El PRODE: un millonario, una fuga y un equipo que sacó los 13 puntos

La boleta de pronósticos deportivos al fútbol nacional produjo un gran impacto mientras duró. Durante 46 años ininterrumpidos fue parte del quehacer cultural nacional en una religión sin ateos como es el fútbol en nuestro país.

Local, empate o visitante eran las opciones.
29 MAR 2025 - 16:52 | Actualizado 29 MAR 2025 - 17:07

El viernes 5 de noviembre de 1971 fue su día fundacional. El Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Bienestar Social, dio a conocer la ley 19.336, por la cual entraba en vigencia la explotación de pronósticos deportivos, que sería conocida desde allí y para todos los tiempos con las cinco letras que la identificaron: PRODE.

Quien le puso la firma fue el presidente de facto, Alejandro Agustín Lanusse, pero el factótum principal había sido el titular de ese ministerio, el activo Francisco Manrique, un conocido marino antiperonista, partícipe activo en la conspiración para derrocar a Juan Domingo Perón en 1955, candidato a presidente y diputado nacional sin éxito hasta su alianza con la UCR en donde no sólo un escaño, sino que fue secretario de Turismo de Raúl Alfonsín .

Se estableció que la primera jugada no sería inmediata, sino que arrancaría con la fecha inicial del campeonato Metropolitano de 1972, fijado para el último fin de semana de febrero. La boleta estaría conformada por 13 partidos, los 9 correspondientes a la máxima división y los 4 restantes, de la primera B.

Así como una suma del dinero recaudado iba destinada a la AFA y a infraestructura de los clubes, además del obvio premio del ganador, un porcentaje iba al Estado, específicamente a obras del Ministerio.

La expectativa fue creciendo durante el verano, con iguales dosis de ansiedad y el lógico misterio ante algo nuevo, pero enclavado en una de las grandes pasiones nacionales, como el fútbol. A tono con ello, en los diarios y las revistas, aparecieron grandes avisos del Ministerio y la Lotería Nacional, con las instrucciones para el apostador divididas en 3 entregas diferentes, donde se especificaba en qué consistía, donde se podía jugarlo, cuál era su costo y la imagen de una boleta como muestra. El último párrafo decía: “Recorte y guarde este aviso. Consúltelo con los avisos 2 y 3. Pida mayores datos en las agencias autorizadas. ¡Buena suerte y felices pronósticos!”

El cierre fue en la medianoche del jueves 24 de febrero en medio de una enorme curiosidad. La apuesta mínima era de $300 y cada boleta se hacía por triplicado, quedando una en poder del apostador, otra en la agencia y la restante, en la Lotería Nacional. Si nadie acertaba los 13 partidos, ganaba el que tenía 12 aciertos y así en forma decreciente hasta 9. Si ningún jugador tenía esa cifra, se declaraba desierto y pasaba el pozo a la semana siguiente.

El inicio

La historia comenzó el viernes 25 de febrero de 1972, cuando en su cancha Estudiantes venció a Atlanta por 2-0, con goles de Juan Ramón Verón (padre del actual titular del “Pincha”) y Luis Carregado poniendo la cruz local en el casillero número 2 de aquella boleta fundacional.

Fue por el certamen Metropolitano que iba a dejar como campeón al San Lorenzo del “Toto” Lorenzo”.

El sábado fue el turno de levantar el telón de la Primera B y cuatro de sus cotejos estaban en los puestos 10 al 13 de la apuesta: Deportivo Español vs Excursionistas, Los Andes vs Estudiantes de Caseros, Deportivo Morón vs Comunicaciones y Tigre vs Platense. De la primera jugada de la historia del PRODE participaron 152.202 tarjetas, lo que dejó una recaudación de más de 47 millones de pesos, que se repartió entre los 32 ganadores.

