El MPI lamentó que estos migrantes y refugiados cualificados hayan quedado al margen de la crisis sanitaria por no poder obtener las credenciales necesarias, por no tener el reconocimiento de los títulos expedidos en el extranjero y por ser relegados a trabajos mal remunerados.
Hace ya varios días que Estados Unidos se convirtió en el epicentro de la pandemia de coronavirus en el mundo. El último balance registró 12.285 muertos y 383.256 infectados.
Según un informe difundido este martes por el MPI, este grupo de migrantes y refugiados profesionales podría resultar "particularmente útil" durante una pandemia que es especialmente peligrosa para los mayores de 60 años dado que un 56% de los migrantes tienen edades comprendidas entre los 25 y 44 años, en comparación con el 45% de los profesionales sanitarios nacidos en territorio estadounidense, informó la agencia de noticias Europa Press.
No obstante, el informe destacó que ya hay 1,5 millones de migrantes trabajando en el sistema sanitario estadounidense en calidad de médicos, enfermeros y farmacéuticos.
La actual situación sanitaria llevó a los gobernadores de diferentes estados a pedir que se permita la reincorporación de médicos que ya se habían jubilado y se acelere la reinserción de nuevos titulados.
Además, los gobernadores de los estados de Nueva York y Nueva Jersey levantaron temporalmente las medidas que dificultan que los graduados en Medicina en el exterior puedan ejercer su profesión.
Incluso la Universidad British Columbia está barajando la posibilidad de otorgar la categoría de "médico adjunto" a aquellas personas que se hayan graduado en el extranjero en Medicina o Enfermería durante un periodo de un año.
Para el MPI, la importancia de aceptar a estos profesionales e integrarlos en el sistema sanitario va más allá de razones médicas: su presencia también puede aportar una importante diversidad lingüística y cultural.
"En un momento de crisis con una creciente escasez de personal en hospitales, clínicas, departamentos y laboratorios, muchos de estos migrantes podrían ser movilizados y contratados", concluyó el informe.
El MPI lamentó que estos migrantes y refugiados cualificados hayan quedado al margen de la crisis sanitaria por no poder obtener las credenciales necesarias, por no tener el reconocimiento de los títulos expedidos en el extranjero y por ser relegados a trabajos mal remunerados.
Hace ya varios días que Estados Unidos se convirtió en el epicentro de la pandemia de coronavirus en el mundo. El último balance registró 12.285 muertos y 383.256 infectados.
Según un informe difundido este martes por el MPI, este grupo de migrantes y refugiados profesionales podría resultar "particularmente útil" durante una pandemia que es especialmente peligrosa para los mayores de 60 años dado que un 56% de los migrantes tienen edades comprendidas entre los 25 y 44 años, en comparación con el 45% de los profesionales sanitarios nacidos en territorio estadounidense, informó la agencia de noticias Europa Press.
No obstante, el informe destacó que ya hay 1,5 millones de migrantes trabajando en el sistema sanitario estadounidense en calidad de médicos, enfermeros y farmacéuticos.
La actual situación sanitaria llevó a los gobernadores de diferentes estados a pedir que se permita la reincorporación de médicos que ya se habían jubilado y se acelere la reinserción de nuevos titulados.
Además, los gobernadores de los estados de Nueva York y Nueva Jersey levantaron temporalmente las medidas que dificultan que los graduados en Medicina en el exterior puedan ejercer su profesión.
Incluso la Universidad British Columbia está barajando la posibilidad de otorgar la categoría de "médico adjunto" a aquellas personas que se hayan graduado en el extranjero en Medicina o Enfermería durante un periodo de un año.
Para el MPI, la importancia de aceptar a estos profesionales e integrarlos en el sistema sanitario va más allá de razones médicas: su presencia también puede aportar una importante diversidad lingüística y cultural.
"En un momento de crisis con una creciente escasez de personal en hospitales, clínicas, departamentos y laboratorios, muchos de estos migrantes podrían ser movilizados y contratados", concluyó el informe.