Asumió Macri y llamó a la unidad de los argentinos

Acompañado por una multitud en las calles y en la Plaza de Mayo, Mauricio Macri asumió hoy como Presidente de la Nación con un mensaje de unidad nacional para saldar “tantos años de enfrentamientos inútiles” y prometió luchar contra la corrupción, la pobreza y el narcotráfico.

El presidente Mauricio Macri, la primera dama, Juliana Awada y su hija Antoña, en el histórico balcón.
10 DIC 2015 - 22:19 | Actualizado

En una jornada calurosa y a pleno sol, el líder del PRO primero juró por su cargo en el Congreso Nacional ante la Asamblea Legislativa y luego recibió el bastón de mando y la banda presidencial en la Casa Rosada, convirtiéndose formalmente en el mandatario número 52 de la República Argentina.

Macri brindó su primer discurso oficial como jefe de Estado en el recinto de la Cámara de Diputados, donde abogó por un “país unido en la diversidad”, se comprometió a mantener una “Justicia independiente” y aseguró que durante su mandato no habrá “jueces macristas”.

En poco más de media hora, el líder del PRO buscó diferenciarse de doce años de estilo kirchnerista y resumió en tres sus principales objetivos de gestión: “Pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unión de los argentinos”. “Quiero hacer especial énfasis en otra intención básica del período que hoy empieza: este Gobierno va a combatir la corrupción”, enfatizó el flamante mandatario y prometió ser “implacable” con los culpables, “sean propios o ajenos”, siendo ése uno de los pasajes más aplaudidos de su mensaje.

De traje azul, camisa blanca y corbata celeste, Macri se dirigió a la Asamblea Legislativa y a los invitados desde el estrado de la Cámara baja, sentado junto a su vicepresidenta Gabriela Michetti, tras llegar en auto desde su residencia en Recoleta con su esposa, Juliana Awada, y su hija menor, Antonia. En las bancas lo escucharon referentes de la oposición y un grupo de dirigentes del peronismo que no acompañó la decisión de la saliente presidenta Cristina Kirchner de no participar de la jura, entre ellos, Daniel Scioli, Juan Manuel Urtubey y Juan Manzur.

Macri mencionó a cada uno de sus exrivales en las elecciones presidenciales, Scioli, Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Adolfo Rodríguez Saá y Nicolás Del Caño, quienes a excepción del referente del FIT estaban presentes, y sostuvo que están “unidos por la vocación democrática y por el sueño de una Argentina desarrollada”.

“La política no es una competencia entre dirigentes para ver quién tiene el ego más grande”, enfatizó el Presidente y destacó que fomentará el “trabajo en equipo para servir a los demás”. Ante aplausos fervorosos, Macri auguró: “Se viene un tiempo nuevo, de diálogo, respeto y trabajo en equipo”. Macri pidió “el aporte de todos”, después de “tantos años de enfrentamientos inútiles”, y aseguró que “es lo que pidieron millones de argentinos que estaban cansados de la prepotencia y los enfrentamientos inútiles”.

Los presidentes Dilma Rousseff (Brasil), Michelle Bachelet (Chile), Tabaré Vázquez (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Ollanta Humala (Perú), Juan Manuel Santos (Colombia), Rafael Correa (Ecuador) y el Rey emérito de España, Juan Carlos, entre otros, viajaron especialmente para asistir a la ceremonia.

En ese marco, adelantó cambios en la política exterior: “Sostendremos todos nuestros reclamos soberanos y nuestros valores sin que eso impida un normal relacionamiento con todos los países del mundo”. “En la pelea irracional no gana nadie, en el acuerdo ganamos todos. Podemos pensar de distintas formas, pero la ley tiene que ser respetada”, recalcó Macri. Afuera, en las inmediaciones del Congreso, miles de simpatizantes aguardaban su salida, al igual que en la Plaza de Mayo, donde una multitud se concentró para festejar y presenciar la llegada del nuevo Presidente a la Casa Rosada.

Un día después de la despedida de Cristina Kirchner, el mismo escenario, pero con otros protagonistas, dio marco a la celebración del PRO, que tuvo su punto culmine cuando Macri salió al balcón de la Casa de Gobierno para saludar a los presentes, rompiendo así una racha de 16 años en la que ningún mandatario lo hacía.

Junto a Michetti, Awada y Antonia, el jefe de Estado esbozó con un infinito “Gracias” y volvió a demostrar su euforia con un baile al ritmo de la cumbia. La llegada a la Rosada había sido a bordo de una camioneta Volkswagen blanca, seguida de cerca por una Escolta de Granaderos a Caballo del Regimiento de Patricios.

Tras recibir el bastón de mando y la banda de manos del presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, el mandatario nacional salió al balcón y luego se dirigió junto a su esposa al Palacio San Martín, donde recibió formalmente a las delegaciones extranjeras. “Parece que fue ayer cuando nos animamos a soñar que los argentinos merecíamos vivir mejor y hoy estamos acá a punto de empezar una etapa maravilla de nuestro país”, señaló un emocionado Macri ante la histórica Plaza, desde el edificio que lo tendrá como jefe de Estado por los próximos cuatro años.