Para la semana siguiente, el pozo se duplicó y así fue creciendo fecha tras fecha. El PRODE era la nueva sensación en la sociedad, que seguía sus avatares a través de la televisión, la radio y los medios escritos. Incluso la revista El Gráfico, además de su habitual cobertura de los hechos deportivos, le empezó a dedicar entre 2 y 3 páginas en cada edición. En la jugada número 5 se superó por primera vez el millón de boletas, cantidad que se duplicó apenas 14 días más tarde.

Negrete: cobro y me voy

Y en plena fiebre se llegó al domingo 16 de abril, que quedó para siempre en la historia de este juego y de los hechos recordados por la sociedad argentina, que han ido pasando de generación en generación, porque fue la primera ocasión en que un solo apostador fue el ganador: un paraguayo de 26 años llamado Ramón Mercedes Negrete y con él todo un culebrón que produjo el cobro del premio, el abandono a su pareja, Fabiana López, la vuelta a su país y el despilfarro de su dinero.

Negrete -que vivía en Villa Domínico y que se creía inicialmente que era mujer por su segundo nombre- había ganado más de 391.437.948 millones de pesos moneda nacional con una apuesta realizada en una agencia de la calle Rivadavia 701 de Valentín Alsina.

Hincha de River, pero de no concurrir a la cancha, el joven que había oficiado de albañil y de obrero textil nunca más pisó el barrio, como renegó de su pareja. Ayudado por el cónsul de Paraguay, invirtió el dinero en un banco hasta el momento de poder partir hacia su país natal.

Pero no le fue fácil la vida en los meses siguientes, ya que la gente lo reconocía por la calle y lo agredía por haber abandonado a Fabiana. Ella tuvo su momento mediático, ya que pasó por varios programas de televisión e incluso se sentó a almorzar con Mirtha Legrand. Dos meses después volvieron a verse las caras, pero no en la casilla que compartían, sino en los tribunales, donde llegaron a un acuerdo, por el cual Negrete le dio 17 millones. Con ello, la joven lo invirtió en una casa en la zona de Rafael Calzada, donde se instaló junto a su nuevo esposo, Armando. Ramón regresó a Paraguay y se instaló en Pilar, donde formó su familia y fue padre de cinco hijos.

Ese domingo también fue especial. Es que el court central del Buenos Aires Lawn Tennis, un joven de 19 años, todavía con el pelo corto y sin vincha, comenzaba a cambiar para siempre ese deporte en este país. Guillermo Vilas se consagró campeón del tradicional Abierto Río de la Plata, tanto en singles como en dobles, en dupla con Ricardo Cano. En tanto que en el Ópera, Joan Manuel Serrat cerraba su paso por Argentina con Mediterráneo.

La combinación del azar con la pasión del fútbol dio como resultado una combustión extraordinaria en los primeros tiempos, donde todo parecía estar teñido por el Prode. Se armaron programas como “La cola del Prode”, con las vivencias de quienes hacían fila en la espera de la tarjeta salvadora o películas como la “Yo gané el prode… ¿y usted?”.

Con el del tiempo, todo fue más mesurado, pero siempre con picos altos en cada pozo vacante. En momentos que el torneo local paraba por alguna circunstancia, el Prode no se detenía, ya que las jugadas eran con el torneo de ascenso o bien con encuentros de las ligas de Italia y España. También los Mundiales tuvieron su momento en las mágicas boletas.

Los 13 de Racing de Córdoba

Pero otro punto alto de la historia es lo que ocurrió el 6 de mayo de 1984 en la cancha de Instituto de Córdoba, donde Racing de esa provincia recibió a Ferro, en el clásico partido televisado en directo por ATC, que cerraba la jornada el domingo por la noche. En la jugada anterior no se habían registrado ganadores, por lo que el plantel de la Academia decidió juntar plata y jugar una boleta. Cuando los futbolistas se levantaron de la siesta se enteraron que tenían 12 puntos. El entrenador era Pedro Marchetta y su charla técnica fue tajante “Muchachos: ¿Que charla técnica? Vamos para la cancha y ganemos”. Y ganaron, 2 a 1. Pero no solos, ya que hubo casi 100 tarjetas con los 13 aciertos, muy diferente a lo de Negrete.

