Deportivo Madryn cumplío 101 años y uno de sus simbolos, tomó la palabra. Emocionado por el crecimiento del club, Pedro Arancibia destacó el sentido de pertenencia, la llegada masiva de chicos al club y el orgullo de ver a su familia formar parte del Aurinegro.
“Llevo 27 años en el club y pasé por todos los lugares posibles”, contó Carolo en diálogo con Jornada. Su historia se mezcla con la del Deportivo Madryn, donde hoy forma a los más chicos.“Disfruto trabajar con las infantiles, quiero inculcarles lo mejor a los chicos que pasan por la institución”, señaló.
También recordó con emoción sus primeros pasos en el club. “Llegamos con Rodrigo Bona en el 98. No teníamos pelotas para entrenar”, narró. “Era todo a pulmón, jugábamos de local en Alianza, uno se acuerda de los primeros hinchas que no dejaron de estar atrás del alambrado”agregó.
Un presente distinto
“Hoy el club creció muchísimo, se brinda a la comunidad”, expresó Arancibia con orgullo. Actualmente, Madryn cuenta con más de 10 disciplinas, con chicos y chicas que llegan no solo de la ciudad, si no también de otras localidades del valle.
"Hoy hay muchas actividades, mucha gente que pasa por el club, ir los viernes cuando vienen los chicos de las ligas barriales a jugar y ver el club lleno es algo muy lindo, que te emociona porque ha crecido mucho",relató. Para él, eso refleja el crecimiento y el rol social que cumple la institución en la ciudad.
Recuerdos imborrables
El ex delantero, también habló de su recorrido como técnico en la distintas categorías. “Me tocó dirigir primera, salir campeón en 2014, viajar con chicos a Italia, hacer infantiles, formativas”, resumió. “Donde el club me necesite, voy a estar”, aseguró.
“Soy feliz en Madryn. Vi crecer a mi familia y a mis hijos en el club”, expresó. Contó con emoción que su nieta juega al básquet y uno de sus hijos está en la primera local. “El club me dio mucho y soy agradecido”, remarcó. Para Carolo, devolver lo recibido es una forma de seguir siendo parte. “Trato de dar lo mejor donde me toque estar”, afirmó.
Por último, el simbolo de Madryn se refirió asus recuerdos más valiosos, donde mencionó el gol a Brown en el año2003. “Fue el momento más lindo como jugador”, dijo. También rememoró un gol de rabona ante Centenario,campeonatos con los chicos en Italia y su más reciente emoción, ver a su nieta con la camiseta aurinegra.
Deportivo Madryn cumplío 101 años y uno de sus simbolos, tomó la palabra. Emocionado por el crecimiento del club, Pedro Arancibia destacó el sentido de pertenencia, la llegada masiva de chicos al club y el orgullo de ver a su familia formar parte del Aurinegro.
“Llevo 27 años en el club y pasé por todos los lugares posibles”, contó Carolo en diálogo con Jornada. Su historia se mezcla con la del Deportivo Madryn, donde hoy forma a los más chicos.“Disfruto trabajar con las infantiles, quiero inculcarles lo mejor a los chicos que pasan por la institución”, señaló.
También recordó con emoción sus primeros pasos en el club. “Llegamos con Rodrigo Bona en el 98. No teníamos pelotas para entrenar”, narró. “Era todo a pulmón, jugábamos de local en Alianza, uno se acuerda de los primeros hinchas que no dejaron de estar atrás del alambrado”agregó.
Un presente distinto
“Hoy el club creció muchísimo, se brinda a la comunidad”, expresó Arancibia con orgullo. Actualmente, Madryn cuenta con más de 10 disciplinas, con chicos y chicas que llegan no solo de la ciudad, si no también de otras localidades del valle.
"Hoy hay muchas actividades, mucha gente que pasa por el club, ir los viernes cuando vienen los chicos de las ligas barriales a jugar y ver el club lleno es algo muy lindo, que te emociona porque ha crecido mucho",relató. Para él, eso refleja el crecimiento y el rol social que cumple la institución en la ciudad.
Recuerdos imborrables
El ex delantero, también habló de su recorrido como técnico en la distintas categorías. “Me tocó dirigir primera, salir campeón en 2014, viajar con chicos a Italia, hacer infantiles, formativas”, resumió. “Donde el club me necesite, voy a estar”, aseguró.
“Soy feliz en Madryn. Vi crecer a mi familia y a mis hijos en el club”, expresó. Contó con emoción que su nieta juega al básquet y uno de sus hijos está en la primera local. “El club me dio mucho y soy agradecido”, remarcó. Para Carolo, devolver lo recibido es una forma de seguir siendo parte. “Trato de dar lo mejor donde me toque estar”, afirmó.
Por último, el simbolo de Madryn se refirió asus recuerdos más valiosos, donde mencionó el gol a Brown en el año2003. “Fue el momento más lindo como jugador”, dijo. También rememoró un gol de rabona ante Centenario,campeonatos con los chicos en Italia y su más reciente emoción, ver a su nieta con la camiseta aurinegra.