Debería haber estado en $ 148.800 si se hubiese actualizado con el mismo criterio que se aplica cada tres meses en los haberes.
Desde este modo, el haber mínimo garantizado quedó en $ 355.821, con lo que unos 5 millones de jubilados y pensionados resigna $78.800 por mes en comparación con marzo de 2024.
El Centro de Economía Pública Argentina (CEPA) cruzó con estos datos la afirmación del primer mandatario de que las jubilaciones mejoraron en el trimestre febrero/abril de 2025.
En tal sentido, el instituto de orientación peronista calculó que las jubilaciones con bono quedaron -13,8% por debajo respecto del último trimestre del gobierno anterior.
Inclusive, la jubilación sin bono se mantendrá 1,9% por debajo del último trimestre del gobierno anterior, agregó.
Desde que asumió la actual Administración se llevan otorgados dos bonos de $55.000 en los primeros dos meses del 2024, el que, desde marzo del año pasado en adelante, pasó a ser de $70.000.
Qué siente la víscera más sensible
Pero más allá de porcentajes, el bolsillo de los jubilados se ajusta más, en forma directa, a la orientación estadística de sus gastos que le suministra la canasta básica que calcula dos veces por año la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires: $ 1.200.523 para el actual período, abril 2025.
Ateniéndose a esos números, el jubilado de la mínima apenas la cubrirá en un 30% con lo que cobre en la próxima liquidación.
Los que tienen vivienda, descuentan a ese costo la incidencia estimada de $245 mil, más la que cada uno calcule de diferencia en su presupuesto real lo que no gaste en vestimenta de los $50 mil asignados y de lo que evite destinar a limpieza de los $107.444 ponderados por la canasta de Gerentovida.
O sea que entre techo, atuendo e higiene podría recortarle al costo de esa canasta alrededor de $400 mil.
De ser así, lo que perciba, en consecuencia, ni le cubriría la mitad. Si a los que, teóricamente, les faltan esos $ 400 mil para empatar la cuenta no tienen ayuda familiar suficiente, ingresos adicionales o ahorros, habrá que ir a buscarlos entre los clasificados por el INDEC o la UCA como pobres e indigentes.
Debería haber estado en $ 148.800 si se hubiese actualizado con el mismo criterio que se aplica cada tres meses en los haberes.
Desde este modo, el haber mínimo garantizado quedó en $ 355.821, con lo que unos 5 millones de jubilados y pensionados resigna $78.800 por mes en comparación con marzo de 2024.
El Centro de Economía Pública Argentina (CEPA) cruzó con estos datos la afirmación del primer mandatario de que las jubilaciones mejoraron en el trimestre febrero/abril de 2025.
En tal sentido, el instituto de orientación peronista calculó que las jubilaciones con bono quedaron -13,8% por debajo respecto del último trimestre del gobierno anterior.
Inclusive, la jubilación sin bono se mantendrá 1,9% por debajo del último trimestre del gobierno anterior, agregó.
Desde que asumió la actual Administración se llevan otorgados dos bonos de $55.000 en los primeros dos meses del 2024, el que, desde marzo del año pasado en adelante, pasó a ser de $70.000.
Qué siente la víscera más sensible
Pero más allá de porcentajes, el bolsillo de los jubilados se ajusta más, en forma directa, a la orientación estadística de sus gastos que le suministra la canasta básica que calcula dos veces por año la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires: $ 1.200.523 para el actual período, abril 2025.
Ateniéndose a esos números, el jubilado de la mínima apenas la cubrirá en un 30% con lo que cobre en la próxima liquidación.
Los que tienen vivienda, descuentan a ese costo la incidencia estimada de $245 mil, más la que cada uno calcule de diferencia en su presupuesto real lo que no gaste en vestimenta de los $50 mil asignados y de lo que evite destinar a limpieza de los $107.444 ponderados por la canasta de Gerentovida.
O sea que entre techo, atuendo e higiene podría recortarle al costo de esa canasta alrededor de $400 mil.
De ser así, lo que perciba, en consecuencia, ni le cubriría la mitad. Si a los que, teóricamente, les faltan esos $ 400 mil para empatar la cuenta no tienen ayuda familiar suficiente, ingresos adicionales o ahorros, habrá que ir a buscarlos entre los clasificados por el INDEC o la UCA como pobres e indigentes.