"Alrededor de mayo de 2016, nuestro país volverá a ser sede de un gran acontecimiento internacional cuando inauguremos la Ampliación del Canal, que celebraremos todos los panameños con mucho orgullo junto a un número importante de jefes de Estado y delegaciones oficiales que visitarán nuestro país para presenciar este evento histórico", remarcó Varela ante el parlamento, en su informe de gestión.
Para Varela, Panamá tiene "la responsabilidad de volver a enviar ese mismo mensaje de paz, diálogo y unidad que mostramos como país anfitrión de la Cumbre de las Américas (en 2015) y que mantenemos como norte de nuestra política exterior".
Por eso, el mandatario pidió “de manera muy respetuosa” a los contratistas del proyecto de ampliación que procuren “un diálogo con la Autoridad del Canal de Panamá, que permita concluir las obras, dejar los reclamos legales en manos de las instancias competentes y evitar las diferencias mediáticas que en nada contribuyen a la imagen de los contratistas, la Autoridad del Canal y la República de Panamá".
Varela aludió de esa manera a los cruces de declaraciones entre la Administración del Canal de Panamá (ACP) y el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la española Sacyr, sobre la terminación, o no, a tiempo de la construcción del tercer juego de esclusas de la vía acuática.
Según el administrador del canal, Jorge Quijano, en algún momento del segundo trimestre de este año se terminará la obra, pero aclaró que una cosa es inaugurarla y otra ponerla en servicio comercial.
La ampliación debió terminarse en octubre de 2014, pero se atrasó por los problemas de GUPC, entre ellas la filtración de agua en las nuevas esclusas detectada en agosto pasado, que obligó a reforzar con acero especial las instalaciones y retrasar su entrega para iniciar las pruebas de navegación.
El gobernante se refirió también a los impactos recurrentes del fenómeno del niño en la Cuenca del Canal de Panamá, que abastece de agua potable a más del 50 % de la población en la ciudad capital.
Por eso Varela juzgó "imperativo" evaluar "la posibilidad de iniciar los estudios para desarrollar la Cuenca Hidrográfica de Río Indio", a fin de garantizar que se cuente "con el agua necesaria para el consumo humano y el funcionamiento ininterrumpido" de la vía interoceánica, "que es el principal activo de nuestra nación al servicio de la comunidad internacional y el comercio global".
"Alrededor de mayo de 2016, nuestro país volverá a ser sede de un gran acontecimiento internacional cuando inauguremos la Ampliación del Canal, que celebraremos todos los panameños con mucho orgullo junto a un número importante de jefes de Estado y delegaciones oficiales que visitarán nuestro país para presenciar este evento histórico", remarcó Varela ante el parlamento, en su informe de gestión.
Para Varela, Panamá tiene "la responsabilidad de volver a enviar ese mismo mensaje de paz, diálogo y unidad que mostramos como país anfitrión de la Cumbre de las Américas (en 2015) y que mantenemos como norte de nuestra política exterior".
Por eso, el mandatario pidió “de manera muy respetuosa” a los contratistas del proyecto de ampliación que procuren “un diálogo con la Autoridad del Canal de Panamá, que permita concluir las obras, dejar los reclamos legales en manos de las instancias competentes y evitar las diferencias mediáticas que en nada contribuyen a la imagen de los contratistas, la Autoridad del Canal y la República de Panamá".
Varela aludió de esa manera a los cruces de declaraciones entre la Administración del Canal de Panamá (ACP) y el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la española Sacyr, sobre la terminación, o no, a tiempo de la construcción del tercer juego de esclusas de la vía acuática.
Según el administrador del canal, Jorge Quijano, en algún momento del segundo trimestre de este año se terminará la obra, pero aclaró que una cosa es inaugurarla y otra ponerla en servicio comercial.
La ampliación debió terminarse en octubre de 2014, pero se atrasó por los problemas de GUPC, entre ellas la filtración de agua en las nuevas esclusas detectada en agosto pasado, que obligó a reforzar con acero especial las instalaciones y retrasar su entrega para iniciar las pruebas de navegación.
El gobernante se refirió también a los impactos recurrentes del fenómeno del niño en la Cuenca del Canal de Panamá, que abastece de agua potable a más del 50 % de la población en la ciudad capital.
Por eso Varela juzgó "imperativo" evaluar "la posibilidad de iniciar los estudios para desarrollar la Cuenca Hidrográfica de Río Indio", a fin de garantizar que se cuente "con el agua necesaria para el consumo humano y el funcionamiento ininterrumpido" de la vía interoceánica, "que es el principal activo de nuestra nación al servicio de la comunidad internacional y el comercio global".