Por casualidad o adrede, el barrio Los Aromos de Trelew fue escenario últimamente de graves hechos delictivos. No tenía un perfil de violencia pero lo repetido de los sucesos generó inquietud. Sus calles son empinadas y llevan nombres de árboles. En diálogo con Jornada muchos vecinos contaron su realidad pero por temor a represalias le dicen no a la foto. Dicen que como están las cosas, ya los delitos “se ven venir”. En común acuerdo le pidieron a Lucía que sea la vocera, por su cercanía al trabajo vecinal.
Los Aromos está junto al barrio Constitución o “Mil Viviendas”, un lugar complicado, según la Policía. Hace pocos días mataron a sangre fría a un cobrador que estaba trabajando en ese sector para robarle 46 pesos. El intendente de Trelew, Máximo Pérez Catán, se mostró consternado y anunció más efectivos en las calles y 100 cámaras de seguridad.
Lucía vive en el corazón de Los Aromos. Dijo que el día del crimen, la comisión barrial había estado reunida con el jefe de la Unidad Regional pidiéndole recaudos por otros hechos que habían sucedido. “La presencia de la Policía acá tiene que ser continua”, dijo la mujer, señalando que si bien cuando hay un hecho de sangre todos los uniformados concurren al sector, “hay muchos barrios que se quedan sin protección, incluso viene Policía de Rawson”, apuntó. Según Lucía, “todo el mundo sabe que los sectores A y B son caldo de cultivo de los delincuentes”.
Autocrítica
También hay autocrítica: “Falta un compromiso de todos los vecinos”, dijo la vocera barrial. Su familia avisa a otros vecinos si hay sospechosos rodeando en barrio. “Tenemos que tener en cuenta que hay asesinos que salen con extramuros, gente que mató y sigue haciendo su vida. Se está viendo todos los días que no les hacen seguimientos”, indicó. Sobre lo que la gente debería hacer, Lucía indicó que “tienen que jugarse y reclamar sus derechos, no es votar y quedarse en la casa, son ellos quienes tienen buscar la solución”, reveló.
“De la calle Colombia para arriba, sobreviví como puedas”, fue la frase que usó para graficar la crítica situación. “Acá no pasa porque tenga que vender mi casa porque me siento insegura”, agregó. Pero admitió que una peor situación atraviesan los comerciantes, frecuentes víctimas de robos. “Ellos son los primeros vulnerados pero todos estamos expuestos”, resaltó. Según Lucía, hay menores en las calles con armas y cuchillos. “Cuando los detienen dicen proteger los derechos humanos, ¿pero a mí quién me protege?”, se preguntó.
El patio de la escuela
Según la vocera de Los Aromos, uno de los lugares más complicados del barrio es el patio de la escuela. “Es caldo de cultivo”, aseguró. Jóvenes y adultos se juntan para tomar alcohol, fumar y observar los movimientos de las viviendas que muchas veces, terminan asaltadas. “Con respecto a los menores vemos que hay impunidad. Delinquen, entran y salen dos o tres veces en el día. La misma injusticia va potenciando a los menores que terminan en delincuentes mayores”.
Ya no es noticia
“Que maten gente está dejando de ser noticia en el barrio”, dijo con tristeza Lucía. Cuando cambian los jefes de la Unidad o de las comisarías, cambian las estructuras de trabajo y nunca se conoce realmente la realidad del barrio ni la identidad de los vecinos. “Cuando pasó el último hecho estaba lleno de policías. Se hicieron reconocimientos a todos pero a nosotros no; deberían hacerlo a gente del barrio Constitución, a los sectores A y B, por ejemplo. Esto un cuento de nunca acabar”, destacó.
En cuanto al trabajo de la Asociación Vecinal, donde trabaja muy de cerca, advirtió que “la de barrio Los Aromos es la más olvidada, ni siquiera tenemos un espacio para reunirnos, nos reunimos en mi casa” reveló.
