Carola Sixto, coordinadora del curso "Miedo a Volar", explicó a Télam que "los autores aclaran que, dentro de este porcentaje, se incluye a las personas que de algún modo u otro sienten algún tipo de ansiedad al tener que viajar en avión".
Señaló que "aunque las estadísticas demuestran que el avión es el medio de transporte más seguro, los que sufren de fobia a volar o aerofobia perciben que el riesgo es mucho mayor. Esto los lleva a tener incluso síntomas físicos, como sudor en manos o en general, taquicardia, náuseas, dolor de cabeza u otros".
Según el psicólogo Jonathan B. Bricker, del Departamento de Psicología de la Universidad de Washington, "el estrés que se produce en los vuelos tiene componentes emocionales únicos".
Así lo explica en su trabajo, "Air Travel Stress Scale", de 1999, una escala que mide las reacciones de ansiedad ante ciertos eventos adversos en los viajes en avión, reacciones de enojo de otros pasajeros y la confianza en las aerolíneas y los aeropuertos que trabajan por el confort y la seguridad de los pasajeros.
En una entrevista publicada por la Asociación Americana de Psicología, Bricker describe dos tipos de personas que sienten ansiedad al volar en aviones comerciales: el primero es el que siente sensaciones intensas en el cuerpo asociadas al pensamiento de morir en un accidente aéreo. El segundo es el que viaja con miedo a tener un ataque de pánico en el avión.
Unos tienen miedo a morir y los otros tienen miedo a tener pánico.
"Ambos tipos de aerofóbicos tienen distintas reacciones cuando ocurre un accidente aéreo o un atentado terrorista que se difunde en los medios. Aunque los dos sienten un aumento de su ritmo cardíaco, los músculos se tensan y la respiración se vuelve entrecortada, los que tienen miedo de morir en el avión repetirán en sus mentes las imágenes de la caída del avión, mientras que los panicosos recordarán la imagen de tener un ataque de pánico en el avión", detalló Carola.
Y agregó que "debido a que los pensamientos y las sensaciones de temor no son agradables, los aerofóbicos suelen evitar las noticias de las tragedias aéreas o directamente evitan volar".
Carola Sixto, coordinadora del curso "Miedo a Volar", explicó a Télam que "los autores aclaran que, dentro de este porcentaje, se incluye a las personas que de algún modo u otro sienten algún tipo de ansiedad al tener que viajar en avión".
Señaló que "aunque las estadísticas demuestran que el avión es el medio de transporte más seguro, los que sufren de fobia a volar o aerofobia perciben que el riesgo es mucho mayor. Esto los lleva a tener incluso síntomas físicos, como sudor en manos o en general, taquicardia, náuseas, dolor de cabeza u otros".
Según el psicólogo Jonathan B. Bricker, del Departamento de Psicología de la Universidad de Washington, "el estrés que se produce en los vuelos tiene componentes emocionales únicos".
Así lo explica en su trabajo, "Air Travel Stress Scale", de 1999, una escala que mide las reacciones de ansiedad ante ciertos eventos adversos en los viajes en avión, reacciones de enojo de otros pasajeros y la confianza en las aerolíneas y los aeropuertos que trabajan por el confort y la seguridad de los pasajeros.
En una entrevista publicada por la Asociación Americana de Psicología, Bricker describe dos tipos de personas que sienten ansiedad al volar en aviones comerciales: el primero es el que siente sensaciones intensas en el cuerpo asociadas al pensamiento de morir en un accidente aéreo. El segundo es el que viaja con miedo a tener un ataque de pánico en el avión.
Unos tienen miedo a morir y los otros tienen miedo a tener pánico.
"Ambos tipos de aerofóbicos tienen distintas reacciones cuando ocurre un accidente aéreo o un atentado terrorista que se difunde en los medios. Aunque los dos sienten un aumento de su ritmo cardíaco, los músculos se tensan y la respiración se vuelve entrecortada, los que tienen miedo de morir en el avión repetirán en sus mentes las imágenes de la caída del avión, mientras que los panicosos recordarán la imagen de tener un ataque de pánico en el avión", detalló Carola.
Y agregó que "debido a que los pensamientos y las sensaciones de temor no son agradables, los aerofóbicos suelen evitar las noticias de las tragedias aéreas o directamente evitan volar".