Bajó la intensidad de protestas en Tailandia

Las protestas en Tailandia entraron súbitamente en una meseta luego de que el gobierno ordenara no reprimir a manifestantes que ocuparon la sede del Ejecutivo y la Policía, aunque el líder opositor insistió en que atizará el conflicto hasta la renuncia de la primera ministra.

03 DIC 2013 - 17:42 | Actualizado

"Los manifestantes decían que querían entrar en los edificios gubernamentales, pero el gobierno no quiere ver ninguna batalla ni confrontación así que hemos ordenado a la Policía retirarse", explicó Teerat Ratanasevi, portavoz del gobierno, quien reiteró que el Ejecutivo busca "evitar la violencia".

Tras la orden, la policía en Bangkok abrió las puertas a los manifestantes en ambas instalaciones estatales, cuyas tomas habían sido anunciadas, con lo que el gobierno dio un brusco giro en su táctica frente al conflicto, en busca de poner fin los choques en la calle entre manifestantes y las fuerzas anti-disturbios.

Ante la inesperada pasividad policial, varios manifestantes intercambiaron rosas y abrazos con la policía y hasta se sacaron fotos con los agentes, según manifestaron testigos citados por la agencia de noticias EFE, en lo que pareció una tregua tras la violencia que desde el sábado se cobró al menos tres muertos y más de 200 heridos sólo en la capital Bangkok.

El líder opositor Suthep Thaugsuban, no obstante, interpretó esta decisión como una primera victoria ante el Ejecutivo encabezado por Yingluck Shinawatra, y prometió que su campaña de presión continuará hasta que la primera ministra presente su dimisión y termine toda influencia de su "régimen" en el país asiático.

"Hoy podemos celebrar nuestra victoria, aunque sólo sea parcial. Nuestra lucha continuará mientras siga Yingluck Shinawatra, su gobierno y la tiranía del régimen de Thaksin continúen intactos", proclamó el líder opositor en un discurso ante sus seguidores en Bangkok, informó la agencia de noticias Europa Pres.

Tras la ocupación temporal de la sede del Ejecutivo y la central de la Policía, los manifestantes se retiraron a sus bases, establecidas en torno al Monumento a la Democracia y en la avenida Ratchadamnoen.

Envalentonado con las tomas de hoy, Suthep -quién se autoproclamó secretario general del Comité Popular para la Reforma Democrática de Tailandia-, aseguró que la disolución del Parlamento y la renuncia de Yingluck no son objetivos suficientes para poner fin a las protestas porque ésta buscan borrar "todo signo del régimen".

El movimiento antigubernamental rechazó una vez más detener sus protestas a cambio de la dimisión de la premier y la disolución del Parlamento para celebrar nuevas elecciones, ya que exigen la creación de un "consejo popular" designado por un comité.

Este consejo -admitió Suthep la semana pasada-, descarta de plano cualquier escrutinio popular para su constitución, y sería integrado por una especie de "dream team" de técnicos expertos, cuyos criterios de selección no fueron aún explicitados por el ex vicepremier.

La resistencia de Suthep al pronunciamiento ciudadano sobre la conformación de sus autoridades radica en que "unas nuevas elecciones ahora solo servirían para más compra de votos. Ellos compran su camino al poder", según dijo.

Tailandia cuenta con 67 millones de habitantes, dos tercios de los cuales habitan las áreas rurales en las que el Pheu Thai, el partido de la primera ministra, tiene la base mayoritaria de su apoyo. La oposición reclama el excesivo gasto público y "populismo", que sostiene este apoyo popular,

Las manifestaciones -casi exclusivamente urbanas- se producen todo en el sur del país, y la composición social de los manifestantes es mayoritariamente gente de clases acomodadas, pro-monárquicos, sectores militares y otras elites.

"Debemos ser pacientes. Un golpe de estado lleva solo tres horas, pero nuestra batalla requiere más tiempo porque nosotros solo tenemos corazón y las manos desnudas", alentó el opositor a sus seguidores, buscando distanciarse de las críticas de "golpista" recibidas desde el gobierno.

Pese a las movilizaciones que se intensificaron hace una semana, la vida transcurre con normalidad en la mayor parte de Bangkok y otras ciudades turísticas de Tailandia.

La cadena CNN, citando al secretario de seguridad nacional del país, informó que las autoridades y la oposición habían acordado suspender por algunos días las manifestaciones en ocasión al cumpleaños del Rey de Tailandia Rama IX, quien este jueves cumple 86 años.

Ayer, Yingluck volvió a ofrecer una salida para superar la crisis política mediante el diálogo, además de calificar de "inaceptables" y contrarias a la Constitución las demandas de Suthep para que ceda el poder a un consejo popular no elegido por el pueblo en unas elecciones.

