“Parece imposible haber pasado 31 años sin Alicia”

La bombera se iba a casar con Cristian (el 15 de febrero) que también murió ese día. Quedó colgado su vestido y pendiente la compra de los zapatos ese día, el 21 de enero. La mujer habló con Cadena Tiempo. Con la voz quebrada toda la entrevista aseguró que “el dolor se siente todos los días”.

Alicia Giúdice y Cristian Meriño, los bomberos que se iban a casar 15 días después de la tragedia.
21 ENE 2025 - 11:03 | Actualizado 21 ENE 2025 - 12:06

Estremecedor. Un dolor a flor de piel más allá de las tres décadas y un año que pasaron. Para Nicolina Ivanof, la mamá de Alicia Giúdice (una de las bomberas que murió en el incendio de aquel 21 de enero de 1994), cada día es puro dolor. Ella, junto a Cristian que también murió ese día, iban a casarse el 15 de febrero. Es más, justo esa tarde fatídica, compraríanlos zapatos para el inolvidable evento. Todo eso quedó trunco y lo relató en una entrevista con Cadena Tiempo.

Nicolina asegura que el dolor se “trata” de llevar todos los días. “Me parece imposible pensar 31 años sin Alicia” remarca. A su vez, asegura que la pérdida fue “doblemente dolorosa”. Estaba esperando una boda. Su traje de novia estaba hecho, el 15 de febrero se casaba con Cristian. El también partió. Dicen que los cuerpos estaban juntos pero no lo creo. A lo mejor la desesperación hizo que se encuentren pero no sé”, reveló.

Nicolina Ivanof, recordando a su hija Alicia.

La mujer, con la voz quebrada todo tiempo, no dudó en asegurar que “no cerró ninguna herida. Nadie dice que pasó con los chicos. No fue el viento. Es falta de responsabilidad de todos lados. Irresponsabilidad de quienes tenían que manejar desde Provincia y desde el Cuartel. El gobernador Carlos Maestro en su momento dijo que se iba a informar para ver qué pasó. Todavía estoy esperando”, enfatizó.

También aseguró que las autoridades de ese entonces “jugaron con sus sentimientos”. Recordó que “a las 2 de la mañana decían que estaban vivos, nos decían que les llevemos naranjas. Ellos ya sabían que estaban fallecidos. Jugaron con la muerte de un hijo. Es una cruz pesada que tenés que llevar. No tienen respuesta. Y cuesta más. Uno no tiene más 20 años; hay que lidiar con las enfermedades, tuve un infarto, estuve hipertensa. Otro hijo se fue a estudiar y no quiso volver a Madryn. No lo perdí perono lo tengo cerca y no disfruto a mis nietos. Soy jubilada y se hace pesadísimo”, deslizó.

(Foto: José Luis Lazarte / Jornada)

Volvió con el recuerdo de Alicia. “Los dos estaban pintando donde se iban a mudar. Eligieron un departamento cerca del cuartel para vivir. Ella, si lo hubiese pensado no iba. Porque a la tarde íbamos a ir a Trelew a comprar los zapatos y nunca más volvió. No la vi ni para despedirme de ella. No la vi más. Todas las ilusiones, que teníamos de la fiesta, de su casamiento, quedaron como una frustración increíble”, reveló.

Aseguró la mujer que “hoy ella tendría 50 años. Me la imagino con hijos, luchadora, responsable. Nietos que quedaron en camino”, expresó.
Para finalizar confió que nunca faltó a un acto. “Mientras pueda voy a ir, aunque fuera en sillas de ruedas. Es la satisfacción propia y de ella que dice: mi mamá está y tiene fuerzas, que me las da ella, por supuesto”, concluyó.

Un pueblo conmovido despidiendo a sus héroes. (Foto: José Luis Lazarte / Jornada)

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Alicia Giúdice y Cristian Meriño, los bomberos que se iban a casar 15 días después de la tragedia.
21 ENE 2025 - 11:03

Estremecedor. Un dolor a flor de piel más allá de las tres décadas y un año que pasaron. Para Nicolina Ivanof, la mamá de Alicia Giúdice (una de las bomberas que murió en el incendio de aquel 21 de enero de 1994), cada día es puro dolor. Ella, junto a Cristian que también murió ese día, iban a casarse el 15 de febrero. Es más, justo esa tarde fatídica, compraríanlos zapatos para el inolvidable evento. Todo eso quedó trunco y lo relató en una entrevista con Cadena Tiempo.

Nicolina asegura que el dolor se “trata” de llevar todos los días. “Me parece imposible pensar 31 años sin Alicia” remarca. A su vez, asegura que la pérdida fue “doblemente dolorosa”. Estaba esperando una boda. Su traje de novia estaba hecho, el 15 de febrero se casaba con Cristian. El también partió. Dicen que los cuerpos estaban juntos pero no lo creo. A lo mejor la desesperación hizo que se encuentren pero no sé”, reveló.

Nicolina Ivanof, recordando a su hija Alicia.

La mujer, con la voz quebrada todo tiempo, no dudó en asegurar que “no cerró ninguna herida. Nadie dice que pasó con los chicos. No fue el viento. Es falta de responsabilidad de todos lados. Irresponsabilidad de quienes tenían que manejar desde Provincia y desde el Cuartel. El gobernador Carlos Maestro en su momento dijo que se iba a informar para ver qué pasó. Todavía estoy esperando”, enfatizó.

También aseguró que las autoridades de ese entonces “jugaron con sus sentimientos”. Recordó que “a las 2 de la mañana decían que estaban vivos, nos decían que les llevemos naranjas. Ellos ya sabían que estaban fallecidos. Jugaron con la muerte de un hijo. Es una cruz pesada que tenés que llevar. No tienen respuesta. Y cuesta más. Uno no tiene más 20 años; hay que lidiar con las enfermedades, tuve un infarto, estuve hipertensa. Otro hijo se fue a estudiar y no quiso volver a Madryn. No lo perdí perono lo tengo cerca y no disfruto a mis nietos. Soy jubilada y se hace pesadísimo”, deslizó.

(Foto: José Luis Lazarte / Jornada)

Volvió con el recuerdo de Alicia. “Los dos estaban pintando donde se iban a mudar. Eligieron un departamento cerca del cuartel para vivir. Ella, si lo hubiese pensado no iba. Porque a la tarde íbamos a ir a Trelew a comprar los zapatos y nunca más volvió. No la vi ni para despedirme de ella. No la vi más. Todas las ilusiones, que teníamos de la fiesta, de su casamiento, quedaron como una frustración increíble”, reveló.

Aseguró la mujer que “hoy ella tendría 50 años. Me la imagino con hijos, luchadora, responsable. Nietos que quedaron en camino”, expresó.
Para finalizar confió que nunca faltó a un acto. “Mientras pueda voy a ir, aunque fuera en sillas de ruedas. Es la satisfacción propia y de ella que dice: mi mamá está y tiene fuerzas, que me las da ella, por supuesto”, concluyó.

Un pueblo conmovido despidiendo a sus héroes. (Foto: José Luis Lazarte / Jornada)


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