Alejandro Defranco, el juez de la polémica que será camarista y que dice todo lo que piensa

La Legislatura aprobó su pliego pero hubo diputados que no levantaron la mano. El Consejo de la Magistratura lo examinó con muchas discusiones. Sobre él aún pesa una denuncia del Colegio de Abogados. Dicen que su carácter genera enfrentamientos pero a la vez destacan su nivel técnico.

29 OCT 2012 - 1:50 | Actualizado

El juez penal de Trelew, Alejandro Defranco, será camarista luego de que la Legislatura aprobara su pliego por mayoría. No fue unánime: hay 5 diputados que no le perdonan haber dicho que no mandaría a nadie a la cárcel por una protesta social, cuando en marzo un grupo piquetero destrozó el edificio municipal de Trelew y De Franco los liberó. 
Y aunque el Consejo de la Magistratura aprobó su ascenso por unanimidad, su perfil políticamente incorrecto generó discusiones. En su examen, a Defranco lo evaluó el jurista Facundo Gómez Urso, junto con los consejeros Gladys Del Balzo y  Dante Corchuelo Blasco. 
Defranco siempre aprobó sus exámenes ante el Consejo: en 2003 para defensor y en 2005 para juez.  En 2009 por unanimidad se declaró satisfactoria su labor. Y en 2008 intentó ser camarista y fue primero en el orden de mérito, aunque se eligió a un candidato con más antigüedad. 
El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Fernando Royer, recordó que Gómez Urso, el jurista que examinó a Defranco “tiene un alto nivel y hace preguntas de profunda doctrina, y esas cuestiones de hilar tan fino no son tema común del trabajo diario de los jueces”. 
La consejera Claudia Bard destacó el coraje de Defranco, ya que “no debe ser fácil rendir un examen teniendo una denuncia en su contra sin resolver”. Por su parte, Cristina Jones deslizó que “dio un excelente examen y  respondió sobre conceptos muy abstractos. Fuimos testigos de un debate de alto nivel”.  Es más: “Se advierte una personalidad fuerte, apasionada, va al frente, tiene logros profesionales o académicos, es profesor universitario de varias materias y este cargo sería la culminación de su carrera”. 
En cuanto a las denuncias del Colegio de Abogados, “explicó las razones de su conducta, que en lo personal no me complacen, pero el Superior archivó las actuaciones. Una denuncia desestimada no es demérito”. 
Por su parte, Eduardo Palacios advirtió que el candidato “tiene características personales que evidentemente a veces ocasionan enfrentamientos, a la luz de las diversas denuncias que ocasionalmente recibe”. Pero en su trayectoria como juez nunca se discutió la justicia de sus resoluciones.
“La experiencia en el fuero penal de Trelew parece indicar que hay jueces muy estudiosos y otros muy trabajadores, pero en raras ocasiones ambas caracerísticas coinciden en una persona. Defranco es un juez a la vez muy estudioso y muy trabajador”. 
El consejero Roberto Lewis opinó que el concursante “tiene el perfil que se busca” pero “le recuerda que la protesta social es legítima si no oculta otros intereses individuales. Lo que hicieron los manifestantes en el municipio de Trelew fue vandalismo, que no puede confundirse una protesta social con intereses individuales”. 
Ricardo Gerosa Lewis marcó una inquietud: “La actitud asumida en la audiencia, que no es propia de un juez”. Lo avaló Claudia Alonso: “Defranco hizo aclaraciones a algunos consejeros acerca del reclamo salarial de los jueces. Lo hizo públicamente como juez y como hombre de derecho. Los jueces deben acercarse más a la sociedad”. 
Al retomar la palabra, el presidente del Consejo, Corchuelo Blasco, analizó la denuncia contra Defranco. “Me dio la impresión de una persona comprometida con lo que hace. Al ser preguntado sobre diversos hechos, dijo lo que realmente pensaba, no lo que pensaba que queríamos escuchar”.
Por sus polémicos dichos, sobre Defranco pesa una denuncia del Colegio de Abogados de Trelew. El Consejo aún no definió si la admitirá. El cuerpo está dividido: quienes creen que a ningún juez se lo puede sancionar por sus dichos, y quienes en cambio lo perciben como un antecedente peligroso en caso de otra protesta piquetera. Hay dos dictámenes de mayoría y de minoría.
Para el consejero Daniel Gómez Lozano, por ejemplo, “a nadie le gustó la actitud del juez, aunque no resulte causal de destitución debería haberse investigado".  Por lo contrario, “parece haberse instalado cierta pereza investigativa”. #

