Corazón y memoria
“La historia del Trelewazo todavía no se escribió”. Eso le dijo Elisa Martínez a Jornada cuando le relató sus recuerdos. Algo de eso hay en todas las memorias que reflejó el suplemento “40 años en 14 historias”, editado en 2012, para recordar esa gesta histórica: datos inesperados, confesiones, estados de ánimo que se creían olvidados y que una entrevista revivió. O los cientos de corajudos anónimos que esas noches de asamblea cocinaron para la vigilia o resignaron plata de su sueldo para imprimir un volante. Esos que ya no saldrán en los diarios.
Aquella semana es inabarcable por textos que se escriban. Cuando se cumplieron 40 años, Jornada fue en busca de las memorias de las 16 personas que el 11 de octubre de 1972 fueron detenidas y encarceladas en Villa Devoto en una razzia vergonzosa. Se llamó Operativo Vigilante, un nombre y un apellido que lo dicen todo. Esa idea peregrina fue la chispa para una protesta colectiva inédita, que obligó a la represión a devolverlos uno por uno.
Desde entonces, muchos de ese grupo fueron referentes de la militancia y dijeron lo suyo varias veces. A otros los cubrió el olvido. Y algunos más dejaron este mundo quizás llevándose sus reflexiones más íntimas acerca de un proyecto de país.
Hace una década, para quienes seguían entre nosotros la pregunta fue en qué andan, qué recuerdo tienen de su detención y qué piensan a la distancia de una movilización popular irrepetible. De los demás hablaron sus hijos, sus parejas, sus afectos de esa época, los testigos directos del rastrillaje uniformado. Y un recuerdo para Mario Abel Amaya.
Cada hombre y cada mujer de aquel octubre son diferentes. En algunos casos pensaban cosas tan distintas que sorprendían.
A medio siglo del Trelewazo, Jornada optó por rescatar esas crónicas en homenaje a un movimiento que será inmortal por sus formas y su legado. Más protagonistas fallecieron en este lapso, pero lo escrito en ese entonces no se retocó para respetar el espíritu de ese suplemento y de sus ideas.
Ojalá estos textos despierten reflexión en los que peinan canas y curiosidad en los jóvenes, que respiran un Trelew y un mundo tan diferentes. Siempre es mejor no quedarse en el homenaje de bronce.
Al construir el suplemento hubo quienes mostraron apertura absoluta con la idea. Hubo quienes debieron ser convencidos. Hubo quienes agradecieron que un diario se acordara de ellos. Hubo incontables mails, llamadas, llantos, risas, mensajes, fotos antiguas. Hubo 16 vidas cruzadas por una madrugada de terror y unidas para
siempre.
Si la historia del Trelewazo está sin escribir, que este material pague algo de esa deuda. Queda un agradecimiento profundo a quienes hace diez años ayudaron en la búsqueda, azarosa en varias partes.
Y un abrazo de amistad para los protagonistas, los que hablaron, los que convidaron un mate y abrieron su corazón y su memoria. Que suelen ser la misma cosa.
Staff
Idea, producción y edición: Rolando Tobarez, Silvia Soto
Colaboró: Tamara Sander
Fotografía: Daniel Feldman, Alberto Evans, Norman Evans, Sergio Esparza, Claudio Alejandro, Juan José De Focatiis, Archivo Diario Jornada
Diseño: Diego Ortiz
Agradecimientos: Juan Arcuri, Archivo Provincial de la Memoria, a los familiares de los entrevistados
Materiales de consulta: “La Pasión según Trelew”, de Tomás Eloy Martínez, “Prohibido Dormir”, film de Diego Paulí y Paula Bassi, Archivo Diario Jornada.
“La historia del Trelewazo todavía no se escribió”. Eso le dijo Elisa Martínez a Jornada cuando le relató sus recuerdos. Algo de eso hay en todas las memorias que reflejó el suplemento “40 años en 14 historias”, editado en 2012, para recordar esa gesta histórica: datos inesperados, confesiones, estados de ánimo que se creían olvidados y que una entrevista revivió. O los cientos de corajudos anónimos que esas noches de asamblea cocinaron para la vigilia o resignaron plata de su sueldo para imprimir un volante. Esos que ya no saldrán en los diarios.
Aquella semana es inabarcable por textos que se escriban. Cuando se cumplieron 40 años, Jornada fue en busca de las memorias de las 16 personas que el 11 de octubre de 1972 fueron detenidas y encarceladas en Villa Devoto en una razzia vergonzosa. Se llamó Operativo Vigilante, un nombre y un apellido que lo dicen todo. Esa idea peregrina fue la chispa para una protesta colectiva inédita, que obligó a la represión a devolverlos uno por uno.
Desde entonces, muchos de ese grupo fueron referentes de la militancia y dijeron lo suyo varias veces. A otros los cubrió el olvido. Y algunos más dejaron este mundo quizás llevándose sus reflexiones más íntimas acerca de un proyecto de país.
Hace una década, para quienes seguían entre nosotros la pregunta fue en qué andan, qué recuerdo tienen de su detención y qué piensan a la distancia de una movilización popular irrepetible. De los demás hablaron sus hijos, sus parejas, sus afectos de esa época, los testigos directos del rastrillaje uniformado. Y un recuerdo para Mario Abel Amaya.
Cada hombre y cada mujer de aquel octubre son diferentes. En algunos casos pensaban cosas tan distintas que sorprendían.
A medio siglo del Trelewazo, Jornada optó por rescatar esas crónicas en homenaje a un movimiento que será inmortal por sus formas y su legado. Más protagonistas fallecieron en este lapso, pero lo escrito en ese entonces no se retocó para respetar el espíritu de ese suplemento y de sus ideas.
Ojalá estos textos despierten reflexión en los que peinan canas y curiosidad en los jóvenes, que respiran un Trelew y un mundo tan diferentes. Siempre es mejor no quedarse en el homenaje de bronce.
Al construir el suplemento hubo quienes mostraron apertura absoluta con la idea. Hubo quienes debieron ser convencidos. Hubo quienes agradecieron que un diario se acordara de ellos. Hubo incontables mails, llamadas, llantos, risas, mensajes, fotos antiguas. Hubo 16 vidas cruzadas por una madrugada de terror y unidas para
siempre.
Si la historia del Trelewazo está sin escribir, que este material pague algo de esa deuda. Queda un agradecimiento profundo a quienes hace diez años ayudaron en la búsqueda, azarosa en varias partes.
Y un abrazo de amistad para los protagonistas, los que hablaron, los que convidaron un mate y abrieron su corazón y su memoria. Que suelen ser la misma cosa.
Staff
Idea, producción y edición: Rolando Tobarez, Silvia Soto
Colaboró: Tamara Sander
Fotografía: Daniel Feldman, Alberto Evans, Norman Evans, Sergio Esparza, Claudio Alejandro, Juan José De Focatiis, Archivo Diario Jornada
Diseño: Diego Ortiz
Agradecimientos: Juan Arcuri, Archivo Provincial de la Memoria, a los familiares de los entrevistados
Materiales de consulta: “La Pasión según Trelew”, de Tomás Eloy Martínez, “Prohibido Dormir”, film de Diego Paulí y Paula Bassi, Archivo Diario Jornada.