“Venimos de un 2016 bastante complicado porque fue el primer año después de una transición de gobierno que tuvo su impacto en los niveles de ventas de Acindar, pero hoy se van recuperando los indicadores y las perspectivas son buenas a la luz de la reactivación de la obra pública y de infraestructura”, explicó a Télam el gerente de Legales y Asuntos Institucionales de Acindar, Facundo Velasco.
En el año en que festeja su 75 aniversario, Velasco destacó que "las previsiones han sido acertadas, y tanto la producción como las ventas en términos reales mejoraron".
De acuerdo a la Cámara Argentina del Acero, la producción del crudo en abril fue de 367.400 toneladas, lo que representó un crecimiento del 15,1% respecto a igual período del año anterior.
Como principal proveedor de aceros largos del país, la demanda por la reactivación de la obra pública y de desarrollo de infraestructura impacta en la actividad de la empresa que forma parte del Grupo Arcelor-Mittal.
Al respecto, Velasco estimó que este año registrará “al menos un incremento del 10% respecto a 2016”.
Así, con una capacidad instalada que le permite procesar 1.700.000 de toneladas de acero líquido y 1.400.000 de productos, Acindar culminará este año con una producción por encima de 1.050.000, frente a las 962.000 de 2016, aunque aún por debajo de las 1.250.000 de 2015.
“Si bien los valores mensuales pueden variar según diversos factores dependientes de la estacionalidad o del segmento consumidor de acero, la producción interanual evoluciona favorablemente y las perspectivas para la industria son favorables, ya que se evidencia una mejora en la demanda de acero para la construcción y la industria en general”, remarcó el ejecutivo.
En cuanto al sector externo, Acindar enfrenta las dificultades de un mercado mundial con una sobreoferta de acero, lo que explica su caída de las exportaciones por la mayor competencia, a una participación entre el 5% y el 8% del total producido, cuando la media histórica de la empresa era del 15% de lo que salía de sus acerías.
“En el mundo existe un excedente de acero a nivel mundial, que algunos mercados de exportación a los que antes accedíamos hoy los vemos restringidos porque hay una mayor oferta. Por eso lo que se vino recuperando es el interno”, explicó el gerente de Acindar.
Pero Velasco aclaró que en el frente externo “a la compañía también le preocupa el ingreso de acero a un precio desleal, si bien de China o de donde venga”, y afirmó que”lo importante es que Argentina al igual que el resto de los países tenga los instrumentos necesarios para identificar una importación con un precio desleal y articular sus respuesta porque afecta la debida competencia”.
“Hoy estamos viendo una mayor presencia de productos importados en el mercado comparado con años anteriores y es algo que se monitorea como un ejercicio constante”, aseveró Velasco.
En materia de inversiones, el directivo si bien resaltó que “el constante desafío es liderar la evolución de la industria siderúrgica, tomando en cuenta los factores sociales, medioambientales y económicos para hacer un negocio amigable con el entorno e involucrado con la comunidad”, expllicó que los esfuerzos están por culminar la renovación del tren laminador de la planta bonaerense de San Nicolás.
“En los últimos 10 años la empresa lleva invertidos unos US$ 500 millones, de los cuales US$ 30 millones están destinados a la preservación del medio ambiente mediante plantas de tratamiento de aguas, de gases”, resaltó al recordar la puesta en marcha en 2015 de un nuevo tren laminador en la planta santafesina de Villa Constitución que demandó una inversión de US$ 200 millones.
“Venimos de un 2016 bastante complicado porque fue el primer año después de una transición de gobierno que tuvo su impacto en los niveles de ventas de Acindar, pero hoy se van recuperando los indicadores y las perspectivas son buenas a la luz de la reactivación de la obra pública y de infraestructura”, explicó a Télam el gerente de Legales y Asuntos Institucionales de Acindar, Facundo Velasco.
En el año en que festeja su 75 aniversario, Velasco destacó que "las previsiones han sido acertadas, y tanto la producción como las ventas en términos reales mejoraron".
De acuerdo a la Cámara Argentina del Acero, la producción del crudo en abril fue de 367.400 toneladas, lo que representó un crecimiento del 15,1% respecto a igual período del año anterior.
Como principal proveedor de aceros largos del país, la demanda por la reactivación de la obra pública y de desarrollo de infraestructura impacta en la actividad de la empresa que forma parte del Grupo Arcelor-Mittal.
Al respecto, Velasco estimó que este año registrará “al menos un incremento del 10% respecto a 2016”.
Así, con una capacidad instalada que le permite procesar 1.700.000 de toneladas de acero líquido y 1.400.000 de productos, Acindar culminará este año con una producción por encima de 1.050.000, frente a las 962.000 de 2016, aunque aún por debajo de las 1.250.000 de 2015.
“Si bien los valores mensuales pueden variar según diversos factores dependientes de la estacionalidad o del segmento consumidor de acero, la producción interanual evoluciona favorablemente y las perspectivas para la industria son favorables, ya que se evidencia una mejora en la demanda de acero para la construcción y la industria en general”, remarcó el ejecutivo.
En cuanto al sector externo, Acindar enfrenta las dificultades de un mercado mundial con una sobreoferta de acero, lo que explica su caída de las exportaciones por la mayor competencia, a una participación entre el 5% y el 8% del total producido, cuando la media histórica de la empresa era del 15% de lo que salía de sus acerías.
“En el mundo existe un excedente de acero a nivel mundial, que algunos mercados de exportación a los que antes accedíamos hoy los vemos restringidos porque hay una mayor oferta. Por eso lo que se vino recuperando es el interno”, explicó el gerente de Acindar.
Pero Velasco aclaró que en el frente externo “a la compañía también le preocupa el ingreso de acero a un precio desleal, si bien de China o de donde venga”, y afirmó que”lo importante es que Argentina al igual que el resto de los países tenga los instrumentos necesarios para identificar una importación con un precio desleal y articular sus respuesta porque afecta la debida competencia”.
“Hoy estamos viendo una mayor presencia de productos importados en el mercado comparado con años anteriores y es algo que se monitorea como un ejercicio constante”, aseveró Velasco.
En materia de inversiones, el directivo si bien resaltó que “el constante desafío es liderar la evolución de la industria siderúrgica, tomando en cuenta los factores sociales, medioambientales y económicos para hacer un negocio amigable con el entorno e involucrado con la comunidad”, expllicó que los esfuerzos están por culminar la renovación del tren laminador de la planta bonaerense de San Nicolás.
“En los últimos 10 años la empresa lleva invertidos unos US$ 500 millones, de los cuales US$ 30 millones están destinados a la preservación del medio ambiente mediante plantas de tratamiento de aguas, de gases”, resaltó al recordar la puesta en marcha en 2015 de un nuevo tren laminador en la planta santafesina de Villa Constitución que demandó una inversión de US$ 200 millones.