Fue por primera vez a la cancha y terminó con la camiseta de Paredes
La mamá de Leandro Paredes tuvo un gran gesto con la pequeña trelewense que recordará por siempre.
Olivia Bonavitta de nueve años, cumplió su mayor sueño: ver a la Selección Argentina con su papá. Este martes, estuvieron presentes en el Monumental y vivieron una noche que quedará por siempre en sus corazones. Son de Trelew y por primera vez vieron a la Selección mayor en vivo.
Además de la goleada ante Brasil, los canticos y arenga, Olivia se llevó una gran sorpresa al finalizar el partido. La mamá de Leandro Paredes, el jugador N° 5 de la albiceleste, luego de recibir la camiseta de su hijo al finalizar el partido, se la dio a Olivia que estaba a su lado.
Myriam Benítez, tuvo un gran gesto al permitirle a la pequeña probarse la camiseta del campeón del mundo, que estuvo a nada de convertir el quinto gol ante Brasil. Olivia como toda niña inocente y sin ningún tipo de pudor además de ponerse la camiseta, le pidió a Myriam una selfie, para inmortalizar ese momento y, sobre todo, naturalizándolo como solo una infancia puede hacerlo.
Olivia junto a su papá recordarán por siempre este momento.
Olivia Bonavitta de nueve años, cumplió su mayor sueño: ver a la Selección Argentina con su papá. Este martes, estuvieron presentes en el Monumental y vivieron una noche que quedará por siempre en sus corazones. Son de Trelew y por primera vez vieron a la Selección mayor en vivo.
Además de la goleada ante Brasil, los canticos y arenga, Olivia se llevó una gran sorpresa al finalizar el partido. La mamá de Leandro Paredes, el jugador N° 5 de la albiceleste, luego de recibir la camiseta de su hijo al finalizar el partido, se la dio a Olivia que estaba a su lado.
Myriam Benítez, tuvo un gran gesto al permitirle a la pequeña probarse la camiseta del campeón del mundo, que estuvo a nada de convertir el quinto gol ante Brasil. Olivia como toda niña inocente y sin ningún tipo de pudor además de ponerse la camiseta, le pidió a Myriam una selfie, para inmortalizar ese momento y, sobre todo, naturalizándolo como solo una infancia puede hacerlo.
Olivia junto a su papá recordarán por siempre este momento.