicios por primera vez en cuatro meses.
Los economistas prevén que la política monetaria en China siga siendo expansionista y hayan nuevos recortes en las tasas de interés para impulsar al consumo y la recuperación del mercado de propiedades, en crisis desde hace casi tres años.
Pese al optimismo por el presente, las perspectivas a largo plazo son inciertas para China.
Según un informe publicado hoy por el FMI, el Producto Bruto Interno (PBI) crecería un promedio de 4% anual de aquí a 2027, y luego se ralentizaría a 3% en los siguientes diez años, lo que significaría un fuerte retroceso contra el promedio de 7% que hubo en la última década.
En los últimos años ya hubo signos de ello: en un 2020 impactado por la pandemia China creció 2,2% y el año pasado lo hizo en 3%, los peores números desde la década de los setenta.
De acuerdo con el organismo con sede en Washington, China atraviesa diversos vientos en contra incluyendo el envejecimiento poblacional y una desaceleración en su productividad.
Del mismo modo, cuestionó su modelo de expansión dependiente en la colocación de fondos en empresas estatales y el mercado de propiedades.
A corto plazo, advirtió por las tensiones geopolíticas y la mayor competencia global en, por ejemplo, el rubro tecnológico.
El organismo, que estima un crecimiento de 5,2% para este año, también recomendó reformas estructurales y una redistribución de fondos hacia sectores más productivos como la manufactura y los servicios, en lugar de otros como el inmobiliario.
A partir de la mayor demanda y consumo, la inflación presentó una aceleración en enero último al situarse en 2,1% interanual frente al 1,9% de diciembre, informó hoy la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Se trata de la mayor cifra desde octubre y refleja también el impacto de las compras por las celebraciones del Año Nuevo Lunar en el país.
“Debido a factores como el efecto de la fiesta y la optimización y ajuste de las políticas de prevención y control de epidemias, los precios al consumidor subieron en enero", afirmó Dong Lijuan, jefe de Estadística del Departamento Urbano de la ONE, en declaraciones difundidas por las agencias Bloomberg y DPA.
Entre los componentes, los precios de los alimentos subieron 6,2% y 1,4 puntos más que en diciembre.
De la misma forma, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los valores volátiles de la energía y los alimentos, se situó en 1%, su nivel más alto desde junio.
Pese a la ligera aceleración y la posibilidad que la tendencia continúe en los próximos meses, este nivel de inflación “probablemente no sea una restricción a corto plazo para la capacidad del Banco Popular de China para relajar su política monetaria”, destacó Julian Evans-Pritchard, economista para China de Capital Economics.
De hecho, en enero los bancos chinos concedieron una cantidad récord de créditos, luego de que las autoridades gubernamentales y el banco central chino impulsaran a que prestaran más con el objetivo de impulsar la economía.
Sólo el mes pasado, se prestaron US$ 720.000 millones en nuevos préstamos, una cantidad superior a la prevista por los economistas.
El mayor crecimiento se dio en los créditos destinados a las empresas, mientras que en el caso de los hogares, si bien tomaron más préstamos que el mes anterior, su demanda continúa por debajo a la de hace un año atrás.
“La demanda corporativa del crédito mejoró rápidamente al rebotar la demanda doméstica, especialmente en los servicios, pero la tasa de desempleo sigue alta, lo que hace que la confianza de los hogares sea débil”, analizó Zhiwei Zhan, economista y presidente de Pinpoint Asset Management.
Los datos de hoy se suman a los últimos índices de Gerentes de Compra (PMI) que exhibieron una expansión en la actividad de la manufactura y los servicios por primera vez en cuatro meses.
Los economistas prevén que la política monetaria en China siga siendo expansionista y hayan nuevos recortes en las tasas de interés para impulsar al consumo y la recuperación del mercado de propiedades, en crisis desde hace casi tres años.
Pese al optimismo por el presente, las perspectivas a largo plazo son inciertas para China.
Según un informe publicado hoy por el FMI, el Producto Bruto Interno (PBI) crecería un promedio de 4% anual de aquí a 2027, y luego se ralentizaría a 3% en los siguientes diez años, lo que significaría un fuerte retroceso contra el promedio de 7% que hubo en la última década.
En los últimos años ya hubo signos de ello: en un 2020 impactado por la pandemia China creció 2,2% y el año pasado lo hizo en 3%, los peores números desde la década de los setenta.
De acuerdo con el organismo con sede en Washington, China atraviesa diversos vientos en contra incluyendo el envejecimiento poblacional y una desaceleración en su productividad.
Del mismo modo, cuestionó su modelo de expansión dependiente en la colocación de fondos en empresas estatales y el mercado de propiedades.
A corto plazo, advirtió por las tensiones geopolíticas y la mayor competencia global en, por ejemplo, el rubro tecnológico.
El organismo, que estima un crecimiento de 5,2% para este año, también recomendó reformas estructurales y una redistribución de fondos hacia sectores más productivos como la manufactura y los servicios, en lugar de otros como el inmobiliario.