Lentamente fue languideciendo y ya en la década del ‘90 eran pocos los que se acercaban a las agencias para jugarlo hasta su primer final en mayo de 1998. Tres años después, a fines de abril de 2001, hubo una pequeña resurrección, pero ya no era lo mismo.

Y en febrero de 2018 llegó el final. Con su sorteo número 1.814 el PRODE dijo adiós, dejando atrás muchas ilusiones, algunos felices ganadores y diversas historias para revivir o descubrir.

Es que el 2 de febrero de 2018 se publicó el decreto firmado por Mauricio Macri en el que se oficializó la disolución de la Lotería Nacional y la eliminación de los pronósticos deportivos.

Atrás quedó la ley 25.295/2000, promovida por el diputado del Partido Justicialista -hoy vehemente libertario- Daniel Scioli, para la vuelta del juego de pronósticos, pero con el agregado de la extensión a otros deportes contando como ente regulador la Secretaría de Deporte y Recreación del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente

También, algunas provincias, implementaron la modalidad PRODE en línea, pero tuvo poca repercusión a nivel nacional. En 2025, la AFA de Luis Segura y junto al secretario de Deportes de la Nación, Carlos “Camau” Espínola, pretendió parirlo con el torneo de 30 equipos.

El concurso consistía en una apuesta de 14 de los 15 encuentros de cada jornada, de la que quedará afuera uno de los partidos programados del viernes por razones operativas y cobrarían premios quienes acertaban 14, 13, 12, 11 y hasta 10 pronósticos, lo que totalizará un monto total de un millón de pesos. Además, iba a existir una novedosa jugada de los primeros ocho vaticinios, denominada Miniprode y en las apuestas, podrán incluirse uno o dos dobles, lo que puede aumentar el valor de lo jugado de 16 a 32 pesos, respectivamente.

Al parecer, esa nueva versión renovada tampoco fue del beneplácito de Mauricio Macri y el 2 de febrero de 2018 se publicó el decreto presidencial con su firma en el que se oficializó la disolución de la Lotería Nacional y la eliminación de los pronósticos deportivos. Y parte de un pedazo grande de la historia sociocultural argentina durante 47 años.

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29 MAR 2025 - 16:52

El viernes 5 de noviembre de 1971 fue su día fundacional. El Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Bienestar Social, dio a conocer la ley 19.336, por la cual entraba en vigencia la explotación de pronósticos deportivos, que sería conocida desde allí y para todos los tiempos con las cinco letras que la identificaron: PRODE.

Quien le puso la firma fue el presidente de facto, Alejandro Agustín Lanusse, pero el factótum principal había sido el titular de ese ministerio, el activo Francisco Manrique, un conocido marino antiperonista, partícipe activo en la conspiración para derrocar a Juan Domingo Perón en 1955, candidato a presidente y diputado nacional sin éxito hasta su alianza con la UCR en donde no sólo un escaño, sino que fue secretario de Turismo de Raúl Alfonsín .

Se estableció que la primera jugada no sería inmediata, sino que arrancaría con la fecha inicial del campeonato Metropolitano de 1972, fijado para el último fin de semana de febrero. La boleta estaría conformada por 13 partidos, los 9 correspondientes a la máxima división y los 4 restantes, de la primera B.

Así como una suma del dinero recaudado iba destinada a la AFA y a infraestructura de los clubes, además del obvio premio del ganador, un porcentaje iba al Estado, específicamente a obras del Ministerio.

La expectativa fue creciendo durante el verano, con iguales dosis de ansiedad y el lógico misterio ante algo nuevo, pero enclavado en una de las grandes pasiones nacionales, como el fútbol. A tono con ello, en los diarios y las revistas, aparecieron grandes avisos del Ministerio y la Lotería Nacional, con las instrucciones para el apostador divididas en 3 entregas diferentes, donde se especificaba en qué consistía, donde se podía jugarlo, cuál era su costo y la imagen de una boleta como muestra. El último párrafo decía: “Recorte y guarde este aviso. Consúltelo con los avisos 2 y 3. Pida mayores datos en las agencias autorizadas. ¡Buena suerte y felices pronósticos!”

