Murió un periodista argentino en Brasil
Jorge "Topo" López, quien cubría el Mundial para La Red, Olé y Sport de España, perdió la vida en San Pablo cuando el taxi en el que se viajaba fue chocado por delincuentes que escapaban de la policía.
López se encontraba en el país vecino cumpliendo su tarea profesional para radio La Red, de acuerdo a lo confirmado esta mañana por la propia emisora.
Según la crónica del diario brasileño Folha, el hecho se produjo a la 1.30 en el cruce de la avenida Tiradentes y la calle Barao de Mauá, de la localidad de Guarulhos, en el Gran San Pablo, cuando el taxi en el que viajaba López fue impactado por otro automóvil en el que iban tres delincuentes que escapaban de la policía.
A raíz del choque, el taxi terminó contra un poste y el reportero, quien viajaba en el asiento trasero, salió despedido y falleció.
El chofer, que se lesionó el hombro, le comentó a la policía que López, quien tenía 38 años y también trabajaba para el diario deportivo Olé, había tomado el viaje en Alameda Campinas, en un zona denominada Jardim Paulista, en el oeste de la ciudad.
En tanto, los tres ocupantes del otro auto, que según la información era robado, resultaron ilesos y fueron detenidos.
Esta es la segunda tragedia que enluta al periodismo deportivo argentino en lo que va del Mundial, ya que la semana pasada una hija de Miguel "Tití" Fernández, María Soledad, murió cuando el auto en el que viajaba fue chocado por otro en Belo Horizonte.
El recuerdo del "Topo" López
La triste noticia conmocionó a los enviados especiales que cubren el Mundial Brasil 2014 y al mundo periodístico en particular, pues su nombre era (y será) sinónimo de calidad humana en un ambiente a menudo egoísta.
Con inquietud, generosidad, compañerismo y humor, el "Topo" López desarrollaba diariamente su profesión en el diario Olé, en radio La Red y también en diario Sport de España, al que se había ligado laboralemente durante el período que vivió en ese país.
No le importaba el grado de cercanía con sus colegas, fue un hombre solidario tanto con amigos, compañeros como conocidos de la profesión.
Jamás escondía una información y fomentaba el trabajo en equipo, al margen de las empresas periodísticas para las que trabajara cada cronista.
Se forjó en la calle, a la búsqueda de la información, y se ganó un nombre en el ambiente con la cobertura de la información cotidiana de River Plate para Olé.
El "Topo", apodo de marca registrada en el ambiente deportivo, probó suerte en España en 2001 cuando se instaló en Barcelona como jefe de prensa de Javier Saviola, por entonces transferido al club catalán.
Durante sus años en esa ciudad, estableció los primeros lazos con Lionel Messi, un jovencito que había llegado a "La Masía" como uno de los grandes proyectos futuros. En la actualidad, era uno de los pocos periodistas argentinos con línea directa al astro y su familia.
Astuto para relacionarse, intuitivo y oportunista para la búsqueda de la noticia y hábil para preguntar; así también se mostraba en el desempeño de su pasión.
Desde su arribo a Brasil, donde fue enviado por La Red, compartía hora tras hora con cada enviado en el predio Cidade do Galo, en los centros de prensa, en los estadios y en cualquier lugar que demandara la profesión.
Lo hacía acompañado de su mujer Verónica Brunati (corresponsal del diario deportivo español Marca), quien se instaló en Brasil con los hijos y su madre para trabajar durante el Mundial.
La imagen del rostro pícaro de "Topo" se multiplica en la cabeza de cada uno de los que convivieron con él las últimas horas. Se fue con apenas 38 años, del modo más absurdo, sin consuelo posible.
López se encontraba en el país vecino cumpliendo su tarea profesional para radio La Red, de acuerdo a lo confirmado esta mañana por la propia emisora.
Según la crónica del diario brasileño Folha, el hecho se produjo a la 1.30 en el cruce de la avenida Tiradentes y la calle Barao de Mauá, de la localidad de Guarulhos, en el Gran San Pablo, cuando el taxi en el que viajaba López fue impactado por otro automóvil en el que iban tres delincuentes que escapaban de la policía.
A raíz del choque, el taxi terminó contra un poste y el reportero, quien viajaba en el asiento trasero, salió despedido y falleció.
El chofer, que se lesionó el hombro, le comentó a la policía que López, quien tenía 38 años y también trabajaba para el diario deportivo Olé, había tomado el viaje en Alameda Campinas, en un zona denominada Jardim Paulista, en el oeste de la ciudad.
En tanto, los tres ocupantes del otro auto, que según la información era robado, resultaron ilesos y fueron detenidos.
Esta es la segunda tragedia que enluta al periodismo deportivo argentino en lo que va del Mundial, ya que la semana pasada una hija de Miguel "Tití" Fernández, María Soledad, murió cuando el auto en el que viajaba fue chocado por otro en Belo Horizonte.
El recuerdo del "Topo" López
La triste noticia conmocionó a los enviados especiales que cubren el Mundial Brasil 2014 y al mundo periodístico en particular, pues su nombre era (y será) sinónimo de calidad humana en un ambiente a menudo egoísta.
Con inquietud, generosidad, compañerismo y humor, el "Topo" López desarrollaba diariamente su profesión en el diario Olé, en radio La Red y también en diario Sport de España, al que se había ligado laboralemente durante el período que vivió en ese país.
No le importaba el grado de cercanía con sus colegas, fue un hombre solidario tanto con amigos, compañeros como conocidos de la profesión.
Jamás escondía una información y fomentaba el trabajo en equipo, al margen de las empresas periodísticas para las que trabajara cada cronista.
Se forjó en la calle, a la búsqueda de la información, y se ganó un nombre en el ambiente con la cobertura de la información cotidiana de River Plate para Olé.
El "Topo", apodo de marca registrada en el ambiente deportivo, probó suerte en España en 2001 cuando se instaló en Barcelona como jefe de prensa de Javier Saviola, por entonces transferido al club catalán.
Durante sus años en esa ciudad, estableció los primeros lazos con Lionel Messi, un jovencito que había llegado a "La Masía" como uno de los grandes proyectos futuros. En la actualidad, era uno de los pocos periodistas argentinos con línea directa al astro y su familia.
Astuto para relacionarse, intuitivo y oportunista para la búsqueda de la noticia y hábil para preguntar; así también se mostraba en el desempeño de su pasión.
Desde su arribo a Brasil, donde fue enviado por La Red, compartía hora tras hora con cada enviado en el predio Cidade do Galo, en los centros de prensa, en los estadios y en cualquier lugar que demandara la profesión.
Lo hacía acompañado de su mujer Verónica Brunati (corresponsal del diario deportivo español Marca), quien se instaló en Brasil con los hijos y su madre para trabajar durante el Mundial.
La imagen del rostro pícaro de "Topo" se multiplica en la cabeza de cada uno de los que convivieron con él las últimas horas. Se fue con apenas 38 años, del modo más absurdo, sin consuelo posible.