La Feria Gastronómica de la Federación de Comunidades Extranjeras culminó ayer con una nueva edición en instalaciones del Predio Ferial de Comodoro Rivadavia, convertido en una verdadera cocina del mundo.
La propuesta enmarcada en el Día del Inmigrante fue declarada este año de interés Parlamentario, Turístico y Cultural por el Senado de la Nación y por primera vez, se organizó con la oficialización del nombre de Comodoro Rivadavia como Capital de Comunidades Extranjeras.
De aquellos pioneros a los jóvenes se han transmitido celosamente los hábitos y costumbres, entre ellos los platos y comidas típicas que una vez más fueron puestos a consideración del público en los distintos stands. El aporte de bailes típicos ofreció una nota de color, exhibiendo en el escenario del predio otra de las facetas que caracterizan este intercambio de culturas expuestas por la Federación dentro de sus actividades anuales.
Entre los platos que se pudieron degustar se destacaron: chucrut y cerveza alemana, feijoada, caipiriña, masas dulces peruanas, empanadas chilenas y pisco aunque la oferta fue amplia en la mayoría de las colectividades participantes. El stand de la Asociación Italiana se destacó con las pizzas y el tiramisú; Shiskidap con salsas típicas y strudel de manzana fue lo más solicitado en los descendientes búlgaros y los polacos sobresalieron con su tradicional pierna de ternera con salsas regado por el café polaco y el infaltable vodka; los irlando-escoceses ofrecieron su plato denominado Steak and kidneypie, un exquisito pastel de carne y riñones que se acompaña con la denominada cerveza del Druida.
Se sumaron a la lista de los productos más requeridos por el público la cazuela de mariscos de la Asociación Portuguesa; el chipá y la sopa de los paraguayos; el Chuflay boliviano elaborado a base de singani; el Sawarma de los Árabes; los sublakis y el anís polaco; el vodka de los ex soviéticos; las paellas y migas presentadas por el Centro Asturiano y las licores ofrecidos en el stand de los Croatas donde el kruskovac (licor de peras) y la slivovica (grapa de ciruelas) tuvieron la mayor demanda. Los checos-eslovacos se destacaron con el chucrut con salchicha ahumada y el Centro Gallego hizo lo propio con sus infaltables empanadas de calamar y pescado. En suma fue una oportunidad propicia para el paseo familiar.
La Feria Gastronómica de la Federación de Comunidades Extranjeras culminó ayer con una nueva edición en instalaciones del Predio Ferial de Comodoro Rivadavia, convertido en una verdadera cocina del mundo.
La propuesta enmarcada en el Día del Inmigrante fue declarada este año de interés Parlamentario, Turístico y Cultural por el Senado de la Nación y por primera vez, se organizó con la oficialización del nombre de Comodoro Rivadavia como Capital de Comunidades Extranjeras.
De aquellos pioneros a los jóvenes se han transmitido celosamente los hábitos y costumbres, entre ellos los platos y comidas típicas que una vez más fueron puestos a consideración del público en los distintos stands. El aporte de bailes típicos ofreció una nota de color, exhibiendo en el escenario del predio otra de las facetas que caracterizan este intercambio de culturas expuestas por la Federación dentro de sus actividades anuales.
Entre los platos que se pudieron degustar se destacaron: chucrut y cerveza alemana, feijoada, caipiriña, masas dulces peruanas, empanadas chilenas y pisco aunque la oferta fue amplia en la mayoría de las colectividades participantes. El stand de la Asociación Italiana se destacó con las pizzas y el tiramisú; Shiskidap con salsas típicas y strudel de manzana fue lo más solicitado en los descendientes búlgaros y los polacos sobresalieron con su tradicional pierna de ternera con salsas regado por el café polaco y el infaltable vodka; los irlando-escoceses ofrecieron su plato denominado Steak and kidneypie, un exquisito pastel de carne y riñones que se acompaña con la denominada cerveza del Druida.
Se sumaron a la lista de los productos más requeridos por el público la cazuela de mariscos de la Asociación Portuguesa; el chipá y la sopa de los paraguayos; el Chuflay boliviano elaborado a base de singani; el Sawarma de los Árabes; los sublakis y el anís polaco; el vodka de los ex soviéticos; las paellas y migas presentadas por el Centro Asturiano y las licores ofrecidos en el stand de los Croatas donde el kruskovac (licor de peras) y la slivovica (grapa de ciruelas) tuvieron la mayor demanda. Los checos-eslovacos se destacaron con el chucrut con salchicha ahumada y el Centro Gallego hizo lo propio con sus infaltables empanadas de calamar y pescado. En suma fue una oportunidad propicia para el paseo familiar.