Tailandia arrastra una grave crisis política desde hace unos 8 años con frecuentes manifestaciones y protestas callejeras que buscan paralizar el Gobierno de turno.

03 DIC 2013 - 17:42

"Los manifestantes decían que querían entrar en los edificios gubernamentales, pero el gobierno no quiere ver ninguna batalla ni confrontación así que hemos ordenado a la Policía retirarse", explicó Teerat Ratanasevi, portavoz del gobierno, quien reiteró que el Ejecutivo busca "evitar la violencia".

Tras la orden, la policía en Bangkok abrió las puertas a los manifestantes en ambas instalaciones estatales, cuyas tomas habían sido anunciadas, con lo que el gobierno dio un brusco giro en su táctica frente al conflicto, en busca de poner fin los choques en la calle entre manifestantes y las fuerzas anti-disturbios.

Ante la inesperada pasividad policial, varios manifestantes intercambiaron rosas y abrazos con la policía y hasta se sacaron fotos con los agentes, según manifestaron testigos citados por la agencia de noticias EFE, en lo que pareció una tregua tras la violencia que desde el sábado se cobró al menos tres muertos y más de 200 heridos sólo en la capital Bangkok.

El líder opositor Suthep Thaugsuban, no obstante, interpretó esta decisión como una primera victoria ante el Ejecutivo encabezado por Yingluck Shinawatra, y prometió que su campaña de presión continuará hasta que la primera ministra presente su dimisión y termine toda influencia de su "régimen" en el país asiático.

"Hoy podemos celebrar nuestra victoria, aunque sólo sea parcial. Nuestra lucha continuará mientras siga Yingluck Shinawatra, su gobierno y la tiranía del régimen de Thaksin continúen intactos", proclamó el líder opositor en un discurso ante sus seguidores en Bangkok, informó la agencia de noticias Europa Pres.

Tras la ocupación temporal de la sede del Ejecutivo y la central de la Policía, los manifestantes se retiraron a sus bases, establecidas en torno al Monumento a la Democracia y en la avenida Ratchadamnoen.

Envalentonado con las tomas de hoy, Suthep -quién se autoproclamó secretario general del Comité Popular para la Reforma Democrática de Tailandia-, aseguró que la disolución del Parlamento y la renuncia de Yingluck no son objetivos suficientes para poner fin a las protestas porque ésta buscan borrar "todo signo del régimen".

El movimiento antigubernamental rechazó una vez más detener sus protestas a cambio de la dimisión de la premier y la disolución del Parlamento para celebrar nuevas elecciones, ya que exigen la creación de un "consejo popular" designado por un comité.

Este consejo -admitió Suthep la semana pasada-, descarta de plano cualquier escrutinio popular para su constitución, y sería integrado por una especie de "dream team" de técnicos expertos, cuyos criterios de selección no fueron aún explicitados por el ex vicepremier.

La resistencia de Suthep al pronunciamiento ciudadano sobre la conformación de sus autoridades radica en que "unas nuevas elecciones ahora solo servirían para más compra de votos. Ellos compran su camino al poder", según dijo.

Tailandia cuenta con 67 millones de habitantes, dos tercios de los cuales habitan las áreas rurales en las que el Pheu Thai, el partido de la primera ministra, tiene la base mayoritaria de su apoyo. La oposición reclama el excesivo gasto público y "populismo", que sostiene este apoyo popular,

Las manifestaciones -casi exclusivamente urbanas- se producen todo en el sur del país, y la composición social de los manifestantes es mayoritariamente gente de clases acomodadas, pro-monárquicos, sectores militares y otras elites.

"Debemos ser pacientes. Un golpe de estado lleva solo tres horas, pero nuestra batalla requiere más tiempo porque nosotros solo tenemos corazón y las manos desnudas", alentó el opositor a sus seguidores, buscando distanciarse de las críticas de "golpista" recibidas desde el gobierno.

Pese a las movilizaciones que se intensificaron hace una semana, la vida transcurre con normalidad en la mayor parte de Bangkok y otras ciudades turísticas de Tailandia.

La cadena CNN, citando al secretario de seguridad nacional del país, informó que las autoridades y la oposición habían acordado suspender por algunos días las manifestaciones en ocasión al cumpleaños del Rey de Tailandia Rama IX, quien este jueves cumple 86 años.

Ayer, Yingluck volvió a ofrecer una salida para superar la crisis política mediante el diálogo, además de calificar de "inaceptables" y contrarias a la Constitución las demandas de Suthep para que ceda el poder a un consejo popular no elegido por el pueblo en unas elecciones.

Tailandia arrastra una grave crisis política desde hace unos 8 años con frecuentes manifestaciones y protestas callejeras que buscan paralizar el Gobierno de turno.