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29 OCT 2012 - 1:50

El juez penal de Trelew, Alejandro Defranco, será camarista luego de que la Legislatura aprobara su pliego por mayoría. No fue unánime: hay 5 diputados que no le perdonan haber dicho que no mandaría a nadie a la cárcel por una protesta social, cuando en marzo un grupo piquetero destrozó el edificio municipal de Trelew y De Franco los liberó. 
Y aunque el Consejo de la Magistratura aprobó su ascenso por unanimidad, su perfil políticamente incorrecto generó discusiones. En su examen, a Defranco lo evaluó el jurista Facundo Gómez Urso, junto con los consejeros Gladys Del Balzo y  Dante Corchuelo Blasco. 
Defranco siempre aprobó sus exámenes ante el Consejo: en 2003 para defensor y en 2005 para juez.  En 2009 por unanimidad se declaró satisfactoria su labor. Y en 2008 intentó ser camarista y fue primero en el orden de mérito, aunque se eligió a un candidato con más antigüedad. 
El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Fernando Royer, recordó que Gómez Urso, el jurista que examinó a Defranco “tiene un alto nivel y hace preguntas de profunda doctrina, y esas cuestiones de hilar tan fino no son tema común del trabajo diario de los jueces”. 
La consejera Claudia Bard destacó el coraje de Defranco, ya que “no debe ser fácil rendir un examen teniendo una denuncia en su contra sin resolver”. Por su parte, Cristina Jones deslizó que “dio un excelente examen y  respondió sobre conceptos muy abstractos. Fuimos testigos de un debate de alto nivel”.  Es más: “Se advierte una personalidad fuerte, apasionada, va al frente, tiene logros profesionales o académicos, es profesor universitario de varias materias y este cargo sería la culminación de su carrera”. 
En cuanto a las denuncias del Colegio de Abogados, “explicó las razones de su conducta, que en lo personal no me complacen, pero el Superior archivó las actuaciones. Una denuncia desestimada no es demérito”. 
Por su parte, Eduardo Palacios advirtió que el candidato “tiene características personales que evidentemente a veces ocasionan enfrentamientos, a la luz de las diversas denuncias que ocasionalmente recibe”. Pero en su trayectoria como juez nunca se discutió la justicia de sus resoluciones.
“La experiencia en el fuero penal de Trelew parece indicar que hay jueces muy estudiosos y otros muy trabajadores, pero en raras ocasiones ambas caracerísticas coinciden en una persona. Defranco es un juez a la vez muy estudioso y muy trabajador”. 
El consejero Roberto Lewis opinó que el concursante “tiene el perfil que se busca” pero “le recuerda que la protesta social es legítima si no oculta otros intereses individuales. Lo que hicieron los manifestantes en el municipio de Trelew fue vandalismo, que no puede confundirse una protesta social con intereses individuales”. 
Ricardo Gerosa Lewis marcó una inquietud: “La actitud asumida en la audiencia, que no es propia de un juez”. Lo avaló Claudia Alonso: “Defranco hizo aclaraciones a algunos consejeros acerca del reclamo salarial de los jueces. Lo hizo públicamente como juez y como hombre de derecho. Los jueces deben acercarse más a la sociedad”. 
Al retomar la palabra, el presidente del Consejo, Corchuelo Blasco, analizó la denuncia contra Defranco. “Me dio la impresión de una persona comprometida con lo que hace. Al ser preguntado sobre diversos hechos, dijo lo que realmente pensaba, no lo que pensaba que queríamos escuchar”.
Por sus polémicos dichos, sobre Defranco pesa una denuncia del Colegio de Abogados de Trelew. El Consejo aún no definió si la admitirá. El cuerpo está dividido: quienes creen que a ningún juez se lo puede sancionar por sus dichos, y quienes en cambio lo perciben como un antecedente peligroso en caso de otra protesta piquetera. Hay dos dictámenes de mayoría y de minoría.
Para el consejero Daniel Gómez Lozano, por ejemplo, “a nadie le gustó la actitud del juez, aunque no resulte causal de destitución debería haberse investigado".  Por lo contrario, “parece haberse instalado cierta pereza investigativa”. #