El cierre fue en la medianoche del jueves 24 de febrero en medio de una enorme curiosidad. La apuesta mínima era de $300 y cada boleta se hacía por triplicado, quedando una en poder del apostador, otra en la agencia y la restante, en la Lotería Nacional. Si nadie acertaba los 13 partidos, ganaba el que tenía 12 aciertos y así en forma decreciente hasta 9. Si ningún jugador tenía esa cifra, se declaraba desierto y pasaba el pozo a la semana siguiente.

El inicio

La historia comenzó el viernes 25 de febrero de 1972, cuando en su cancha Estudiantes venció a Atlanta por 2-0, con goles de Juan Ramón Verón (padre del actual titular del “Pincha”) y Luis Carregado poniendo la cruz local en el casillero número 2 de aquella boleta fundacional.

Fue por el certamen Metropolitano que iba a dejar como campeón al San Lorenzo del “Toto” Lorenzo”.

El sábado fue el turno de levantar el telón de la Primera B y cuatro de sus cotejos estaban en los puestos 10 al 13 de la apuesta: Deportivo Español vs Excursionistas, Los Andes vs Estudiantes de Caseros, Deportivo Morón vs Comunicaciones y Tigre vs Platense. De la primera jugada de la historia del PRODE participaron 152.202 tarjetas, lo que dejó una recaudación de más de 47 millones de pesos, que se repartió entre los 32 ganadores.

Para la semana siguiente, el pozo se duplicó y así fue creciendo fecha tras fecha. El PRODE era la nueva sensación en la sociedad, que seguía sus avatares a través de la televisión, la radio y los medios escritos. Incluso la revista El Gráfico, además de su habitual cobertura de los hechos deportivos, le empezó a dedicar entre 2 y 3 páginas en cada edición. En la jugada número 5 se superó por primera vez el millón de boletas, cantidad que se duplicó apenas 14 días más tarde.

Negrete: cobro y me voy

Y en plena fiebre se llegó al domingo 16 de abril, que quedó para siempre en la historia de este juego y de los hechos recordados por la sociedad argentina, que han ido pasando de generación en generación, porque fue la primera ocasión en que un solo apostador fue el ganador: un paraguayo de 26 años llamado Ramón Mercedes Negrete y con él todo un culebrón que produjo el cobro del premio, el abandono a su pareja, Fabiana López, la vuelta a su país y el despilfarro de su dinero.

Negrete -que vivía en Villa Domínico y que se creía inicialmente que era mujer por su segundo nombre- había ganado más de 391.437.948 millones de pesos moneda nacional con una apuesta realizada en una agencia de la calle Rivadavia 701 de Valentín Alsina.

Hincha de River, pero de no concurrir a la cancha, el joven que había oficiado de albañil y de obrero textil nunca más pisó el barrio, como renegó de su pareja. Ayudado por el cónsul de Paraguay, invirtió el dinero en un banco hasta el momento de poder partir hacia su país natal.

Pero no le fue fácil la vida en los meses siguientes, ya que la gente lo reconocía por la calle y lo agredía por haber abandonado a Fabiana. Ella tuvo su momento mediático, ya que pasó por varios programas de televisión e incluso se sentó a almorzar con Mirtha Legrand. Dos meses después volvieron a verse las caras, pero no en la casilla que compartían, sino en los tribunales, donde llegaron a un acuerdo, por el cual Negrete le dio 17 millones. Con ello, la joven lo invirtió en una casa en la zona de Rafael Calzada, donde se instaló junto a su nuevo esposo, Armando. Ramón regresó a Paraguay y se instaló en Pilar, donde formó su familia y fue padre de cinco hijos.

