Los viajes hacia las áreas de alimentación de un grupo de ballenas francas australes están siendo monitoreados satelitalmente y sus recorridos pueden conocerse a través del sitio www.siguiendoballenas.org. La tecnología aplicada en el proyecto “Siguiendo Ballenas” permite localizar ambientes clave del Atlántico Sur para el ciclo de vida de la especie y generar información relevante para su conservación.
Un equipo integrado por miembros de instituciones académicas, gubernamentales y de la sociedad civil de Argentina, Brasil y Estados Unidos, trabajó intensamente desde fines de septiembre hasta comienzos de octubre en la colocación de 18 transmisores satelitales en ballenas presentes en el área reproductiva Península Valdés, Chubut, Argentina. Algunas ya partieron de las tranquilas aguas del Golfo Nuevo y emprendieron sus viajes hacia las áreas de alimentación en el Atlántico Sur. Hoy la tecnología satelital permite seguir sus recorridos que pueden visualizarse desde el sitio www.siguiendoballenas.org.
Aunque la caza comercial ya no representa una amenaza para esta especie y la población de Península Valdés continúa aumentando, diversas actividades e impactos humanos constituyen riesgos crecientes para estos grandes mamíferos, como la colisión con embarcaciones, el enmallamiento en artes de pesca, la actividad sísmica offshore, la contaminación marina y los crecientes efectos del cambio climático.
Navegar la web, viajar con ballenas
El proyecto no sólo genera información científica inédita, sino que también la vuelve accesible a todas aquellas personas interesadas, quienes pueden seguir los recorridos de los individuos monitoreados a través del sitio web www.siguiendoballenas.org.
Los aparatos dejan de enviar datos cuando se desprenden o se agotan sus baterías, lo que puede ocurrir semanas o meses después de colocados, dependiendo de varios factores, pero principalmente del tipo de tecnología aplicada. Los dispositivos de rastreo satelital no afectan la salud ni el comportamiento de los animales, dos condiciones fundamentales de esta investigación.
En la temporada anterior, los avances tecnológicos incorporados a los transmisores satelitales permitieron incrementar su tiempo de permanencia y lograr, para algunos individuos, registros de más de 200 días y a lo largo de 19 mil kilómetros. Este año, se colocaron 13 dispositivos de corta duración y 5 de larga duración.
Investigación a gran escala
El proyecto “Siguiendo Ballenas” surgió en 2014 como recomendación de la Comisión Ballenera Internacional para fortalecer la conservación de la ballena franca austral, y hoy transita su sexta temporada (en 2020 debió suspenderse debido a la pandemia por COVID-19). Los resultados del seguimiento satelital del presente estudio, los obtenidos en años anteriores y los que resulten de relevamientos futuros, serán insumos necesarios para el manejo y la conservación de esta especie emblemática.
Los viajes hacia las áreas de alimentación de un grupo de ballenas francas australes están siendo monitoreados satelitalmente y sus recorridos pueden conocerse a través del sitio www.siguiendoballenas.org. La tecnología aplicada en el proyecto “Siguiendo Ballenas” permite localizar ambientes clave del Atlántico Sur para el ciclo de vida de la especie y generar información relevante para su conservación.
Un equipo integrado por miembros de instituciones académicas, gubernamentales y de la sociedad civil de Argentina, Brasil y Estados Unidos, trabajó intensamente desde fines de septiembre hasta comienzos de octubre en la colocación de 18 transmisores satelitales en ballenas presentes en el área reproductiva Península Valdés, Chubut, Argentina. Algunas ya partieron de las tranquilas aguas del Golfo Nuevo y emprendieron sus viajes hacia las áreas de alimentación en el Atlántico Sur. Hoy la tecnología satelital permite seguir sus recorridos que pueden visualizarse desde el sitio www.siguiendoballenas.org.
Aunque la caza comercial ya no representa una amenaza para esta especie y la población de Península Valdés continúa aumentando, diversas actividades e impactos humanos constituyen riesgos crecientes para estos grandes mamíferos, como la colisión con embarcaciones, el enmallamiento en artes de pesca, la actividad sísmica offshore, la contaminación marina y los crecientes efectos del cambio climático.
Navegar la web, viajar con ballenas
El proyecto no sólo genera información científica inédita, sino que también la vuelve accesible a todas aquellas personas interesadas, quienes pueden seguir los recorridos de los individuos monitoreados a través del sitio web www.siguiendoballenas.org.
Los aparatos dejan de enviar datos cuando se desprenden o se agotan sus baterías, lo que puede ocurrir semanas o meses después de colocados, dependiendo de varios factores, pero principalmente del tipo de tecnología aplicada. Los dispositivos de rastreo satelital no afectan la salud ni el comportamiento de los animales, dos condiciones fundamentales de esta investigación.
En la temporada anterior, los avances tecnológicos incorporados a los transmisores satelitales permitieron incrementar su tiempo de permanencia y lograr, para algunos individuos, registros de más de 200 días y a lo largo de 19 mil kilómetros. Este año, se colocaron 13 dispositivos de corta duración y 5 de larga duración.
Investigación a gran escala
El proyecto “Siguiendo Ballenas” surgió en 2014 como recomendación de la Comisión Ballenera Internacional para fortalecer la conservación de la ballena franca austral, y hoy transita su sexta temporada (en 2020 debió suspenderse debido a la pandemia por COVID-19). Los resultados del seguimiento satelital del presente estudio, los obtenidos en años anteriores y los que resulten de relevamientos futuros, serán insumos necesarios para el manejo y la conservación de esta especie emblemática.