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El presidente Mauricio Macri, la primera dama, Juliana Awada y su hija Antoña, en el histórico balcón.
10 DIC 2015 - 22:19

En una jornada calurosa y a pleno sol, el líder del PRO primero juró por su cargo en el Congreso Nacional ante la Asamblea Legislativa y luego recibió el bastón de mando y la banda presidencial en la Casa Rosada, convirtiéndose formalmente en el mandatario número 52 de la República Argentina.

Macri brindó su primer discurso oficial como jefe de Estado en el recinto de la Cámara de Diputados, donde abogó por un “país unido en la diversidad”, se comprometió a mantener una “Justicia independiente” y aseguró que durante su mandato no habrá “jueces macristas”.

En poco más de media hora, el líder del PRO buscó diferenciarse de doce años de estilo kirchnerista y resumió en tres sus principales objetivos de gestión: “Pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unión de los argentinos”. “Quiero hacer especial énfasis en otra intención básica del período que hoy empieza: este Gobierno va a combatir la corrupción”, enfatizó el flamante mandatario y prometió ser “implacable” con los culpables, “sean propios o ajenos”, siendo ése uno de los pasajes más aplaudidos de su mensaje.

De traje azul, camisa blanca y corbata celeste, Macri se dirigió a la Asamblea Legislativa y a los invitados desde el estrado de la Cámara baja, sentado junto a su vicepresidenta Gabriela Michetti, tras llegar en auto desde su residencia en Recoleta con su esposa, Juliana Awada, y su hija menor, Antonia. En las bancas lo escucharon referentes de la oposición y un grupo de dirigentes del peronismo que no acompañó la decisión de la saliente presidenta Cristina Kirchner de no participar de la jura, entre ellos, Daniel Scioli, Juan Manuel Urtubey y Juan Manzur.

Macri mencionó a cada uno de sus exrivales en las elecciones presidenciales, Scioli, Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Adolfo Rodríguez Saá y Nicolás Del Caño, quienes a excepción del referente del FIT estaban presentes, y sostuvo que están “unidos por la vocación democrática y por el sueño de una Argentina desarrollada”.

“La política no es una competencia entre dirigentes para ver quién tiene el ego más grande”, enfatizó el Presidente y destacó que fomentará el “trabajo en equipo para servir a los demás”. Ante aplausos fervorosos, Macri auguró: “Se viene un tiempo nuevo, de diálogo, respeto y trabajo en equipo”. Macri pidió “el aporte de todos”, después de “tantos años de enfrentamientos inútiles”, y aseguró que “es lo que pidieron millones de argentinos que estaban cansados de la prepotencia y los enfrentamientos inútiles”.

Los presidentes Dilma Rousseff (Brasil), Michelle Bachelet (Chile), Tabaré Vázquez (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Ollanta Humala (Perú), Juan Manuel Santos (Colombia), Rafael Correa (Ecuador) y el Rey emérito de España, Juan Carlos, entre otros, viajaron especialmente para asistir a la ceremonia.

En ese marco, adelantó cambios en la política exterior: “Sostendremos todos nuestros reclamos soberanos y nuestros valores sin que eso impida un normal relacionamiento con todos los países del mundo”. “En la pelea irracional no gana nadie, en el acuerdo ganamos todos. Podemos pensar de distintas formas, pero la ley tiene que ser respetada”, recalcó Macri. Afuera, en las inmediaciones del Congreso, miles de simpatizantes aguardaban su salida, al igual que en la Plaza de Mayo, donde una multitud se concentró para festejar y presenciar la llegada del nuevo Presidente a la Casa Rosada.

Un día después de la despedida de Cristina Kirchner, el mismo escenario, pero con otros protagonistas, dio marco a la celebración del PRO, que tuvo su punto culmine cuando Macri salió al balcón de la Casa de Gobierno para saludar a los presentes, rompiendo así una racha de 16 años en la que ningún mandatario lo hacía.

Junto a Michetti, Awada y Antonia, el jefe de Estado esbozó con un infinito “Gracias” y volvió a demostrar su euforia con un baile al ritmo de la cumbia. La llegada a la Rosada había sido a bordo de una camioneta Volkswagen blanca, seguida de cerca por una Escolta de Granaderos a Caballo del Regimiento de Patricios.

Tras recibir el bastón de mando y la banda de manos del presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, el mandatario nacional salió al balcón y luego se dirigió junto a su esposa al Palacio San Martín, donde recibió formalmente a las delegaciones extranjeras. “Parece que fue ayer cuando nos animamos a soñar que los argentinos merecíamos vivir mejor y hoy estamos acá a punto de empezar una etapa maravilla de nuestro país”, señaló un emocionado Macri ante la histórica Plaza, desde el edificio que lo tendrá como jefe de Estado por los próximos cuatro años.