Y reiteró la necesidad de un patrullero que haga rondas permanentes. “En una oportunidad había un cuatriciclo pero por orden de no sé quién lo sacaron. Queremos vivir más seguros, sólo eso”, concluyó.#
Por casualidad o adrede, el barrio Los Aromos de Trelew fue escenario últimamente de graves hechos delictivos. No tenía un perfil de violencia pero lo repetido de los sucesos generó inquietud. Sus calles son empinadas y llevan nombres de árboles. En diálogo con Jornada muchos vecinos contaron su realidad pero por temor a represalias le dicen no a la foto. Dicen que como están las cosas, ya los delitos “se ven venir”. En común acuerdo le pidieron a Lucía que sea la vocera, por su cercanía al trabajo vecinal.
Los Aromos está junto al barrio Constitución o “Mil Viviendas”, un lugar complicado, según la Policía. Hace pocos días mataron a sangre fría a un cobrador que estaba trabajando en ese sector para robarle 46 pesos. El intendente de Trelew, Máximo Pérez Catán, se mostró consternado y anunció más efectivos en las calles y 100 cámaras de seguridad.
Lucía vive en el corazón de Los Aromos. Dijo que el día del crimen, la comisión barrial había estado reunida con el jefe de la Unidad Regional pidiéndole recaudos por otros hechos que habían sucedido. “La presencia de la Policía acá tiene que ser continua”, dijo la mujer, señalando que si bien cuando hay un hecho de sangre todos los uniformados concurren al sector, “hay muchos barrios que se quedan sin protección, incluso viene Policía de Rawson”, apuntó. Según Lucía, “todo el mundo sabe que los sectores A y B son caldo de cultivo de los delincuentes”.
Autocrítica
También hay autocrítica: “Falta un compromiso de todos los vecinos”, dijo la vocera barrial. Su familia avisa a otros vecinos si hay sospechosos rodeando en barrio. “Tenemos que tener en cuenta que hay asesinos que salen con extramuros, gente que mató y sigue haciendo su vida. Se está viendo todos los días que no les hacen seguimientos”, indicó. Sobre lo que la gente debería hacer, Lucía indicó que “tienen que jugarse y reclamar sus derechos, no es votar y quedarse en la casa, son ellos quienes tienen buscar la solución”, reveló.
“De la calle Colombia para arriba, sobreviví como puedas”, fue la frase que usó para graficar la crítica situación. “Acá no pasa porque tenga que vender mi casa porque me siento insegura”, agregó. Pero admitió que una peor situación atraviesan los comerciantes, frecuentes víctimas de robos. “Ellos son los primeros vulnerados pero todos estamos expuestos”, resaltó. Según Lucía, hay menores en las calles con armas y cuchillos. “Cuando los detienen dicen proteger los derechos humanos, ¿pero a mí quién me protege?”, se preguntó.
El patio de la escuela
Según la vocera de Los Aromos, uno de los lugares más complicados del barrio es el patio de la escuela. “Es caldo de cultivo”, aseguró. Jóvenes y adultos se juntan para tomar alcohol, fumar y observar los movimientos de las viviendas que muchas veces, terminan asaltadas. “Con respecto a los menores vemos que hay impunidad. Delinquen, entran y salen dos o tres veces en el día. La misma injusticia va potenciando a los menores que terminan en delincuentes mayores”.
Ya no es noticia
“Que maten gente está dejando de ser noticia en el barrio”, dijo con tristeza Lucía. Cuando cambian los jefes de la Unidad o de las comisarías, cambian las estructuras de trabajo y nunca se conoce realmente la realidad del barrio ni la identidad de los vecinos. “Cuando pasó el último hecho estaba lleno de policías. Se hicieron reconocimientos a todos pero a nosotros no; deberían hacerlo a gente del barrio Constitución, a los sectores A y B, por ejemplo. Esto un cuento de nunca acabar”, destacó.
En cuanto al trabajo de la Asociación Vecinal, donde trabaja muy de cerca, advirtió que “la de barrio Los Aromos es la más olvidada, ni siquiera tenemos un espacio para reunirnos, nos reunimos en mi casa” reveló.
Y reiteró la necesidad de un patrullero que haga rondas permanentes. “En una oportunidad había un cuatriciclo pero por orden de no sé quién lo sacaron. Queremos vivir más seguros, sólo eso”, concluyó.#