Ese domingo también fue especial. Es que el court central del Buenos Aires Lawn Tennis, un joven de 19 años, todavía con el pelo corto y sin vincha, comenzaba a cambiar para siempre ese deporte en este país. Guillermo Vilas se consagró campeón del tradicional Abierto Río de la Plata, tanto en singles como en dobles, en dupla con Ricardo Cano. En tanto que en el Ópera, Joan Manuel Serrat cerraba su paso por Argentina con Mediterráneo.

La combinación del azar con la pasión del fútbol dio como resultado una combustión extraordinaria en los primeros tiempos, donde todo parecía estar teñido por el Prode. Se armaron programas como “La cola del Prode”, con las vivencias de quienes hacían fila en la espera de la tarjeta salvadora o películas como la “Yo gané el prode… ¿y usted?”.

Con el del tiempo, todo fue más mesurado, pero siempre con picos altos en cada pozo vacante. En momentos que el torneo local paraba por alguna circunstancia, el Prode no se detenía, ya que las jugadas eran con el torneo de ascenso o bien con encuentros de las ligas de Italia y España. También los Mundiales tuvieron su momento en las mágicas boletas.

Los 13 de Racing de Córdoba

Pero otro punto alto de la historia es lo que ocurrió el 6 de mayo de 1984 en la cancha de Instituto de Córdoba, donde Racing de esa provincia recibió a Ferro, en el clásico partido televisado en directo por ATC, que cerraba la jornada el domingo por la noche. En la jugada anterior no se habían registrado ganadores, por lo que el plantel de la Academia decidió juntar plata y jugar una boleta. Cuando los futbolistas se levantaron de la siesta se enteraron que tenían 12 puntos. El entrenador era Pedro Marchetta y su charla técnica fue tajante “Muchachos: ¿Que charla técnica? Vamos para la cancha y ganemos”. Y ganaron, 2 a 1. Pero no solos, ya que hubo casi 100 tarjetas con los 13 aciertos, muy diferente a lo de Negrete.

Lentamente fue languideciendo y ya en la década del ‘90 eran pocos los que se acercaban a las agencias para jugarlo hasta su primer final en mayo de 1998. Tres años después, a fines de abril de 2001, hubo una pequeña resurrección, pero ya no era lo mismo.

Y en febrero de 2018 llegó el final. Con su sorteo número 1.814 el PRODE dijo adiós, dejando atrás muchas ilusiones, algunos felices ganadores y diversas historias para revivir o descubrir.

Es que el 2 de febrero de 2018 se publicó el decreto firmado por Mauricio Macri en el que se oficializó la disolución de la Lotería Nacional y la eliminación de los pronósticos deportivos.

Atrás quedó la ley 25.295/2000, promovida por el diputado del Partido Justicialista -hoy vehemente libertario- Daniel Scioli, para la vuelta del juego de pronósticos, pero con el agregado de la extensión a otros deportes contando como ente regulador la Secretaría de Deporte y Recreación del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente

También, algunas provincias, implementaron la modalidad PRODE en línea, pero tuvo poca repercusión a nivel nacional. En 2025, la AFA de Luis Segura y junto al secretario de Deportes de la Nación, Carlos “Camau” Espínola, pretendió parirlo con el torneo de 30 equipos.

El concurso consistía en una apuesta de 14 de los 15 encuentros de cada jornada, de la que quedará afuera uno de los partidos programados del viernes por razones operativas y cobrarían premios quienes acertaban 14, 13, 12, 11 y hasta 10 pronósticos, lo que totalizará un monto total de un millón de pesos. Además, iba a existir una novedosa jugada de los primeros ocho vaticinios, denominada Miniprode y en las apuestas, podrán incluirse uno o dos dobles, lo que puede aumentar el valor de lo jugado de 16 a 32 pesos, respectivamente.

Al parecer, esa nueva versión renovada tampoco fue del beneplácito de Mauricio Macri y el 2 de febrero de 2018 se publicó el decreto presidencial con su firma en el que se oficializó la disolución de la Lotería Nacional y la eliminación de los pronósticos deportivos. Y parte de un pedazo grande de la historia sociocultural argentina durante 47 años.